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Tecnicas De Terapia Familiar / Minuchin


Enviado por   •  16 de Febrero de 2015  •  4.636 Palabras (19 Páginas)  •  1.978 Visitas

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TÉCNICAS DE TERAPIA FAMILIAR.

Autor: Salvador Minuchin

CAPITULO I.

• El oficio del terapeuta es curar, es un ser humano que se interesa terapéuticamente por sus prójimos en ámbitos y problemas que los hacen sufrir, al tiempo que observa un gran respeto por sus valores, sus intereses y sus preferencias estéticas.

• Su meta es trascender lo técnico, ya que la técnica sola no asegura eficacia, si el terapeuta permanece apegado a la técnica, su contacto con los pacientes será objetivo, desapegado, limpio, pero también superficial, manipulador en beneficio del poder personal y, en definitiva no muy eficaz.

• El arte de la terapia familiar consiste en entrar en coparticipación con una familia, experimentar la realidad como sus miembros la vivencian.

Espontaneidad Terapéutica.

• En el lenguaje usual, espontaneidad evoca la idea de lo “no planeado” En este sentido, un terapeuta espontaneo es el que ha sido entrenado para emplear diferentes aspectos de sí- mismo en respuesta a contextos sociales diversos y dentro de la gama de posibilidades tolerables para la ellos.

Método de Formación.

• El terapeuta espontaneo debe poseer conocimientos sobre las características de la familia como sistema, el proceso de sus transformación y la participación del terapeuta en ese proceso.

• Las habilidades específicas de la terapia, por el contrario, se transmiten por vía inductiva en un proceso de aprendizaje en sesiones repetidas con supervisión.

• La formación requiere también determinados instrumental pedagógico; una colección de videotapes sobre el trabajo de terapeutas experimentados, una sala provista de un falso espejo para la supervisión en vivo y un sistema completo de videotapes que permita registrar la labor de los practicantes, a fin de poder analizarla después.

• La formación tiene dos fases; una está dedicada a la observación y la otra a la práctica. En la primera los maestros enseñan su estilo terapéutico en sesiones en vivo, que los discípulos observan.

• La segunda fase consiste en la supervisión de los aspirantes, en vivo o sobre la base de videotapes, en sesiones de terapia conducidas por ellos mismos. El maestro supervisor y el grupo de aspirantes observa al aspirante que trabaja con una familia.

• La supervisión podrá enfocar las singularidades de la sesión, puesto que se produce en una situación real. Posteriormente el supervisor prescribe medidas, destinadas a aumentar la pericia del aspirante.

CAPITULO 2.

Familias

• La familia es un grupo natural, que en el curso del tiempo ha elaborado, pautas de interacción, que constituyen la estructura familiar, que a su vez rige el funcionamiento de los miembros de la familia, define su gama de conductas y facilita su interacción reciproca.

• La familia necesita de una estructura viable para desempeñar sus tareas esenciales, a saber, apoyar la individualización al tiempo que proporciona un sentimiento de pertenencia.

• Todos los miembros de la familia saben el mapa del territorio familiar y saben las limitaciones y avances que ese mapa permite.

• El terapeuta aspirante, tiene que ver en la familia algo más que un mero agregado de subsistemas diferenciados. Vivenciará el pulso de la familia, experimentará sus demandas de reacomodamiento y sólo se sentirá cómodo si avanza respetando el tiempo de ellas. Vivenciará también su umbral para lo correcto y vergonzoso, su tolerancia al conflicto, su sentimiento de lo ridículo o lo sagrado y su concepción del mundo.

• Arthur Koestler designo un termino a aquellas unidades en los niveles intermedios de cualquier jerarquía: La palabra holón, del griego holos (todo) con el sufijo on (como en protón o neutrón), que evoca una partícula o parte.

• La familia nuclear es un holón de la familia extensa, esta lo es de la comunidad, y así, cada todo contiene a la parte, y cada parte contiene también el programa que el todo impone.

• La parte y el todo se contienen recíprocamente en un proceso de comunicación e interrelación.

