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Se Puede Transferir El Conocimiento A Traves De Los Genes En Los Mamiferos?


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2013  •  1.803 Palabras (8 Páginas)  •  3.600 Visitas

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En el siguiente texto se describirá el siguiente problema, cuya categoría es la Psicologia, ¿El aprendizaje de patrones de comportamientos puede transmitirse en un linaje de mamíferos a través de los genes?

En otras palabras, se refiere a que si el conocimiento o la inteligencia puede trasmitirse en forma de herencia cuando se concibe un bebe, asi como se transmite el color de pelo, la forma de la nariz, el color de ojos, o la forma de la cara. A mi parecer, mi respuesta seria que no, porque si asi fuera, a muchos de nosotros ni siquiera tendríamos la necesidad de asistir a una escuela, o que nos enseñen a caminar, seriamos autodependientes al nacer, puede que ni siquiera necesitaríamos ayuda de alguien para nada. Pero como no es asi, por eso yo considero que la respuesta a esta pregunta es que no. Algunos científicos han investigado y han llegado a la misma conclusión, mas hay algunos otros que afirman lo contrario, pero yo pienso que esto es algo muy obvio.

En el siguiente marco teórico lo explica todo mas detallado y con mayor precisión. Para mi es algo muy fácil de ver, ¿Cuándo han visto a un bebe de 5 meses caminar o escribir por si solo?. Esto también es una gran plan y una bella obra de Dios, si naciéramos con inteligencia, no distanciaríamos de nuestros padres, aun y aunque estemos obligados a quererlos, si naciéramos con inteligencia, nos distancia. Porque nuestros padres no enseñan a caminar, a comer, a hablar a muchas cosas mas por el simple hecho de que nos aman y nos cuidan. Es la naturaleza y el plan de Dios y nada ni nadie lo puede cambiar porque con sus manos fue hecho.

Marco Teórico

Psicología

¿El aprendizaje de patrones de comportamientos puede transmitirse en un linaje de mamíferos a través de los genes?

Primero que nada, es importante saber que el conocimiento no se transmite, se aprende, nadie nace sabiendo algo, es algo que se va aprendiendo con el paso del tiempo. Nuestros padres nos enseñan a caminar, asi como también algunas bases practicas y básicas en la vida, nuestros maestros nos enseñan el abecedario, sumar y restar, y todo lo que a lo que el conocimiento académico se refiere, nuestro ambiente nos enseña a sobrevivir al mundo y su derredor, también a ser alguien en la vida. Los mismo sucede con los animales (mamíferos), obviamente de una manera menos civilizada. A lo largo de los años una de las grandes polémicas que ha surgido entorno al estudio del carácter y comportamiento humano es la determinación del peso que tiene la herencia en la formación del mismo. Son numerosos los estudios y muchos los resultados a favor y en contra de una y otra opción, lo cierto es que la influencia de ambas existe, incluso interactúan, pero es el entorno el susceptible de cambio, lo modificable y a nuestro alcance para poder instaurar, reducir o aumentar conductas. Este entorno o ambiente está formado por una serie de factores externos que ejercen o pueden ejercer una acción directa sobre el comportamiento. Ambiente es todo lo que nos rodea: la familia con la que uno vive, el contexto social en que se encuentra, el lugar donde reside. Ambiente son también las ideas, creencias, juicios de quienes nos rodean. La elección de la escuela a la que acudirán nuestros/as hijos e hijas, de acuerdo con nuestras ideas acerca de la educación o por criterios de tipo práctico, el barrio en el que vivirán, la estructura familiar, las amistades etc. están configurando parte del ambiente que les rodeará y por tanto su “carácter”, su ideología, sus gustos.

Incluso la predisposición genética a tener un determinado físico, que a priori no supone por sí mismo un problema, lo puede llegar a ser en un ambienten en el que las pautas estéticas que rigen, valoran tener el pelo lacio o estar delgado. En este caso los rasgos iniciales son debidos a la herencia pero la conducta que se origina será debida a la interacción de estos rasgos con el medio. Pero, ¿a qué llamamos conducta? Llamamos conducta o comportamiento a todo lo que hace el ser humano, adulto o niño: una acción, un movimiento, e incluso la forma de reaccionar en una situación determinada. Siempre estamos haciendo algo y los demás a nuestro alrededor también.

De las respuestas que dé el ambiente a estos comportamientos, respuestas positivas o negativas, va a depender que estos persistan, aumenten o disminuyan. Si cuando una niña llora, su madre o padre le coge en brazos enseguida, aprenderá que su comportamiento ha sido eficaz para conseguir su objetivo y por tanto mantendrá este comportamiento siempre que desee que esa consecuencia, tan positiva para él, vuelva a suceder. Si un niño recibe un caramelo inmediatamente después de vestirse solo, es probable que en el futuro se vista solo con más frecuencia, ha visto “recompensado” su esfuerzo. Si al comprar en una tienda logramos un descuento, probablemente volveremos a comprar a esa tienda. Todos estos comportamientos han estado seguidos de consecuencias positivas, agradables, por ello la probabilidad de repetirse en un futuro aumentará.

Si por el contrario, al realizar una conducta no se obtienen consecuencias agradables o incluso las consecuencias que se obtienen son negativas (un insulto, quedarme sin postre o sin mi programa favorito, una factura cara por un servicio poco competente...) es probable que esa conducta disminuya o no se repita más. Luego el aprendizaje de unos comportamientos u otros dependerán, en gran medida, de las consecuencias que producen en le entorno.

