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Para el psicoanálisis, las patologías mentales se agrupan en tres grandes estructuras: Neurosis, Psicosis y Perversión


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2015  •  Tareas  •  2.261 Palabras (10 Páginas)  •  207 Visitas

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Introducción

Desarrollo

Para el psicoanálisis, las patologías mentales se agrupan en tres grandes estructuras: Neurosis, Psicosis y Perversión, dentro de la Neurosis se diferencian en: Histeria, Neurosis Obsesiva y Fobia. Por su parte la Histeria representa el paradigma de las Neurosis, su estudio permite comprender las vicisitudes que atraviesa un sujeto en el pasaje desde la posición sexuada a la posición deseante, que toda representación está asociada a una carga libidinal, la represión actúa sobre esa representación intolerable para el yo y deja libre la carga pulsional asociada, si la carga pulsional o libido es derivada a la inervación de una parte del cuerpo (órganos) podríamos decir que es probable la emergencia de un cuadro histérico, si la libido catectiza ideas, podría surgir una neurosis obsesiva caracterizada por la emergencia de pensamientos repetitivos que el sujeto no puede controlar, finalmente, si la energía desplazada de la representación catectiza objetos, situaciones o escenas temidas, es probable la emergencia de una Fobia.

Para Freud, la neurosis es, en último término, un trastorno de la adaptación de la persona a su propia realidad y a la del mundo que la circunda, lo que supone siempre un grado de insatisfacción de las pulsiones básicas (sexuales y agresivas) y una incapacidad del yo para cumplir su función de satisfacción de tales necesidades de acuerdo con la percepción de las mismas, el conocimiento de la realidad externa y la capacidad de integrar estos datos y armonizarlos entre si y con las exigencias morales del súper yo. Ante el conflicto fundamental entre las tendencias instintivas, las normas morales y las posibilidades reales de satisfacción, el yo inmaduro del neurótico recurre a mecanismos de defensa rígidos e inadecuados que le llevan a un apartamiento de la realidad y a la búsqueda de satisfacciones sustítutivas de naturaleza fantasiosa y simbólica; las satisfacciones sustitutivas neuróticas nunca consiguen un alivio completo de las necesidades instintivas, que siguen presionando y producen un estado de tensión emocional que se traduce en la vivencia subjetiva de la angustia neurótica.

Para clasificar las neurosis, enfermedades eminentemente personales y, por tanto, muy variables en su forma y contenido, es útil distinguir entre síntoma neurótico y personalidad neurótica, el síntoma neurótico es una fórmula de compromiso entre las tendencias conflictivas que lucha por expresarse; es, por decirlo así, la solución imperfecta que el yo encuentra para hacer compatibles los impulsos instintivos (pulsiones) del ello, por un lado, y la realidad y las normas morales del súper yo, por el otro. Aunque en la práctica es difícil encasillar en un diagnóstico concreto cada caso individual de neurosis, los síntomas suelen presentarse asociados en constelaciones más o menos típicas que permiten una clasificación de índole descriptiva.

La personalidad neurótica ofrece rasgos generalmente comunes a todas las formas clínicas de neurosis que se deben al desarrollo insuficiente o anómalo de la personalidad y hay otros rasgos que parecen darse con más frecuencia en cada una de las formas clínicas de neurosis y que dependen más del tipo de mecanismos de defensa preponderantemente usado por el yo y de la organización de éstos como rasgos constitutivos del carácter.

Tipos de Neurosis

Otro tipo de neurosis que se considera dentro del psicoanálisis, es la neurosis de angustia, reflejándose por la manifestación clínica de un estado de ansiedad producido por una estimulación (que puede ser de origen interno o externo) que abruma al yo y amenaza rebasar sus posibilidades de adaptación, si es de origen interno son las necesidades básicas insatisfechas (sexo, hambre, descarga de agresión, etc.), mientras que las de origen externo, son todas las situaciones externas que representan una amenaza de aniquilación para el individuo y que éste no puede controlar (guerras, catástrofes, etc.), en este caso la neurosis traumática es el resultado particular de este caso. Estas neurosis traumáticas son reacciones de pánico incontrolado y persistente que no se explican únicamente por el peligro externo y para las que hay que aceptar también un factor neurótico ligado a la personalidad del paciente, pues sólo puede hablarse de neurosis cuando la reacción se caracteriza por una falta de adaptación a la situación real (paralización ante el peligro,) y se prolonga excesivamente después de pasada la situación desencadenante. La ansiedad o angustia es un sentimiento parecido al miedo, se diferencia de éste en que carece de objeto real que la justifique, es caracterizada por un estado de alerta, de expectación de un peligro ignorado e indefinido, producido en última instancia por el miedo a los propios impulsos y necesidades, de los que no es posible huir.

La angustia neurótica, se encuentra siempre en el fondo de toda neurosis, tiene la posibilidad de hacerse crónica, pero en general tiende a evolucionar hacia una organización más estable con la aparición de otros síntomas neuróticos que permiten cierto grado de satisfacción sustitutiva y alivian así ese estado tan desagradable de angustia indefinida o flotante. A la cual se le puede añadir en ocasiones las llamadas crisis de angustia, que se caracterizan por una exacerbación de la ansiedad y de los síntomas neurovegetativos y una sensación de muerte inminente.

Neurosis histérica, se caracteriza primordialmente por la resolución neurótica de la situación de conflicto mediante los denominados síntomas de conversión somática. En la cual, el histérico "convierte" la energía psíquica de las pulsiones o necesidades causantes de angustia en inervaciones somáticas que originan síntomas físicos que tienen un sentido inconsciente de satisfacción sustitutiva y parcial de aquellas pulsiones, que a la vez son una expresión simbólica del conflicto. Los síntomas se presentan en forma de inhibición o excitación; por una parte los síntomas de inhibición son, las parálisis musculares o la afonía; mientras que los de excitación son las contracturas, los ataques de nervios con convulsiones o los vómitos, además la histeria se caracteriza también por un tipo de personalidad emocionalmente inestable, muy sugestionable, dado a la dramatización de sus vivencias y sus expresiones, a la creación mitómana de situaciones imaginarias y a la erotización seductora de las relaciones personales.

Neurosis fóbica, esta más ligada a la neurosis de angustia que las otras y se presenta siempre tras un periodo de ansiedad. El síntoma fóbico se

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