El Holón individual.

• Valorar al individuo como autónomo y sin vínculos que lo sofoquen. Aunque en ninguna parte entre los seres vivos se hallará esa falta de vínculos

• El holón individual incluye el concepto de sí mismo en contexto. Contiene los determinantes personales e históricos del individuo. Hasta abarcar los aportes actuales del contexto social.

• Las interacciones específicas con los demás, traen a la luz y refuerzan los aspectos de la personalidad individual que son apropiados al contexto. Y recíprocamente el individuo influye en las personas que interactúan con él en papeles determinados porque sus respuestas traen a la luz y refuerzan las respuestas de ellos.

Holón Conyugal.

• En la terapia familiar es útil conceptualizar el momento de la familia como el momento en que dos adultos, hombre y mujer, se unen con el propósito de formarla.

• Una de las más vitales tareas del sistema de los cónyuges es la fijación de límites que los protejan, procurándoles un ámbito para la satisfacción de sus necesidades psicológicas.

• El subsistema de los cónyuges puede ofrecer a sus miembros una plataforma de apoyo para el trato con el universo extrafamiliar y proporcionarle un refugio frente a las tenciones de afuera.

• El subsistema conyugal es vital para el crecimiento de los hijos. Constituye su modelo de relaciones íntimas, como se manifiestan en las interacciones cotidianas.

El Holón Parental.

• Las interacciones dentro del holón parental incluyen la crianza de los hijos y las funciones de socialización.

• Dentro del subsistema parental, el niño vivencia el estilo con el que su familia afronta los conflictos y las negociaciones.

• El holón parental puede estar compuesto muy diversamente. A veces incluye un abuelo, una tía o un hermano parental en el que se delega la responsabilidad de cuidar y disciplinar a sus hermanos.

• El terapeuta tiene la tarea de descubrir quiénes son estos miembros en el subsistema, ya que de poco valdrá instruir a una madre, si quien realmente cumple ese papel para el niño, es su abuela.

• Es esencial que el terapeuta este atento a la participación de todos los miembros en el mantenimiento de la interacción disfuncional, por un lado, y por el otro en la eventual solución del problema, con los recursos que ellos mismos puedan poseer.

El Holón de los Hermanos.

• Los hermanos constituyen para un niño el primer grupo de iguales en que participa. Dentro de él aprende y se divierte.

• Los hermanos elaboran sus propias pautas de interacción para negociar, cooperar y competir. Se entrenan en hacer amigos y en tratar con enemigos. Este proceso promueve tanto su sentimiento de pertenencia a un grupo, como su individualidad vivenciada en el acto de elegir y de optar por una alternativa dentro de un sistema.

• Es importante que el terapeuta hable el lenguaje de las diferentes etapas evolutivas y esté familiarizado con sus diversos recursos y necesidades.

El desarrollo y el cambio.

• La familia no es una entidad estática. Está en proceso de cambio continuo, lo mismo que sus contextos sociales. El cambio se produce en el presente pero solo cobrara relieve en el largo plazo.

• Como todos los organismos vivos, la familia tiende al mismo tiempo a la conservación y a la evolución.

• Este modelo del desarrollo concibe cuatro etapas principales organizadas en torno del crecimiento de los hijos. Comprenden: la formación de la pareja, la familia con hijos pequeños, la familia con hijos en edad escolar o adolescentes y la familia con hijos adultos.

Formación de la Pareja.

• En el primer estadio se elaboran las pautas de interacción que constituyen la estructura del holón conyugal.

• Tienen que establecerse mediante negociación, las fronteras que regulan la relación de la nueva unidad con las familias de origen, los amigos, el mundo de trabajo etc.

• La pareja debe definir nuevas pautas para la relación con los demás. Dentro del holón conyugal, la pareja deberá armonizar los estilos y expectativas de ambos y elaborar modalidades propias para procesar la información, establecer contacto y tratarse con afecto. Así como aprender a enfrentar los conflictos que surgen cuando dos personas están empeñadas en formar una nueva unidad.

