Cristianismo No Es Una Religión

El cristianismo no es una religión, es un estilo de vida

Tristemente muchas personas consideran que el cristianismo es como una lista de tareas compuesta por dogmas y reglas humanas que se debe completar por un supuesto mandato divino, sin reflexionar en que cada uno de esos puntos a cumplir son tan solo distorsionadas interpretaciones de lo que alguna vez un ser sabio dijo. Y estas afirmaciones sin fundamento sobre la fe en Cristo son alojadas dentro de una nublada esfera llamada religión, pero ¿Es acaso el cristianismo una serie de normas que se pueden escoger y seguir según mejor parezca al hombre?

Es indiscutible que la religión no se puede separar del cristianismo, no es un término totalmente negativo o que vaya en contra de Cristo, por el contrario, en la biblia podemos encontrar versículos como Santiago 1:27 y Timoteo 6:3-6 donde se menciona pero no como la que se conoce actualmente, en la traducción literal del hebreo “religión” hace referencia a la piedad; lo cual deja en claro que el propósito inicial de la religión era auxiliar a los más necesitados para demostrar el gran amor de Dios y ser utilizada como herramienta de evangelización.

Aquel amable deseo de ayuda ha sufrido drásticos cambios como parte de la incorporación de costumbres y normas humanas que lo han corrompido y transformado en símbolo de engaño, hipocresía, mentira y creencias monótonas sin fundamento. Esto ha causado erróneas ilustraciones y prácticas que se alejan por completo del verdadero significado vivaz que alguna vez existió.

Tal es la alteración, que es común escuchar frases como “Soy cristiano porque voy todos los domingos a la iglesia”, “Leo la biblia a diario” dando más importancia a una rutina humana que a un diario vivir en el cual se refleje al real Jesucristo. Además se pueden agregar los farsantes que aprovechan esas aparentes creencias junto a supuestas bases bíblicas, que realmente son erróneas interpretaciones de versículos fuera de contexto, para manipular y engañar a las personas tanto de manera económica como emocional, prometiendo bendición, sanidad y prosperidad como si Dios pudiera ser comprado.

Siendo lo anterior una versión moderna de lo que sucedió en el siglo XVI con la iglesia medieval cuando Martín Lutero publicó en la puerta de la iglesia de Wittenberg en Alemania una reforma de 95 tesis en contra de los actos de la inquisición utilizados para enriquecerse. La principal objeción de Lutero se debía a que la Iglesia católica absolvía de pecados a los ciudadanos a cambio de un pago monetario proporcional al peso del acto cometido. Lutero defendió una postura basada en la fe, con una visión espiritual, incluso planteó la reforma de la iglesia a nivel interno. Según Greenwood (2011, p. 73) “los puntos principales de esta tesis de Lutero estaban basados en una liberación espiritual cuyos elementos eran la fe individual, la conciencia y la atención a la religión en oposición al lujo de la inquisición”. Por todo este despertar intelectual que provocó, Martín Lutero fue excomunado por sus ideas liberales según los líderes de ese tiempo.

Muchos dirán que esté tipo de personas y situaciones son los que han hecho despreciable la religión pero ¿Se pueden tomar como culpables a las personas que cometen estos actos sin escrúpulos? Theodore Roosevelt, expresidente de los Estados Unidos, mencionó: “En cualquier momento de decisión lo mejor que puedes hacer es lo correcto y lo peor que puedes hacer es no hacer nada”. Esta frase responde de manera exacta e identifica a los verdaderos culpables, aquellos cuya falta de conocimiento por el escaso interés investigador y silencio permiten que se originen credos poco sustentados con bases sentimentales y tradicionalistas que suelen tener poco sentido y que destruyen las convicciones reales y vivas.

Pero la Iglesia no está del todo perdida; debido al esfuerzo de varios hombres que dedicaron su vida a comprender e interpretar innovadores estudios como la teología y la apologética, inició una revolución y un avivamiento del conocimiento en las generaciones que recién emergen de las falsas doctrinas emocionalistas. Cambios que tomaron inicio en apartir de 1980 pero que en Costa Rica se están viviendo desde el año 1996 los cuales transformaron la forma

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