Pero no sólo las consecuencias son las responsables de nuestra forma de actuar.

“¿Dónde habrá aprendido este niño a...?, nosotros nunca lo hacemos”. La observación e imitación de los modelos que nos rodean también son una fuente importante de aprendizaje. El aprendizaje por imitación se inicia muy pronto y se desarrolla durante toda la vida.

La adquisición del habla es un ejemplo claro de aprendizaje por imitación.

Ésta se realiza en un principio en presencia del modelo, más adelante esta presencia no será necesaria para que el niño pueda imitar al modelo. Bastará con que observe un comportamiento en un momento determinado y lo reproducirá posteriormente porque lo recuerda, aunque la situación no sea exactamente la misma. Los primeros modelos a imitar van a ser los familiares cercanos: hermanos, padre y madre, etc. Más tarde cuando el niño vaya a la guardería o al colegio serán los maestros, compañeros, amigos de juegos, héroes, cantantes y protagonistas de sus series preferidas. Ahora bien, de nuevo las consecuencias del comportamiento tiene un peso importante, los niños no imitan todos los comportamientos que ven a su alrededor, sino que seleccionan, observando cuáles son los que reportan consecuencias positivas tanto a quienes los realizan como a ellos mismos al ejecutarlos. Si la primera vocalización del bebé, o su primera sonrisa viene seguida del entusiasmo de los padres, o de un sonido similar, la probabilidad de que éste lo repita será mayor. Así pues vemos que tanto la conducta adecuada como la inadecuada (aquella que dificulta el desarrollo personal satisfactorio, tanto del que emite, como del que recibe el comportamiento) se aprenden por procedimientos análogos y que en nuestra mano está, muchas veces, modificar el ambiente que contribuye o no al desarrollo de las mismas. Conociendo las técnicas adecuadas y llevándolas a cabo de forma consistente y en el momento adecuado, podremos, en principio, aprender a modificar el comportamiento.

Los animales somos sistemas termodinámicamente improbables. A pesar de todo logramos sobrevivir gracias a que acumulamos y transmitimos los trucos que vamos descubriendo. Recibimos información de nuestros congéneres por dos canales distintos: por herencia genética y por aprendizaje social. Suele considerarse el aprendizaje un proceso alternativo al instinto, entendiendo al último como la información que se transmite genéticamente de una generación a la siguiente.

La mayoría creemos que la capacidad de aprender constituye una propiedad de la inteligencia. Se dice que la diferencia entre el aprendizaje y el instinto separa a los seres humanos de los animales. La genética es la rama de la biología que estudia la herencia y sus variaciones. La herencia es lo que se transmite de padres a hijos. Cada gen transmite un carácter para una determinada información biológica, que puede ser dominante o recesiva, los caracteres biológicos de los genes se pueden manifestar o bien permanecer recesivos, por ejemplo, en la especie humana, los caracteres mas sobresalientes transmitidos por los genes son el color de ojos, la forma de los ojos, color de cabello, textura, tipos de cabellos, color de piel, etc, tipo de grupos sanguíneos, algunos caracteres recesivos son la Hemofilia, el Daltonismo, herencia ligada al sexo, etc.

Se ha observado, por ejemplo, que muchos insectos aprenden de manera prodigiosa. Y a la inversa, sabemos ahora que, a menudo, el proceso de aprendizaje en los animales superiores, y en los insectos también, se ajusta a directrices innatas, es decir, lo dirige información contenida en la dotación genética del animal. En otras palabras, el propio proceso de aprendizaje suele estar controlado por el instinto.

La cultura está en los cerebros y solamente los animales (y no todos) poseen cerebro. Por tanto, las entidades descerebradas (como las empresas o las naciones) carecen de cultura en sentido estricto. Sin embargo, es posible dar una descripción estadística agregada de las culturas de sus miembros y hablar en sentido translaticio de las culturas grupales. Con frecuencia se compara la evolución de las especies biológicas con la de las culturas grupales o grupos culturales. Es cierto que hay un gran parecido entre la especiación alopátrica y la fragmentación cultural. La fragmentación cultural, también por aislamiento geográfico o social, provoca el aislamiento comunicativo y la evolución cultural diferencial (las nuevas ideas en un subgrupo ya no se difunden en el otro y las diferencias se acumulan hasta producir dos grupos culturales distintos). Así, el aislamiento de las poblaciones de la misma especie puede conducir al surgimiento de nuevas especies, mientras que el aislamiento de poblaciones que hablen la misma lengua, por ejemplo, puede conducir al surgimiento de nuevas lenguas, como ocurrió con la fragmentación del latín en lenguas romances tras la caída del imperio romano.

En conclusión, el aprendizaje de patrones de comportamientos no puede transmitirse a través de los genes porque, como esta explicado en el texto anterior, la mayoría de las veces es mas un conocimiento aprendido, no ya adquirido, como cuando vemos a nuestros padres hacer algo, este bien o mal, como ellos son nuestros padres, lo vemos bien y los seguimos, seguimos su ejemplo, ellos para nosotros son como maestros, lo que ellos hagan, lo haremos nosotros, por eso es mas bien algo que aprendes, no algo que se trasmite por genes. Igual es con los animales (mamíferos), aprenden igual que nosotros, no nacen sabiendo como cazar y caminar, somos parecidos en ciertos rasgos a ellos.

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