• El terapeuta que trabaja con una familia que pasa por este estadio, puede verse precisado a poner el acento en la complementariedad, para ayudar a sus miembros a comprender, que la pertenencia es enriquecedora no solo limitadora.

La Familia con Hijos Pequeños.

• El segundo estadio sobreviene con el nacimiento del primer hijo, cuando se crean en un mismo instante nuevos holones; parental, madre-hijo, padre-hijo.

• El holón conyugal se debe reorganizar para enfrentar las nuevas tareas, y se vuelve indispensable la elaboración de nuevas reglas. El recién nacido depende por entero de un cuidado responsable. Al mismo tiempo, manifiesta aspectos de si propia personalidad, a que la familia se debe adaptar.

• Es probable que el terapeuta deba empujar al padre hacia la madre y el hijo, reinstalándolo en funciones parentales, y ayudándolo a elaborar una visión más compleja y diferenciada de si mismo dentro de los holones conyugal y parental.

• Así mismo cuando nace otro hijo, es preciso instituir un mapa más complejo y diferenciado de la familia, incluyendo un holón de los hermanos.

La Familia con Hijos en edad escolar o Adolecentes.

• Cuando los hijos comienzan a ir a la escuela inicia el tercer estadio de desarrollo. Toda la familia debe elaborar nuevas pautas: como ayudar en las tareas escolares; determinar quien debe hacerlo, las reglas que se establecerán sobre la hora de acostarse etc.

• La familia deberá negociar ciertos ajustes y los nuevos límites entre progenitor e hijo tenderán a permitir el contacto, al mismo tiempo que dejan libertad al hijo para reservarse ciertas experiencias.

• Una nueva fuente de presión y de exigencia puede empezar a influir sobre la familia en esta etapa.

• Por último en este estadio comienza el proceso de separación. Cuando esto sucede puede representar el fracaso en adaptarse a los requerimientos del cambio familiar.

La familia con un hijo Adulto.

• El cuarto y último estadio a veces llamado del “nido vacío” Este nuevo estadio requiere una nítida reorganización, cuyo eje será el modo en que padres e hijo se quieran relacionar como adultos.

• En este estadio los hijos han creado su propio compromiso con un estilo de vida, una carrera, amigos, un cónyuge etc.

• El subsistema de los cónyuges vuelve a ser el holón familiar esencial para ambos, aunque si nacen nietos se tendrán que elaborar estas nuevas relaciones.

• Cuando una familia demanda tratamiento, sus problemas se deben a que se ha estancado en la fase hemostática.

• La terapia es el proceso mediante el cual se toma a una familia que se ha estancado en algún punto de la capital del desarrollo y se crea una crisis que la empujará en el sentido de su propia evolución.

CAPITULO 4

PLANIFICACIÓN.

• Los terapeutas de la familia aprenden a teorizar más allá de los datos que poseen a cerca de una familia, pero siempre conscientes de que la estructura de ésta nunca se les manifiesta enseguida.

• No obstante, una hipótesis inicial puede ser invalorable instrumento, sobre ciertas familias como un todo, tras una primera inspección de ciertos aspectos básicos de su estructura.

• Las configuraciones más comunes en la práctica son: las de pas de deux, de tres generaciones, del soporte, del acordeón, de la familia cambiante y de la familia huésped.

FAMILAS DE PAS DE DEUX.

• Familia que se compone de dos personas. Por ejemplo madre e hijo, la pareja ancianos cuyos hijos ya han dejado el hogar. Se suele decir que padecen el síndrome del nido vacio. Otro ejemplo lo constituye el progenitor y su hijo único adulto, que han vivido juntos toda la infancia de éste.

• Para ello el terapeuta investigara las fuentes extrafamiliares de apoyo o de interés a fin de cuestionar la concepción “somos una isla” de la realidad familiar.

FAMILIAS DE TRES GENERACIONES.

• Familia extensa con varias generaciones que viven en íntima relación: es probablemente la configuración familiar más típica en todo el mundo.

• En Occidente tiende a ser más característica de la clase media baja y de los grupos socioeconómicos inferiores.

