PSICOLOGIA DEL DELITO
andreaely17 de Mayo de 2013
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PSICOLOGÍA DEL DELITO
La Criminalidad y la delincuencia son probablemente los temas más amplios e importantes de los que se refieren a la desviación y a los problemas sociales, ya que tiene diferentes definiciones para diferentes sociedades y por lo tanto en cada grupo social las prohibiciones son diferentes para cada caso. Cada desviación social viola normas ya establecidas, estas violaciones reciben nombre diferentes como: delitos, crimen, entre otros, por esta razón cada sociedad procura reducir las desviaciones a la condición de infracción que conllevan penas, multa o condena moral. Generalmente podemos afirmar que la conducta delincuente es la interacción delos factores: aprendizaje, la predisposición individual y la reacción social o identificación y la situación en que se produce el hecho delictivo. También se agrega otro factor causante de la delincuencia que es la tolerancia social a los delincuentes y los actos delictivos. (Esto por la condescendencia con el ladrón o malhechor que conocemos) pues se reúnen con él, los saludan, los tratan hasta lo aprecian los vecinos que lo conocen y la sociedad.
DELITO
El delito, es definido como una conducta, acción u omisión típica, antijurídica, culpable y punible. Supone una conducta infracción al del Derecho penal, es decir, una acción u omisión tipificada y penada por la ley. Nos ubicamos a su origen de voz latina del verbo delinquere, que significa abandonar, apartarse del buen camino, alejarse del sendero señalado por la ley. La definición de delito ha diferido y difiere todavía hoy entre escuelas criminológicas. Hablar del delito es hablar de todo lo negativo, lo malo y de lo que no se debe hacer, pero no confundamos falta con delito ya que la distinción se da en función a la gravedad del hecho cometido.
RAICES PSICOLÓGICAS DEL DELITO
No todo individuo delincuente es un enfermo mental, pero si existe en la mayoría de ellos una deficiente estructura de la personalidad o algunas características que en interrelación dinámica con el ambiente u otros factores originan las conductas delictivas.
PERSONALIDAD: es la suma total de patrones del comportamiento real y potenciales de un individuo, determinados por la herencia y el ambiente. Los individuos deben tratar de desarrollar al máximo sus potencialidades a fin de alcanzar los mejores comportamientos que sirvan para el logro de sus objetivos y metas personales. Los términos personalidad y carácter se emplean indistintamente, siendo diferentes. El término carácter significa una señal o marca grabada, o sea que es la marca o el sello de un hombre, es decir que es un conjunto de características, es un estilo de vida, un sello distintivo del comportamiento a través del cual se exterioriza o manifiesta nuestra personalidad. Por lo tanto la personalidad sugiere apariencia. Es el comportamiento percibido desde afuera; es una cualidad exteriorizada. Personalidad es la organización dinámica en el interior del individuo de los sistemas psicofísicos que determinan su conducta y su pensamiento característico. Se entiende por organización dinámica a la formación de jerarquías de ideas y hábitos que dirigen dinámicamente la actividad del hombre y que significa un proceso de integración.
El sistema es un complejo de elementos de mutua interacción; una costumbre es un sistema, como lo es también un sentimiento, etc. Estos sistemas existen en el organismo en el estado latente incluso cuando no son activos; los sistemas son nuestro potencial para la actividad, los fenómenos psicofísicos se refieren a la personalidad en su organización, del funcionamiento de la mente y del cuerpo en una sola unidad, ya que la personalidad no es exclusivamente mental, sino también exclusivamente física.
SISTEMAS PSICOFÍSICOS FUNDAMENTALES: Los sistemas motivacionales: La motivación es definida como la unidad y el mecanismo que orienta y dirige una conducta, de esta manera las orientaciones y direcciones de la conducta forman la estructura de la personalidad. Pero no todas las personas tienen el mismo repertorio conductual puesto que en cada uno varía de acuerdo a las experiencias que van adquiriendo.
Los sistemas perceptuales: Es el mecanismo interno de la percepción, nos referimos a la forma de cómo las personas perciben las cosas u objetos que la rodean. La percepción tiene una connotación socio-cultural. Social en un sentido que la gente percibe las cosas y le da una significación de acuerdo al medio ambiente en que se desarrolla; y cultural, debido a que también percibe en relación al grupo cultural al cual pertenece.
Los sistemas cognoscitivos: Se refiere a los conocimientos o fenómenos del pensamiento; ideas. Este fenómeno cognoscitivo, al igual que el resto de los sistemas psicofísicos, tiene su contenido socio-cultural. Las personas piensan en relación al medio ambiente en que se desarrollan, este es parte de la personalidad. Los sistemas de valores y actitudes La persona se expresa externamente precisamente a través de actitudes y los valores que indican a las personas el medio ambiente donde se desarrollan.
