Pruebas Psicológicas en la Infancia.

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Andrea Amezcua Valencia

Pruebas Psicológicas en la Infancia

Resiliencia – Ensayo

14-02-16

Entendiendo la resiliencia como la capacidad que posee un ser humano para sobreponerse de situaciones adversas desafiantes o difíciles de sobrellevar en un determinado contexto. Se han hecho varios estudios acerca de cómo el ser humano es capaz de desarrollar un determinado grado de resiliencia y que elementos contribuyen a ello. De acuerdo a los expertos, la resiliencia se va conformando con la interacción de diferentes componentes incidentes en la vida del niño, tales como los factores biológicos, la familia el temperamento, el locus de control, la inteligencia, y el ambiente social en el que el individuo se desenvuelve, por mencionar algunos de los más destacados. Gran parte del interés de las ciencias del comportamiento en investigar sobre este concepto, es debido al hecho de que existe una gran cantidad de niños que se enfrentan a realidades traumáticas, que a pesar de estar en circunstancias difíciles, no desarrollan patologías mentales, comportamientos criminales, ni abuso de sustancias adictivas. Se sabe que en un comienzo los estudios sobre resiliencia se enfocaron en las personas en condiciones de extrema pobreza, personas que habían sufrido experiencias traumáticas a temprana edad, individuos expuestos al estrés o con esquizofrenia.

Desde un enfoque biopsicosocial, la resiliencia es comprendida como un sinónimo de homeostasis ante circunstancias críticas. Este concepto se conforma de dos elementos, el de sustentabilidad que actúa ante el riesgo de desencadenar trastornos mentales después de pasar por una experiencia desafiante en varios niveles, y el de recuperación, que permite salir de las afecciones mentales causadas por la situación detonante.

En el sistema nervioso existen mecanismos neurobiológicos que participan de manera activa en la función de la resiliencia. La plasticidad cerebral juega un importante papel en la manera de cómo nos reponemos al pasar por una situación de estrés extremo. Algunos de los elementos más importantes en la respuesta posterior al acontecimiento traumático, son la reposición dentrítica hipocampal, así como también la regeneración de la neurogénesis en el giro dentado. Entre los químicos neuronales que participan activamente en la resiliencia encontramos el opioide de la dinorfina, que ejecuta operaciones de homeostasis en el cuerpo, como el control del dolor, la parte motora, la ejecución cardiovascular, la temperatura y la respuesta al estrés. Entre las hormonas que intervienen se encuentran la DHEA, que ejerce una función antiglucocorticoidea, que reduce los efectos del cortisol y el cortisol, que juega un papel determinante en la respuesta al estrés, encargado de mantener el estado de alerta, movilizar la energía celular y la focalización de la atención.

En la ciencia la existencia de la resiliencia ha tenido un trayecto controversial debido a la falta de medición de esta. En el año 2000, Chok Hiew encontró que la resiliencia contrarrestaba considerablemente los efectos del estrés, y generaba la disminución de emociones negativas tales como la rabia, la ansiedad, la depresión, y a la par, aumentaba la curiosidad y la salud emocional. Esto nos quiere decir que a un mayor nivel de felicidad, corresponde un mayor nivel de protección ante emociones negativas como la depresión y la ansiedad, se producen mejores perspectivas a futuro ante circunstancias difíciles y derivarían de las emociones positivas, facilitando el adecuado funcionamiento de la resiliencia.

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