• Lo mismo que las demás configuraciones, la familia extensa necesita de un contexto social que complemente sus operaciones. Cuando trabajan con familias de tres generaciones, los terapeutas de familia se deben guardar de su tendencia a obrar una separación.

• Cuando lo indicado desde el punto de vista terapéutico, quizá, sea trabajar dentro del sistema cooperativo hacia una diferenciación de funciones y no promover la formación de una estructura acorde a la norma cultural.

• Son muchas las familias de tres generaciones: desde la combinación de progenitor soltero, abuelo y niño, hasta la compleja red de vastos sistemas de parentesco que no necesitan estar alojados en un mismo domicilio para ejercer notable influjo.

• Puede ser indispensable para el terapeuta descubrir cual es realmente “la familia” cuantos miembros tiene y que nivel de contacto sostienen estos con la red extensa.

FAMILIAS CON SOPORTE.

• Familias grandes. Cuando son muchos los niños en un hogar, por lo común uno de ellos, y a veces varios de los mayores, reciben responsabilidades parentales. Estos niños, toman sobre sí funciones de crianza de los demás niños, como representantes de los padres.

• Existe peligro de que los niños parentales contraigan síntomas cuando se descargan sobre sus hombros responsabilidades superiores a sus fuerzas o no se les confiere la autoridad que les permitiera ponerlas en práctica.

• En la terapia puede ser eficaz emplear técnicas de fijación de fronteras que reorganice el sistema parental sin el niño parental y realizar sesiones con los hermanitos solos , en que la posición de aquél sea reorganizada.

FAMILIA ACORDEON.

• Familia en que uno de los progenitores permanece alejado por lapsos prolongados (Ej. las familias de los militares) y el cónyuge que permanece en el hogar asume funciones adicionales de cuidado de los niños, ejecutivas y de guía a expensas de la colaboración entre los miembros de la pareja.

• Es posible que estas familias, demanden terapia cuando el progenitor viajero cambia de trajo y se convierte en figura permanente dentro de la organización familiar.

• La terapia incluirá en ésta maniobra reestructuradoras, sino educativas. La familia tiene que comprender que, en efecto, forma una familia “nueva”.

LAS FAMILIAS CAMBIANTES.

• Familias que cambian constantemente de domicilio: por deber mucho alquiler, porque transfirieren constantemente al papá a trabajar a distintos estados, el progenitor soltero que cambia constantemente de pareja son otro ejemplo.

• Es importante para el terapeuta reconstruir un historial que le permita determinar si lo que parece uno organización estable, no es, en realidad, transitoria. En tal caso parte de la función del terapeuta será ayudar a la familia para que decida con claridad su estructura organizativa.

• El terapeuta tiene que tener en cuenta que si la familia pierde su contexto por cambio de domicilio, sus miembros entraran en crisis y tenderán a funcionar en un nivel más bajo de capacidad que en circunstancias en que se recibe el apoyo del contexto extrafamiliar.

FAMILIAS HUSPEDES.

• Un niño huésped es por definición miembro de una familia temporaria, la familia huésped no debe apegarse al niño es preciso evitar una relación padre-hijo, que será quebrada si el niño debe mudarse a un nuevo hogar, o regresar a la familia de origen.

• Un problema potencial en esta configuración familiar es que la familia se organiza como si no fuera huésped y el niño es incorporado al sistema familiar. Si después desarrolla síntomas, puede ser el resultado de tenciones dentro del organismo familiar. No obstante el terapeuta y la familia que los síntomas del niño son producto de su experiencia previa al ingreso en esta familia.

• Una complejidad adicional de la familia huésped es la introducida por la presencia del instituto de colocación. En estos casos el terapeuta tiene que contemplar la posibilidad de introducir a la asistente social (trabajadora social) del instituto en el contexto terapéutico y utilizarla como coterapeuta a fin de prestar asistencia al organismo familiar total, incluido el niño.

NOTA.

