Propuestas En Valores
tibisayrosilli23 de Mayo de 2015
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CAPITULO I
EL PROBLEMA
En este capítulo se plantea una serie de aspectos en los cuales se enmarca el problema. Este se localiza con la investigación, no solo en su dimensión sino también en las causas que lo originan, las consecuencias que dé él se derivan que permite la existencia de una determinada realidad cuya manifestaciones son insatisfactorias para la normalidad que debe operar en un momento dado. De manera que un problema es la formalización de una discrepancia entre la realidad constatada y una norma que se acepta o se crea como referencia del deber ser.
Planteamiento del Problema
Toda sociedad tiene valores, costumbres, formas de comportamiento. La educación es el medio que utiliza el hombre para transformar esos valores y defender sus interese. La participación es la forma más conveniente para provocar situaciones que motiven y estimulen la integración escuela-familia y comunidad. Es tarea básica de la escuela, fomentar en los alumnos la reflexión y toma de conciencia de las necesidades, intereses y expectativas de la comunidad, de manera que estas sean significativas y adecuadas a la realidad social del contexto.
En este sentido, la participación comunitaria se ha concebido como un elemento fundamental para el cambio y transformación educativa, social, económica y cultural, pues ella es la vía para impulsar acciones conectadas a las distintas realidades, a los diversos intereses característicos de los grupos sociales y a las expectativas de las diferentes colectividades. De allí, que los organismos políticos de carácter internacional como la organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (1991), sostiene que “la situación de subdesarrollo de los pueblos latinoamericanos refleja debilidades en su participación en la dinámica de búsqueda de rumbos concretos hacia el crecimiento y desarrollo”. (p.19).
En los últimos años el tema del tratamiento de la comunidad de la escuela como recurso educativo ha sido motivo de reflexiones en conferencias internacionales, entre la que se destacan Tbilisi (1977), concediéndose importancia y significación al enfoque ambiental como vía para materializar la relación escuela-familia, comunidad tomando como premisa la adquisición de conocimiento sobre el medio ambiente para estudiar problemas concretos que rodea al alumno y al personal docente.
Por lo consiguiente Madeline yates, coordinadora del Mryland Student Servise Allrance, del Departamento de Educación del Maryland EEUU, afirmó en si conferencia dictada en el V Seminario Internacional Escuela y Comunidad (2001),la necesidad de construir comunidades y señaló en este sentido, que los maestros son modelos de cambios sociales en la comunidad. Se refirió al aprendizaje. Servicio como una mitología educativa eficaz para promover el cambio social e incluyó significativamente al desarrollo sustentable como uno de los conceptos centrales de ese cambio social. Es muy importante advertir que esta propuesta de la especialista, desde el corazón de la metodología de aprendizaje-servicio, incluye el desarrollo sustentable paradigma de la educación, como promotor de las transformaciones sociales y los valores comunitarios.
En Venezuela; la educación está dirigida a la formación integral del educando, según Albornoz, (1.995).
La educación es un proceso mediante el cual los miembros de una sociedad aprenden a vivir y sobrevivir en esa sociedad. En ese proceso intervienen todos los miembros, bien enseñados, bien aprendiendo, ya que la idea de proceso refiere a la nación de que la educación es dinámica (p.69).
Esto permite observar que es una actividad global e integral la cual incluye interese, propósitos entre otros, por lo tanto se exige la participación y colaboración de los distintos agentes sociales como la iglesia, el estado, la escuela, la familia y la comunidad. El estado venezolano desarrolla políticas que tienden a buscar la participación activa de las comunidades, esto se logra a través de la vía cogestionaría la cual les permite solucionar sus propios problemas y así fortalecer la intervención ciudadana, como un instrumento de cambio, tanto el desarrollo eficaz del proceso educativo coma para la organización de la sociedad.
Es necesario meditar hasta qué punto y en qué forma se lleva a cabo el intercambio entre profesores, directivos y familias para que se produzca el crecer físico-espiritual de unos y otros, y la formación recíproca como sujetos sociales.
