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Teoria De Sigmund Froyd


Enviado por   •  8 de Octubre de 2013  •  2.523 Palabras (11 Páginas)  •  563 Visitas

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Teoría Psicosexual de Sigmund Freud

Freud (1856-1939), ingresó al mundo de la psicología siendo médico. Inicialmente este vienés compartió la preocupación por la cura de la histeria a través de la hipnosis, tal y como la practicaba la escuela de Charcot en París. Posteriormente establecería otro universo de experiencias que lo llevarían a la formulación del inconsciente y del método psicoanalítico. Sus obras más famosas son La interpretación de los sueños (1899) e Introducción al psicoanálisis (1917). Para Freud, el hombre está sometido a la determinación de su evolución psíquica, pero peor aún, está dominado por el inconsciente, fuerza imprevisible, incontrolable, causa de nuestros numerosos errores y también de nuestros –aparentemente- más honestos deseos y realizaciones. Se presentan las pistas de definición conceptual más obvias del análisis freudiano, resta examinar las complejas consecuencias que de ahí se derivan.

1. Niveles del psiquismo humano

El nivel más importante, según Freud, es el inconsciente. Por eso, presentamos brevemente los niveles conscientes y preconscientes y nos detendremos más en el inconsciente, describiendo sus rasgos fundamentales:

Nivel consciente: Es el nivel admitido por la psicología tradicional y se refiere a todo lo que el hombre sabe y conoce.

Nivel pre-consciente: Se refiere a todo lo que está latente en la persona humana y puede pasar al nivel consciente en cualquier momento. Hay una buena cantidad de realidades mentales, por ejemplo: memorias de experiencias particulares o de hechos particulares, de los cuales no somos continuamente conscientes, pero a lo que podemos evocar en la mente siempre que sea necesario.

Su existencia se manifiesta a través de los actos fallidos (hablar, escribir o hacer una cosa por otra, olvidos temporales de algo...). No resulta difícil descubrir detrás de ellos la existencia de otra intención, deseo, repulsa, etc.

Nivel inconsciente: Freud constató que la mayoría de las enfermedades nerviosas, como la histeria, son consecuencia de conflictos psíquicos inconscientes. En el fondo de estos conflictos hay casi siempre un deseo o recuerdo reprimido, que permanece activo en el inconsciente. Todo esto pone de relieve la existencia de una actividad de la que no somos conscientes, que influye en el psiquismo humano. El inconsciente es por naturaleza dinámico, esto es, ejerce activamente presiones e influencias sobre lo que la persona es y hace. Por ejemplo: hay deseos inconscientes que pueden inducir a alguien a hacer cosas que no puede explicar racionalmente a otras personas ni siquiera a sí mismo. La impermeabilidad es lo que diferencia al nivel inconsciente de los otros niveles. Este nivel es como una cámara cerrada herméticamente, que impide el paso de sus contenidos al pre-consciente y a la conciencia. Lo que impide el paso de los contenidos del inconsciente a los otros niveles es lo que Freud llama censura. Esta “censura” impide que salgan los contenidos del inconsciente prohibidos para la propia imagen o intolerables para la conciencia. Sólo el psicoanálisis, método descubierto por Freud, puede lograr que esos contenidos traspasen la barrera de la censura. Los sueños son expresión de esa actividad del inconsciente. En los sueños se expresan de forma simbólica algunas problemáticas psicológicas del inconsciente. Una actividad de la terapia psicoanalítica consiste en la paciente interpretación de los sueños con el fin de elaborar los contenidos inconscientes que más influyen en la vida del paciente.

2. Componentes de la personalidad

Freud introdujo en sus últimas exposiciones la teoría de la estructura tripartita de la personalidad: el Ello, el Yo y el Súper yo. Dicha estructura no se identifica con la división del inconsciente, preconsciente e inconsciente. Sin embargo, toma el nivel inconsciente como punto de partida para el desarrollo de esta teoría. Estos tres componentes tienen en común las siguientes características:

Son autónomas: Cada una tiene su propio objetivo y funcionamiento.

Son antagónicas: Tienen objetivos distintos y en conflicto.

Son interdependientes: Necesitan relacionarse unas con otras para no destruir la personalidad y funcionar “económicamente” de cara a la solución de los problemas reales.

EL ELLO

Este primer componente se caracteriza por ser la parte instintiva o pulsional de nuestra personalidad.

Los instintos son las fuerzas motivantes en el psiquismo humano tal; toda su “energía” proviene solamente de ellos. El ello funciona buscando el placer, es decir, la satisfacción inmediata y total de las pulsiones y tendencias que lo componen y descarga los impulsos ciegamente.

“El Ello no conoce juicio de valor alguno, no conoce el bien y el mal ni moral alguna. El factor económico o cuantitativo, íntimamente enlazado al principio del placer, rige todos los procesos... todo lo que el Ello contiene son cargas de instinto que demandan descarga” (S. Freud).

Freud sostuvo que puede distinguirse un número indeterminado de instintos. Sin embargo pensó que todos ellos podrían ser derivados de dos instintos básicos. Veamos someramente cada uno de estas pulsiones:

Sexualidad y agresividad (EROS Y TÁNATOS)

Sexualidad: abarca las tendencias constructivas y unitivas del hombre originadas por la energía sexual o instintos de vida, también denominados Eros (amor). Estos son las fuentes de desarrollo humano. Estos instintos sexuales pueden ser expansivos (un enamorado), o narcisistas (un esquizofrénico que se crea su propio mundo de autogratificación), o de conservación (seguridad, autoestima, perspectiva de protección para desarrollarse).

Agresividad: abarca las tendencias destructivas y disgregadoras del hombre, llamadas también instintos de muerte, o Thanatos. Tienden a la destrucción del mundo exterior y del propio Yo.

Por consiguiente, la presencia de estos dos instintos genera en el hombre, una división interna conflictiva. Esta conflictividad ayuda al hombre a su realización personal. La riqueza de instintos, al mismo tiempo crea una tensión, enriquece la personalidad, si se encauzan adecuadamente. La pobreza instintiva crea menos conflictos pero disminuye la posibilidad de realización personal.

“Uno de estos instintos, que trabaja silenciosamente en el fondo, perseguirá el fin de conducir a la muerte del ser vivo (como vuelta al estado inorgánico original); merecerían, por tanto,

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