• El formulario de admisión de la terapia no solo suele contener información sobre estas diversas configuraciones, sino además sobre el estadio de desarrollo en que se encuentra la familia. En consecuencia, sucesos que obedecen a estos estadios de desarrollo pueden amenazar el equilibrio familiar.

• El formulario debe incluir, la religión de la familia. Su nivel económico y su origen étnico.

• Por último el cuadro de situación contendrá el problema que motivo la demanda del servicio, ya que ciertos síntomas, son claro indicio de determinados ordenamientos estructurales de la familia.

FAMILIAS CON PADRASTRO O MADRASTRA.

• Cuando un padre adoptivo se agrega a la unidad familiar tiene que pasar por un proceso de integración que puede ser más o menos logrado.

• El nuevo padre puede no entregarse a la familia en compromiso pleno o bien la unidad originaria, puede mantenerlo en una posición periférica.

• En esta configuración familiar, las crisis pueden ser comparables a los problemas que surgen en un organismo familiar reciente; se las debe considerar normales. Aunque es posible que el terapeuta tenga que asistir a la familia, introduciendo esquemas para una evolución gradual.

FAMILAS CON UN FANTASMA.

• La familia que ha sufrido muerte o deserción puede tropezar con problemas para reasignar las tareas del miembro que falta.

• Los miembros de estas familias pueden vivir sus problemas como la consecuencia de un duelo incompleto.

• Desde el punto de vista terapéutico se trata de una familia en transición en donde las configuraciones anteriores, estorban el desarrollo de nuevas estructuras.

FAMILIAS DESCONTROLADAS.

• En familias en que uno de sus miembros presenta problemas en el área del control.

• El terapeuta supone la existencia de problemas en uno o varios entre determinados cambios: la organización jerárquica de la familia, la puesta en marcha de las funciones ejecutivas dentro del subsistema parental y la proximidad entre miembros de familia.

• El tipo de problema de control, varía según el estadio de desarrollo de los miembros de la familia.

FAMILIAS CON HIJOS DELINCUENTES.

• El control de los progenitores depende de su presencia, las reglas existe solo mientras ellos están ahí. El hijo aprende que en un contexto hay determinadas reglas, que sin embargo no rigen en otros contextos.

• Las pautas de comunicación tienden a ser caóticas en estas familias. Sin embargo, cuando estas familias tienen varios hijos, el subsistema de los hermanos puede llegar a ser un contexto importante que permita iniciar la organización de una nueva configuración familiar y crear fronteras significativas

FAMILIAS EN QUE LOS NIÑOS SON MALTRATADOS.

• El sistema no puede controlar las respuestas destructivas de los padres hacia los hijos. Por lo común, estos progenitores carecen de sistemas de apoyo, carecen de un contexto adulto, en el que se pudieran desenvolver competentemente.

• La familia se convierte en el único campo en el que el progenitor puede desplegar poder y capacidad y esta restricción excesiva aflora como agresión.

• En ciertos casos la familia que maltrata a sus hijos se organiza en torno de una díada demasiado unida uno de los progenitores y un hijo. En estas familias los malos tratos entre los padres desbordan sobre los hijos.

LA FAMILIA DEL BEBE QUE NO PROSPERA.

• Se suele calificar a ésta, en la misma categoría que la familia en que se maltrata a los hijos, esto se debe a que en ambos casos el efecto es poner en peligro al niño. En estas situaciones, las técnicas terapéuticas, procuran interesar a los padres, a diferencia de las técnicas de deslinde de fronteras, que son las indicadas en caso de maltrato a niños.

Nota:

En dos tipos de familia los niños sufren de fobias escolares. En uno de ellos, la fobia a la escuela manifiesta una organización delincuencial. En el otro, la situación es semejante a la de la familia con hijos psicosomáticos. La unión excesiva entre el niño y uno de los miembros de la familia ata al niño y lo hace permanecer en casa como compañero.

FAMILIAS PSICOSOMATICAS.

• Cuando la queja que motiva la demanda es un problema psicosomático de alguno de los miembros de la familia, la estructura de ésta, incluye una excesiva exigencia en los cuidados tiernos.

