Salud de los adultos

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La salud de los adultos

Yadira Gómez Gómez

María Paulina Camacho Salinas

Norma Casimiro García

Miriam Martina Camacho Álvarez

Josefina Villegas Rocha

Lorena Cristina Castillo Peña

Laura Rendon Lozano

Sagrario Marín Díaz

Nohemí Gabriela Gutiérrez Sánchez

Instituto Mexicano de Psicooncología, Plantel Montevideo

Psicología del adulto

Mtro. Catalino Aparicio Figueroa  

5 de octubre de 2021

INTRODUCIÒN

Como parte del ciclo vital, la edad adulta es la etapa del desarrollo más larga y se reconocen tres etapas: adultez emergente (etapa transitoria posterior a la adolescencia) que va de los 18 a los 25 años; adultez temprana, oscila entre los 25 y 40 años; y adultez media de los 40 a los 65 años.

La salud que presentan los individuos durante la adultez emergente y la adultez temprana es en su mayoría buena, debido a que las habilidades físicas y sensoriales se encuentran en óptimas condiciones. Pese a ello es un periodo en el que existe un constante riesgo de caer en algunas adicciones, excesos o cambios en el estilo de vida que pueden repercutir negativamente en la salud y, volverse un problema a largo plazo. Asimismo, enfermedades de salud mental, así como de transmisión sexual pueden llegar a presentarse.

Todas las personas crecemos y cambiamos a lo largo de nuestra vida y conforme el cuerpo empieza a envejecer, se hace cada vez más vulnerable a ciertas enfermedades. Para tener una vida saludable es necesario que las personas mayores se mantengan activas y saludables a través de las actividades diarias de autocuidado, tanto físico como mental.

El envejecimiento de la población es un fenómeno que se ha presentado a nivel mundial, teniendo cifras que siguen al alza, principalmente en países de ingresos altos y medianos. Según la Organización Mundial de la Salud (2018) la esperanza de vida en el hombre ha aumentado considerablemente en el mundo, siendo igual o superior a los 60 años; habiendo quienes tienen una vida longeva llegando por encima de los 80 años.

Al respecto, el envejecimiento puede presentarse de dos maneras: envejecimiento primario, siendo un proceso gradual, inevitable de deterioro corporal a lo largo del ciclo de vida o; envejecimiento secundario, cuando dicho proceso es consecuencia de enfermedades, abusos o falta de actividad física. Con base en ello, este ensayo tiene como objetivo brindar un panorama general en torno a la salud de los adultos considerando sus capacidades físicas y las afectaciones que pueden llegar a presentar durante el envejecimiento.

DESARROLLO

CAPACIDADES FÍSICAS

Las capacidades físicas se definen como la capacidad plena de un adulto para realizar una tarea; la calidad de vida del adulto contribuye al desarrollo de estilos de vida más saludables y autónomos; es importante destacar como numerosas investigaciones han demostrado que la edad adulta o vejez no tiene que ser necesariamente un periodo de la vida en el que predomine o se haga inevitable un deterioro fatal de las capacidades físicas.

Los cambios en los sistemas y estructuras físicos del cuerpo incluyen las capacidades sensoriales, el sistema nervioso y los órganos internos, salud y condición física, y habilidades motoras. Todos estos son aspectos del desarrollo físico. De alguna manera, el desarrollo físico puede estar genéticamente programado; pero ahora las investigaciones sugieren que las personas pueden controlar su propio desarrollo físico en mayor medida de lo que alguna vez se creyó posible. Los cambios en el funcionamiento mental (como memoria, inteligencia, resolución de problemas prácticos, razonamiento moral y sabiduría) son aspectos del desarrollo intelectual o cognitivo.

Craing (2009) nos habla de las habilidades motoras y tiempo de reacción donde nos comenta que, “Estas dos capacidades tienden a disminuir. El tiempo de reacción se alarga lentamente durante la adultez y con más rapidez durante la vejez. Es posible que se deterioren las habilidades motoras, pero el desempeño se mantiene constante, tal vez debido a la experiencia y a la práctica constante (Newman, 1982). Por ejemplo, quien corte leña o juegue tenis todos los días observará una pequeña reducción de su desempeño en la madurez. En cambio, conforme pasan los años, cada día resulta más difícil aprender habilidades nuevas.” (p.487).

Las capacidades físicas e intelectuales, por ejemplo, contribuyen enormemente a la autoestima y pueden influir en la elección de ocupación, ambos elementos importantes del desarrollo social y de la personalidad. Las decisiones acerca del trabajo y la jubilación pueden afectar el funcionamiento físico e intelectual.