Es desde el proceso pedagógico en primera instancia que la escuela puede lograr la integración con la familia y así poder lograr influir en la conducta y actuación de los alumnos y a su vez en el perfeccionamiento de la propia integración. La integración escuela-familia y comunidad constituye una estrategia pedagógica de tipo propedéutico para formar al ciudadano adulto. Así Piaget, J. (1967) escribía que”… más que imponerse a los niños un estudio complementario verbal de las instituciones de su país y de sus deberes ciudadanos, está efectivamente muy indicado aprovechar los tanteos del niño en la constitución de la ciudad escolar para informarle sobre los mecanismos de la ciudad adulta.”
Pero además la función social de la escuela no debe limitarse a la presentación de alternativas de valor, sino que debe comprometerse y apostar por algunas de ellas sometiéndose a las demás a un proceso de critica razonada y objetiva, para que los alumnos a lo largo del proceso educativo, elaboren sus propios criterios, fortalezcan su voluntad reflexiva y puedan elegir, libremente, aquello que más les interesa o que consideren más satisfactorio y gratificante para su proyecto de vida.
Esta visión de la escuela como comunidad que apuesta por una alternativa ética y que favorece, en sus alumnos y alumnas, la capacidad de descernimiento sobre otras alternativas, nos lleva a otras consideraciones importantes. Hablar de alternativas, en el ámbito de los valores, es hablar de una propuesta educativa de vida y de humanismo para el presente y el futuro, y en esa propuesta, para que lo sea de verdad, deben cumplirse los requisitos imprescindibles.
1. En primer lugar, ha de ser una propuesta global y organizada; no puede componerse de un elenco de valores aislados o desligados unos de otros, sino que debe responder a un sistema de valores concretos, es decir es un conjunto de valores que deberían tener las personas para serlo de veras y para formar una sociedad verdaderamente humana.
2. Por otra parte, esa propuesta alternativa basada en un sistema de valores necesariamente ha de ser creada a partir de un consenso reflexivo. Por otra parte, esa propuesta alternativa basada en un sistema de valores necesarios ha de ser creada a partir de un consenso reflexivo de la comunidad escolar, debe ser una propuesta aceptada y compartida por todas las personas implicadas en la comunidad como una expresión de la propia identidad del centro.
Sin embargo los docentes en la escuela no trabajan en forma aislada; no se encuentran solos en sus tareas de trasmitir valores. Los padres de los alumnos (as), los distintos grupos sociales y los medios de difusión trasmiten valores que pudieran ser contradictorios en si mismos. La labor de los docentes es compleja y ellos no acarrean por sí solos la responsabilidad de las generaciones a las cuales contribuyen a preparar.
A la educación se le considera como la conciencia de la sociedad, aunque algunos con ironia la consideran la conciencia de la clase media en el sentido de que la sociedad (o la clase media) esperan que los educadores sean portadores y reproduzcan los valores que ellos como clase social y como sociedad tienen.
Sin embargo existe la impresión de que vivimos un doble juego. Por un lado se le exige, al educador que afirmen en los niños (as) y jóvenes unos comportamientos, unas actitudes y unos valores determinadas y por otro lado la sociedad adulta, la que está más allá del ámbito escolar, ignora o se ríe de esos valores. Prácticamente se está diciendo al alumno que lo que se dice es de puertas adentro, pero que en la sociedad real estas normas y valores no funcionan.
Al escolar no hace falta que se lo digan, porque él lo intuye, lo vive, sabré todo cuando concluye la primaria. Él ha aprendido a vivir en una dualidad: lo que dice la escuela, lo que dice nuestros dirigentes políticos y sociales, lo que está en las leyes es una cosa, pero lo que se vive en la realidad es otra muy distinta.
Por eso para no caer en esta dualidad y, para que la escuela, la familia y la comunidad sea contagiada de esos valores, se requiere de una serie de condiciones entre las que se destacamos las siguientes:
Los docentes deben vivir esos valores, estar persuadidos personalmente de poseerlos, desarrollarlos en sí mismos y en los demás vale la pena, produce satisfacción, da felicidad. Es lo que expresamos con palabras modelaje”, lo que antes se decía buen ejemplo y que significa en realidad lo mismo. El modelaje social es la única manera de transmitir valores, a los alumnos (as), familia y comunidad.
El impacto de la organización sobre el aprendizaje. Para el desarrollo de las actitudes es más fundamental la organización que el contenido curricular o la acción particular de algunas personas, directivos o docentes.
Esto quiere decir que el mensaje más importante va en la estructura, en la organización y no en los contenidos
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