• Entre las características de esta familia se descubre sobreprotección, fusión o unión excesiva entre los miembros de la familia: la incapacidad de resolver conflictos, enorme preocupación por mantener la paz o evitar los conflictos y una rigidez extrema.

• Uno de los problemas que el terapeuta enfrenta con estas familias es justamente su carácter agradable, lo absorben en su política de paz a cualquier precio.

• El terapeuta puede creer que cooperan con él, sólo para sentirse una y otra vez decepcionado por los problemas que le ponen.

CAPITULO 12

Desequilibramiento.

• En el desequilibramiento, la meta es cambiar el vínculo jerárquico entre los miembros de un subsistema.

• Cuando el terapeuta y los miembros de la familia coparticipan en un sistema terapéutico, acuerdan un contrato explicito que define al terapeuta como el perito del sistema y el líder de la empresa terapéutica. En consecuencia, el mero ingreso en el sistema terapéutico modifica la estructura de poder de la familia.

• El problema es que el terapeuta tendrá que utilizarse a sí mismo como miembro del sistema terapéutico para cuestionar y modificar la distribución del poder en el seno de la familia. Los miembros de ésta esperan que el terapeuta sea firme pero equitativo esperan que apoye el punto de vista de todos en un acto de equilibramiento que deje todo como estaba o que “juzgue” quien tiene razón desde la posición objetiva de un perito ajeno a la familia. En lugar de ello, el terapeuta entra en coparticipación y apoya a un individuo o a un subsistema a expensas de los demás.

• El miembro que cambia de posición dentro de la familia por su alianza con el terapeuta no reconoce las señales de la familia o no responde a ellas. Opera con modalidades desacostumbradas atreviéndose a explorar terrenos no habituales de funcionamiento personal e interpersonal y poniendo de relieve posibilidades que antes no se advertían.

• Dos importantes problemas presentan la técnica de desequilibramiento. Uno es de carácter ético. Ya que estas técnicas son inequitativas por definición. En virtud de lo cual, el terapeuta deberá prestar mucha atención al efecto que esta técnica produce sobre la tensión familiar y, en particular, a las dificultades con que tropieza un miembro de escaso poder cuando de repente queda aliado con el terapeuta .

• El otro problema de las técnicas de desequilibramiento se refiere a las exigencias que imponen al terapeuta.

• Las técnicas de desequilibramiento se pueden agrupar en tres categorías, según las exigencias que plantean al terapeuta en materia de participación personal. El terapeuta se puede aliar con miembros de la familia, ignorarlos o entrar en coalición con unos contra otros.

Alianza con miembros de la familia.

• La coparticipación terapéutica es en esencia una técnica de alianza. El terapeuta confirma a las personas, pone de relieve su lado fuerte y de este modo se convierte para ellas en una fuente importante de autoestima.

• En virtud del empeño que pone en utilizarse a sí mismo para crear un contexto de confianza y esperanza, promuévela búsqueda y experimentación de alternativas. Para desequilibrar, recurrirá a su alianza con un miembro de la familia, destinada a modificar su posición jerárquica dentro del sistema familiar.

• El hecho de enfocar a un miembro, modifica la posición de todos los demás. Si bien se puede desequilibrar aliándose con un miembro dominante del grupo en la mayoría de los casos esta técnica se utiliza para dar apoyo o un miembro periférico o de posición inferior dentro de la familia. Esta persona, cuando siente la alianza del terapeuta empezara a cuestionar su posición prescrita dentro del sistema.

Alianza alternante.

• En ciertas familias, una alianza alternante con subsistemas en conflicto puede producir un cambio en la pauta jerárquica de la familia. Aliarse alternativamente con los dos lados es una técnica de difícil ejecución: en efecto, los miembros de la familia pueden encuadrar esa intervención de manera que contribuya a mantener la simetría y la distancia existentes, en lugar de producir alternativas.

• La meta de esta técnica consiste en atribuir a cada subsistema posiciones diferentes y complementarias: de este modo, en lugar de competir por la jerarquía dentro del mismo contexto, los miembros de la familia ensayan nuevas modalidades de relación en un marco más amplio.