RAÍCES PSICOLÓGICAS Y PSICOPATOLÓGICAS DEL DELITO
Un individuo puede no estar loco, sin embargo, sus reacciones emocionales compulsivas pueden jugar un papel importante en su vida. Entre tales personas encontramos muchos criminales, sospechosos, víctimas y testigos. En este grupo se encuentran también pervertidos sexuales, quienes juegan un papel directa o indirectamente, en el planeamiento y ejecución de muchos delitos graves.
DESCRIPCION DE LOS DIFERENTES TIPOS DE DELITOS
Lo mejor es introducirnos en la mente del delincuente, penetrar en sus motivaciones y su modo de acción, para después deducir su grado de responsabilidad en el acto del delito.
El delito premeditado: En Derecho Penal este delito es muy grave, pues supone que el delincuente, antes de cometer el acto criminal, ha reflexionado a cabalidad sobre los pasos que debe dar y cómo darlos, tanto para no fallar en su intento cuanto para no ser descubierto y subsecuentemente sancionado. Indudablemente, el delito premeditado supone varias cosas. En primer lugar, que el delincuente posee un nivel intelectual normal o superior inclusive, pues su mente deberá analizar los diferentes factores y situaciones que intervienen para cometer el delito en las mejores condiciones posibles para él, y en la mayor desventaja para su víctima. Y esto en medio de la mayor frialdad de carácter afectivo-emocional. Tiende a manifestarse en base a sentimientos destructivos y negativos como, por ejemplo, el odio a su víctima, el desprecio a su persona y a su vida, la crueldad y algunas veces hasta el sadismo. Para evaluar el delito premeditado lo fundamental resulta ser el tiempo transcurrido entre el momento en que el sujeto concibe realizar el delito, cualesquiera que sean las causalidades del mismo, y el momento de la acción o ejecución. Es esto lo que lo diferencia en forma tajante y definitiva del delito por emoción violenta. En el caso del delito premeditado, generalmente un crimen o un delito con lesiones, hay que tener en cuenta que se hace casi invariablemente por motivos de venganza. Y quien premedita un crimen en esa forma, es porque no puede enfrentarse en igualdad de condiciones a su adversario y se vale entonces del planeamiento del delito y, por supuesto, de la sorpresa. Es indudable que en el delito premeditado en muchas ocasiones prima el deseo de venganza, pero hay casos en los que la venganza no es directa; así, por ejemplo, el caso del asesino a sueldo o el saboteador por encargo de otra persona, quien premedita en forma perfecta su delito y lo ejecuta. En Derecho Penal, el delito cometido con premeditación, alevosía y ventaja será motivo de sanción enérgica, pues el individuo en ningún caso puede sustraerse a la acción sancionadora y correctora de la justicia. La ley, en estos casos, toma en cuenta que estos individuos son inteligentes y no tienen en su favor ser enajenados mentales, dementes o retardados mentales.
EI delito por emoción violenta: En el caso del delito por emoción violenta, es el impacto inmediato y directo de la situación o circunstancia lo que lleva al individuo al delito. Aquí no existe premeditación alguna, ni tampoco entra en consideración la ventaja de atacar primero al adversario. Es el conocido caso del marido que llega a su casa y encuentra a su esposa en brazos de su mejor amigo, de quienes no sospechaba nada ni sabía nada. Coge de la mesa de noche un revólver y mata a los amantes, que no tienen opción para defenderse por la misma sorpresa y condición de culpa que los domina. En el delito por emoción violenta, la agresión para responder a una situación como la descrita es inmediata y supone la ruptura o la inhibición total de las instancias represoras y de auto sanción propias del súper yo, lo que determina la imposición total del yo del individuo y su poderosa carga instintivo-afectiva. El crimen o delito por emoción violenta tiene que darse en una situación límite que compromete al yo del individuo y lo obliga a reaccionar en forma inmediata, sin que medie tiempo para meditar. Este sería el crimen perfecto por emoción violenta. Pero si, por ejemplo, el marido ya tenía conocimiento del affaire de su esposa con su mejor amigo o, a falta de esta información, llega a su casa y descubre el adulterio en su propio lecho conyugal; y entonces finge no haber visto nada, se dirige a la habitación contigua y allí recién carga el revólver, lo rastrilla, mide sus pasos para no fallar, entra sigilosamente a la habitación o dormitorio conyugal y, frente a los amantes, apunta con todo cuidado y aprieta el gatillo de su arma contra ellos. En este caso, ya no se trata de emoción violenta propiamente
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