La globalización, después de la guerra fría

La globalización, después de la guerra fría (la cual se cataloga como una tercera guerra mundial) el triunfo de un sistema económico no se ha completado, trajo consigo una inestabilidad económica, y una nueva guerra mundial, la lucha de ostentar el volante del mundo financiero, una lucha compleja.

Está contrapuesto el decir que el socialismo cayó o sucumbió ante el bloque capitalista, cuando se opina que en vez de tenerlo rígido en un solo lugar, se opta por tenerlo en todo el mundo diluido solo como una alternativa social.
El residuo que deja la “mal llamada guerra fría” son mercados libres en busca de dueño o del mejor postor, económica y políticamente hablando.
La mundialización de la “cuarta guerra mundial”  es  total, puesto que todo aquel estado (casi todos)  que tenga un sistema económico de mercados libres (capitalistas) se vulnera cuando una parte fundamental del rompecabezas  financiero se encuentra en crisis  o los organismos mundiales toman “medidas” para estabilizar la situación o avanzar en un orden conveniente en su razón. Una guerra en donde las telecomunicaciones toman un papel fundamental.

Esta nueva guerra tiene objetivos primordiales,  los mercados nacionales o internos, los cuales decaen como el poder sobre sus finanzas de un gobierno en sus estados incluyendo al capitalismo nacional, donde “el hijo (neoliberalismo) devora al padre (capitalismo naciona)l”. En el nuevo orden mundial no hay ni democracia, ni libertad, ni igualdad, ni fraternidad.

La peor bomba es la financiera, destruye todo lo que está a su paso, culturas, mercados, la vida digna, incluyendo la vida misma.” Porque la nueva bomba neoliberal, a diferencia de su antecesora atómica en Hiroshima y Nagasaki, no sólo destruye la polis (la Nación en este caso) e impone la muerte, el terror y la miseria a quienes la habitan; o, a diferencia de la bomba de neutrones, no sólo destruye "selectivamente". La neoliberal, además, reorganiza y reordena lo que ataca y lo rehace como una pieza dentro del rompecabezas de la globalización económica. “

“Una guerra pues, una guerra mundial, la IV. La peor y más cruel. La que el neoliberalismo libra en todas partes y por todos los medios en contra de la humanidad.”












Pieza 1: La concentración de la riqueza y la distribución de la pobreza.


La distribución de la riqueza en el mundo es un absurdo criminal, ya que alrededor de 400 personas comparten la rectoría de la riqueza y del mundo, mientras que más de 3 mil millones de seres humanos (de una población total de 6500 millones de personas) administran  la pobreza, la carencia, indignidad y la falta de oportunidades de tener un mejor ingreso para darse una vida digna. El progreso de las grandes transnacionales no implica el avance de las Naciones desarrolladas. Al contrario, mientras más ganan los gigantes financieros, más se agudiza la pobreza en los llamados "países ricos". Aunque parece contradictorio a primera vista, los lugares donde más se acentúa la desigualdad son en los países capitalistas desarrollados. Es un frágil equilibrio de absurdas desigualdades.
En los países “desarrollados”  por ejemplo EUA la desigualdad se acentúa de una manera criminal ya que, el 1% de la población tiene en sus manos el 65%  de la riqueza del país, mientras el 80% de la sociedad se reparte tan solo el 1.2% de toda la riqueza nacional. Mientras los ricos aumentan  potencialmente sus ganancias, el poder adquisitivo de los pobres sigue en decremento.

Un ejemplo excepcional y a la vista de cualquier persona es que 200 transnacionales tienen casi el poder absoluto del mercado mundial, puesto estas grandes maquinarias de desigualdad cubren los sectores primario secundario y terciario, sectores agrícolas, producción manufacturera y servicios financieros, comercio, etc.

Pieza 2 : La globalización de la explotación 

Resulta contradictorio en los hechos que, supuestamente  el crecimiento económico va de la mano con el crecimiento de empleo y un mejor reparto de la riqueza que la misma economía genera, tan solo cuando las inmensas cifras de dinero y acciones que manejan las grandes empresas transnacionales no concuerdan con que tan solo el 0.75% de la mano de obra total del planeta se encuentra empleada o asalariada  por estas empresas ni mucho menos se reparten la inmensa riqueza que generan.  Esto objetivo viene de la mano de la revolución tecnológica, donde ya no son solo una mano de obra cualificada y mercantilizada, sino que aún peor, los lugares de trabajo de cientos de personas lo ocupan simples maquinas conducidas por ordenadores programados, dando así un reordenamiento de las fuerzas sociales, tales como lo es el trabajo.
Los sectores terciarios crecen de una manera acentuada en los países subdesarrollados, pasan de un 40% a casi un 60% en poco tiempo, esto significa que este sector de comercio y consumismo crece cada día más. Este fenómeno conlleva a que los trabajadores sean canalizados en las áreas para la producción acelerada de mercancías.
Otro fenómeno es el trabajo infantil, que cada vez más va en aumento, crece el número de niños que tienen que trabajar para completar el gasto de sus hogares, crece el número de niños que trabaja en el sector agrícola y los niños que viven de la ayuda social hasta la explotación y comercio sexual; pasan de ser de 20 millones a 40 millones en tan solo en 15 años. Cada año se calcula que un millón de niños entran al comercio sexual.

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