• Estas estrategias son útiles cuando se trabaja con familias con hijos adolescentes, donde el terapeuta apoya el derecho de los padres a tomar decisiones y al mismo tiempo el derecho de los adolescentes a cuestionar y solicitar cambios en el proceso de toma de decisiones dentro de la familia.

Ignorar a miembros de la familia.

• Esta técnica de desequilibramiento contraria la manera de ser que la cultura a impuesto en el terapeuta: en efecto, demanda la capacidad de hablar y obrar como si ciertas personas fueran invisibles.

• Los miembros de la familia desconocidos se sienten cuestionados en su derecho más esencial, el de ser reconocidos. Se rebelaran contra tan radical falta de respeto, recurriendo a algunas modalidades de demanda o de ataque. Su rebelión contra el terapeuta puede cobrar la forma de un desafío directo. Pero más a menudo consistirá en una llamada a cerrar filas con los demás miembros de la familia. Esta última interacción, que conlleva muchas veces un reclamo de coalición contra el terapeuta posibilita un realineamiento de las jerarquías familiares.

• El terapeuta utiliza esta técnica en su variedad más suave en los casos en que ignora a un niño demasiado demandador y acaparador. Cuando es eficaz esta intervención produce un desenfoque inmediato del niño lo que puede tener sobre él un efecto apaciguador.

• Una forma más activa de esta técnica consiste en que el terapeuta formule de manera explícita su cuestionamiento. Puede decir “No me gusta hablar con personas que no se comportan a la altura de su edad”. O “No hago caso de los niños que se comportan como si tuvieran cuatro años cuando han cumplido los catorce; cuando su hija se comporte como una niña de catorce le hablaré”.

• Este tipo de intervención en que el terapeuta habla con los demás miembros de la familia sobre el miembro “blanco” puede producir considerable alarma porque conlleva un realineamiento de aquellos con el terapeuta, con exclusión del miembro “blanco”.

• Se puede utilizar con niños refractarios, que cuestionan la terapia negándose a hablar. El terapeuta tiene que ser capaz de producir tensión en el niño con el método de mantener su inatención durante toda la sesión. Al tiempo que introduce temas que cuestionan al niño.

• Como esta técnica puede poner en peligro el sistema terapéutico, es preciso acompañarla con algunas modalidades de apoyo al miembro cuestionado.

Coalición contra miembros de la familia.

• En esta técnica de desequilibramiento, el terapeuta participa como miembro de una coalición contra uno o más miembros de la familia. Este tipo de participación directa del terapeuta le impone poseer la capacidad de llevar adelante un enfrentamiento y de utilizar su posición de poder como el perito del sistema para cuestionar y descalificar la pericia de un miembro de la familia.

• Desde luego que, como consecuencia de esta técnica, el miembro blanco de ella se tensiona pero el miembro de la familia que entra en coalición con el terapeuta no queda menos tensionado. Participa en la coalición al precio de ser capaz de rebasar el umbral de interacciones habituales y de apoyar al terapeuta en un franco desafío a un miembro poderoso de la familia.

• Como terminada la sesión el terapeuta se retira, su “aliado” en la familia necesita estar seguro de que, una vez que la familia abandone la sesión podrá “sobrevivir” en el nuevo campo sin la ayuda del terapeuta. El éxito de esta estrategia exige que los miembros de la familia acepten que esta transformación es valiosa en beneficio de toda la familia.

• En otro tipo de coalición, el terapeuta se alía con un miembro o con un subsistema dominante en la familia, a fin de empujarlos a ser eficaces en su función atribuida o natural.

• Un ejemplo de esta intervención es una coalición con padres que muestran ineficiencia para establecer un control ejecutivo sobre los niños pequeños. Por lo común en estas familias los padres se descalifican uno al otro en su pericia para controlar a los hijos. Si el terapeuta se coaliga con el subsistema parental, contra los niños, el efecto será la unión de los padres entre sí y la destriangulación de los hijos.

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