Neurosis Obsesiva

1.- Las obsesiones en la psiquiatría que precede a Freud: la novedad freudiana en la nosología.

La neurosis obsesiva se empezó a estudiar 20 años antes que Freud la teorizara. Fue introducida por la psiquiatría como locura de duda o delirio del todo. Estos descubrieron los síntomas (ideas, actos obsesivos, duda obsesiva –estado de irresolución-).

La psiquiatría, desde sus comienzos hasta nuestros días, se ha encargado de construir “nomenclaturas” (clasificaciones) en un sistema de nominación. La nomenclatura introduce un nombre, ubica una afección respecto a otra y permite su conocimiento y su desarrollo conceptual. Los síntomas son entendidos como signos de una categoría diagnóstica determinada. Para dar cuenta del estado mental de un paciente partimos de la sintomatología general. Así evolucionamos hacia la nosología, lo que nos va a permitir pensar en una nosografía.

El tratado de psiquiatría propone un análisis que comporta 3 planos semiológicos. Dentro del plano de la semiología de la actividad mental encontramos a las ideas patológicas dentro de las cuales aparecen las ideas obsesivas como ideas que se le imponen al sujeto y que él mismo reconoce como patológicas.

FALRET: dice que el verdadero trasfondo de la neurosis obsesiva consiste en volver en las mismas ideas y actos, sin conseguir jamás convencerse. La duda es el fundamento esencial de esta enfermedad.

PINEL: se refirió a la neurosis obsesiva con el nombre de “manía sin delirio” porque en ellos se pone de manifiesto un pequeño grupo de fenómenos que fijan al enfermo de un modo parcial. Es una especie de locura con CC, de “locura de duda”, en la que el acento está puesto en la lucha mental.

GRIESINGER: ponía énfasis en la “alteración intelectual”.

JANET: hacía hincapié en un “déficit en la función de lo real”, ya que es un tipo de padecimiento en el que la duda y la falta de resolución son sus características predominantes.

A diferencia de la psiquiatría, el psicoanálisis muestra que los síntomas y acciones obsesivas son ricos en sentido. Pueden ser una figuración o una repetición deformada de escenas que han sido significativas para el sujeto.

FREUD: crea una nueva nosología, una nueva manera de pensar el acontecer psíquico patológico. Su nosología se basa en su Metapsicología: de acuerdo a determinadas condiciones metapsicológicas (tópicas, económicas y dinámicas diferenciales) producirá un ordenamiento de la enfermedad mental. Freud introduce en su primer nosología (1884 – 1896) a las representaciones obsesivas, dentro de las neuropsicosis de defensa. Dice que, en ellas, el afecto se adhiere a otras representaciones no intolerables en sí, y a través del mecanismo del “falso enlace”, se convierten en representaciones obsesivas. La representación obsesiva figura un sustituto de la representación sexual inconciliable y la ha relevado dentro de la cc. Su mecanismo es el desplazamiento. Finalmente aísla a la “neurosis obsesiva” como cuadro neurótico entre los años 1894-1896 (hasta entonces se estudiaban las “representaciones obsesivas” y las “compulsiones” más ligadas a la alienación mental).

2.- El método psiquiátrico y el método psiconanalítico.

3.- Freud en la psiquiatría de su época: las lecciones de Kraepelin.

KRAEPELIN (escuela alemana): Con este autor se inicia una nueva etapa en la evolución de la Psiquiatría. A él se deben la clasificación y la descripción de las enfermedades mentales, base de nuestra actual taxonomía. Extiende su obra no solamente a la parte teórica sino a la organización de instituciones psiquiátricas. Funda el instituto de psiquiatría de Munich, el cual impacta en la escuela francesa.

Pertenece a la clínica sincrónica. Hay un Kraepelin antes y otro después de Freud, ya que fue influenciado por el psicoanálisis en las sistematizaciones que hizo de las enfermedades mentales.

Su principal aporte es la delimitación precisa de la noción de paranoia.

En 1883, edita el “Compendio de Psiquiatría”, su primer tratado. En este propone una clasificación de las enfermedades mentales.

A algunas de ellas las considera de causas exógenas, a otras de causas endógenas constitucionales, y a un grupo intermedio las considera psicosis de causas oscuras.

Debido a las críticas introduce modificaciones en su nosología, dando como resultado esta 8va edición, en la que se observa un refinamiento del análisis.

4.- Semiología freudiana de las neurosis obsesivas. Sus formas y variedades clínicas.

El neurótico obsesivo experimenta impulsos extraños a su personalidad, se ven obligados a realizar actos cuya ejecución no les proporciona placer ninguno, pero a los cuales no pueden sustraerse y su pensamiento se haya invariablemente fijo a ideas ajenas a su interés normal. Tales ideas, que denominamos representaciones obsesivas o compulsivas, pueden carecer por sí mismas de todo sentido o ser tan solo indiferentes, pero lo más frecuente es que sean totalmente absurdas.

En este momento Freud distribuye y clasifica los síntomas obsesivos en 3 categorías: impulsos, actos y representaciones.

De estas 3 categorías la que resulta nueva en la exposición que estamos haciendo es la primera. Ya hemos visto como Freud se ocupa extensamente de las represiones obsesivas y de los actos obsesivos en sus textos anteriores. Lo nuevo acá es esta categoría de impulsos. Lo nuevo para estas clases, ya que esto ha parecido claramente en el historial del HOMBRE DE LAS RATAS. En el texto de la lección 17 dice:

“...los impulsos que el enfermo experimenta puede presentar en ocasiones un carácter infantil y desatinado, pero la mayor parte de las veces poseen un contenido temeroso sintiéndose el enfermo incitado a cometer graves crímenes de los que huye horrorizado defendiéndose contra la tentación por medio de toda clase de prohibiciones, renuncias y limitaciones…”

El primer tiempo había correspondido al deseo o la fantasía o al impulso de matar a esa vieja que había sido el motivo por el cual su amada se había alejado de él. En el segundo momento un acto punitivo contra este impulso, que en este tercer tiempo se expresa claramente, en lugar de matar a la vieja, como autocastigo: hacerse el objeto de este impulso.

Tenemos que tener en cuenta entonces que estas diversas formaciones que Freud sintetiza aquí en estas 3 categorías: impulsos obsesivos, representaciones y actos, son distintas formas que adoptan los síntomas obsesivos.

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