La inspiracion de las sagradas escrituras

Inspiración Divina de las Sagradas Escrituras

¿Es la biblia realmente inspirada por DIOS?

La palabra biblia en la actualidad es utilizada para referirse a la inspiración divina de las sagradas escrituras. Proviene del griego “biblion” que significa papiros para escribir y para la comprensión latina debió pasar por lenguas occidentales, desde “biblion” que es un término griego plural, hasta “Biblia” en femenino y singular, quedando como resultado la “Biblioteca Sagrada” o “El Libro por Excelencia”. De esta manera se designa ahora a la colección de escritos reconocidos como sagrados por el canon bíblico.

No obstante, la biblia a lo largo de los años ha tenido multitudinarios detractores, específicamente cuando se habla de que es el único libro Divinamente Inspirado por Dios, es decir, alrededor de 40 personajes bíblicos escribieron las palabras exacta que recibían por soplo, sin margen de error o equivocación en papiros antiguos bajo la influencia sobrenatural del Espíritu Santo de Dios como lo afirma 2 Timoteo 3:16. En este sentido, los mencionados detractores han puesto en tela de juicio la Divinidad y autoridad de la Biblia, aunque se reconoce indubitablemente que es una literatura exquisitamente rica en conocimiento y sabiduría para la vida pero llegándolo a considerar un simple libro histórico que relata la historia de Israel y de Jesucristo.

De manera que vemos converger varios criterios, por lo que surge una pregunta muy importante, ¿Cómo Sabemos que la Biblia es inspirada por Dios?. Para dar respuesta a esta interrogante debemos valernos de algunas evidencias o pruebas externas nos referimos a las demostraciones que se encuentra fuera de la Biblia, como ser en la arqueología, la ciencia, la filosofía y en los manuscritos antiguos.

Cada día los avances de la ciencia continúan desenvolviendo majestuosas obras de la naturaleza, ministerios del universo que con antelación han sido contemplados en la biblia en el libro de los salmos 19:1 y que ahora son corroborados por la ciencia. Un examen más detallado de la Biblia revela hechos científicos asombrosos incrustados desde hace siglos, antes que fueran conocidos por la mente científica. Estos hechos científicos sorprendentes que han estado dentro del texto de la Biblia corroboran uniformente lo que muchos hoy en día enseñan.

Desde el campo de la astronomía, el profeta Isaías declaró: “Él está sentado sobre el círculo de la tierra” (Isaías 40:22). Desde antaños la biblia indica que la tierra es redonda oponiéndose a lo que por muchos años se enseñaba. Desde luego, la gente del tiempo de Isaías (y por muchas generaciones a partir de entonces) enseñó que la tierra era plana. No obstante, la Biblia contenía conocimiento científico previo que fue siglos adelantado para su tiempo. ¿Cómo supo Isaías que la Tierra era redonda, en vez de plana como la opinión popular sugería?.

Desde el campo de la medicina, Moisés dijo a los israelitas en Levítico 17:11-14 que “la vida de la carne está en la sangre”. Moisés estuvo en lo correcto. En los seres humanos y en muchos animales, la vida es posible debido al hecho de que los glóbulos rojos transportan oxígeno, gracias a la hemoglobina encontrada en las células produciendo vida o lo que se conoce como ADN. Hoy en día sabemos que literalmente la “vida de la carne” está en la sangre pero de algún modo moisés ya tenía ese conocimiento.

Los puntos mencionados aquí solamente son una muestra pequeña de los muchos puntos que podríamos abordar, como los campos de la arqueología, la biofísica, la biología, la geografía de los cuales nuestro conocimiento es escaso pero irrefutablemente está comprobado por diferentes investigaciones que se han dedicado a realzar estas verdades.

Sin embargo, el punto que hemos querido destacar está claro. Existe conocimiento científico previo en la Biblia. ¿Cómo pudieron los escritores sagrados predecir tanta ciencia?, al menos que Dios, creador del cielo y de la tierra, que conoce cada secreto de su creación, se los dijera. Es irracional e ilógico sugerir que pudiera haber llegado a través de hombres simples. La Biblia es lo que dice ser, la Palabra Inspirada por Dios. Las evidencias que sustentan sus afirmaciones son tanto innumerables como irrefutables.

En este mismo orden de idea, sugiriendo pruebas externas de la veracidad bíblica no podemos obviar su particularidad, es decir, aunque evidentemente es un libro escrito por humanos, su contenido reclama la inspiración de un ser supremo debido a un grupo de características diversas que, si no demuestran que estos escritos son inspirados divinamente, al menos nos ponen a pensar en cuanto a la coherencia inusual y la unidad de temas entre todos estos libros que forman uno solo, aunque fueron escritos en un período de 1,500 años, por más de 40 autores de diferentes épocas y geografías, en tres idiomas (hebreo, arameo y griego) y que a la fecha sigue teniendo vigencia y actualidad.

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