SALUD Y ENFERMEDAD

Durante la mayor parte del ciclo de vida, la tasa de mortalidad de los hombres de cualquier edad es el doble que la de las mujeres de la misma edad, en parte porque los hombres tienden a realizar ocupaciones más peligrosas. También se incluyen factores psicológicos: tienden a estar menos preocupados por su salud porque se les enseña que los hombres deben ignorar el dolor; cuando se sienten mal o se someten a un examen de cuerpo completo, es menos probable que vean a un médico. Los hombres también pueden tener una mayor predisposición genética a determinadas afecciones. Craig, G., Baucum, D. (2009)

Las principales causas de muerte de hombres y mujeres entre los 45 y los 64 años de edad son: cardiopatías, cáncer, accidentes, enfermedades cerebrovasculares, hepáticas, pulmonares, SIDA, suicidio, diabetes y neumonía éstas han sido mencionadas según las tasas de muerte en varones según la National for Health Statistics (1995).

Por otro lado, se presentan cambios como la menopausia en el caso de las mujeres y la andropausia en el caso del hombre, entre muchos otros cambios a los que se enfrenta el adulto.

Un aspecto muy importante es el cómo estos cambios afectan el estado de ánimo de las personas adultas y cómo son percibidos emocionalmente desde el punto de vista de cada uno. Pero en este momento abordaremos algunos de estos cambios en las capacidades físicas del adulto como lo son las relacionadas con el aspecto motor.

En la adultez media comienzan a surgir los primeros problemas de salud en las personas, que pueden notarse en la disminución de algunos de sus sentidos, así como el deterioro en ciertas habilidades, particularmente las que se trabajan menos. Físicamente se percibe un aumento de peso en las personas, pérdida de estatura, así como de densidad ósea, particularmente entre los cincuenta y sesenta años.

Estas afectaciones son aceleradas por descuidos en la salud durante el inicio de la adultez (Merrill y Verbrugge, 1999; Whitbourne, 2001, citado en Papalia et al., 2012, p. 483). En esta etapa algunas de las enfermedades más comunes son diabetes e hipertensión, así como prevalencia de trastornos psicológicos.

Las enfermedades cardiovasculares y cáncer pulmonar, representa un riesgo mayor para los varones,  las mujeres antes de la menopausia están menos propensas a ataques cardíacos que los hombres, en parte porque su cuerpo produce estrógeno, terminando la menopausia, las cardiopatías se convierten en un problema también para ellas, pero aun así las mujeres son en minoría que fallezcan  a  consecuencia de un ataque cardiaco. La diabetes es otra afección  que ataca por igual a hombres y mujeres, por otro lado las enfermedades respiratorias como la bronquitis, el asma y el enfisema suelen contraer más los varones que las mujeres así como el VIH. Craig, G., Baucum, D. (2009)

Nuestros malos hábitos de salud cuando somos jóvenes se acumularán y aparecerán en la edad adulta, muchas enfermedades crónicas comenzarán a desarrollarse antes de ser diagnosticadas, como por ejemplo podemos mencionar que el tabaquismo y el uso excesivo de cualquier droga, incluido el alcohol, tienen consecuencias a largo plazo. El estrés es un factor importante en cualquier enfermedad del adulto, ya que  el estilo de vida tiene un impacto profundo en la salud, algunos casos dependiendo de cómo lo perciba cada individuo pueden generar estrés la economía, la familia, el trabajo, jubilaciones, despidos, divorcios, cambios de residencia, etc.

Algunas enfermedades propias de la edad que son menos serias pero no dejan de causar malestar y dificulta la vida diaria, es la artritis que aqueja tanto a hombres o mujeres, pero una gran cantidad de estudios han demostrado que el ejercicio antes y después de la madurez puede mejorar la resistencia y el estado físico, reducir la degeneración de las articulaciones y combatir ciertos tipos de artritis. Craig, G., Baucum, D. (2009)

Según un estudio realizado en Baltimore, se mencionó que la pérdida de función asociada al envejecimiento se puede prevenir o reducir, porque la longevidad se atribuye a buenos hábitos saludables, una dieta equilibrada y nutritiva, ejercicio adecuado y cuidados regulares, con lo anterior muchas personas viven hasta la edad adulta activa y prolongada. Craig, G., Baucum, D. (2009).

Dentro de los cambios psicológicos resaltan las crisis de identidad, angustia, episodios depresivos; así como deterioro de la memoria, concentración y la aparición de psicopatologías como las demencias. Entre las principales afectaciones se encuentran: trastornos afectivos, ansiedad, demencia, psicosis de la vejez y abuso de sustancias; a lo que se suman alteraciones cognitivas, conductuales y problemas de sueño (Vega, González y Oliviera 2009). De manera particular, la depresión es una alteración del estado de ánimo que se distingue como la pérdida de intereses personales, se considera que todo adulto mayor tendrá un episodio de depresión durante el transcurso de sus vidas, lo que se asocia con factores como enfermedades, pérdidas, etc. (Tanner, 2005).

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