Lectura resumen 02 Instrumentos en las manos de un Dios redentor
Marieale2022Apuntes30 de Abril de 2023
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CAPÍTULO 3: ¿NECESITAMOS AYUDA REALMENTE?
Somos personas necesitadas rodeadas de otras que también lo están, con luchas y circunstancias variadas, pero todos necesitados de ayuda, la pregunta es ¿Cómo nos ayuda Dios y como nos utiliza para ayudar a otros? Normalmente queremos una receta o un procedimiento para llegar al objetivo deseado, pero con Dios no funciona así, tenemos que poner nuestra esperanza en él y su obra redentora en nosotros. Depender de Cristo, su sabiduría y poder para cambiarme.
EL MEJOR LUGAR PARA COMENZAR ES EN EL PRINCIPIO
En Génesis 1:26-28 tenemos el mandato bíblico para el ministerio personal, cada vez que Dios creaba algo nuevo decía que era bueno y proseguía, al crear a Adán y Eva Dios habló con ellos, porque es nuestra necesidad el ministerio personal y también porque pese a ser perfectos no tenían la capacidad de entender la vida por su cuenta, necesitaban una explicación de quiénes eran y qué debían hacer, porque fuimos creados para depender, necesitamos su ayuda. “El Consejero Admirable define mi identidad y propósito.”
Existen tres aspectos que nos diferencian del resto de la creación y que nos permiten conocer a Dios y entenderlo:
1. Fuimos creados para recibir la revelación de Dios, tenemos habilidades comunicativas únicas que nos permiten escuchar, entender y aplicar la Palabra de Dios en nuestra vida. Estas habilidades nos permiten vivir para la gloria de Dios y para eso necesitamos su Palabra.
Necesito ayuda porque fui creada para depender no por causa del pecado. Desistir de la ayuda es infrahumano, existen otras especies como los animales que no requieren ayuda. Negarnos a recibir ayuda es negar nuestra identidad, trastornar nuestra vida y aplastar nuestra esperanza, es irracional.
EL ministerio personal inicia porque somos humanos y necesitamos comprendernos a nosotros mismos y la obra a la que Dios nos llamó, esto requiere de humildad para reconocer “Lo necesito.”
LA GENTE PIENSA
2. Fuimos creados para interpretar, explicar lo que ocurre dentro de nosotros y alrededor nuestro. Vivimos de acuerdo a nuestra interpretación de los hechos. Dios dio a Adán y Eva la capacidad de pensar, pero solo las palabras de Dios podrían interpretar su mundo con precisión.
Nuestros pensamientos condicionan nuestras emociones, nuestra identidad, nuestro punto de vista de los demás, nuestra forma para solucionar nuestros problemas, y nuestra disposición para recibir consejo de otros. Necesitamos la Palabra de Dios para tener un croquis válido para interpretar correctamente.
TIENES Q UE SERVIR A ALGUIEN
3. Somos adoradores por naturaleza y define lo que somos, no solo lo que hacemos. Todos somos adoradores, unos adoramos a Dios y otros adoran alguna cosa en particular. La adoración es el centro de nuestra motivación, La persona, presencia y propósito de Dios dan significado y propósito a nuestra vida. La adoración (a algo o alguien) ordena mi lealtad y dirige mi comportamiento.
Ya que somos adoradores por naturaleza tenemos tres opciones:
1. Adorar a Dios.
2. Adorar a una cosa.
3. Adorarnos a nosotros mismos.
El objeto de nuestra adoración constituye el centro de nuestro universo. Al ser creados como adoradores necesitamos saber que tenemos a Dios nuestro creador, que le pertenecemos y fuimos creados para amarle, servirle, adorarle y obedecerle. Necesitamos tener un referente a Dios y para eso necesitamos su revelación.
ARMÁNDOLO TODO
Génesis 1 nos permite entender el ministerio personal como parte de nuestro diseño y no como consecuencia de la caída. Necesitamos la verdad de Dios para darle sentido a nuestra vida, necesitamos la perspectiva divina para interpretar los hechos de nuestra vida. Fuimos creados para adorarle. Constantemente los seres humanos buscamos darle sentido a nuestra vida por eso la vida gira alrededor de la consejería. Siempre estamos interpretando y compartiendo nuestra interpretación con otros, lo cual viene a ser una consejería de como responder ante la vida.
Al relacionarnos ejercemos influencia en las personas, recibimos consejos todos los días, forma parte de las relaciones humanas no es exclusivo de los consejeros profesionales. Proverbios capta la dinámica de la consejería compartiéndonos el consejo de un padre a su hijo, los consejos del necio que complica su vida, y describen la vida como una gran audiencia de consejería. Esta audiencia tiene dos ámbitos el consejo de sabios y el consejo de necios. Recibimos ambos diariamente, compiten por nuestra atención e influyen en nuestros pensamientos, deseos, decisiones y acciones. Estamos rodeados de consejo y es inevitable recibirlo, por eso debemos tener en cuenta si proviene o no de la revelación de Dios porque somos consejeros innatos. Existen personas a las que les prestamos mucha atención y aunque no lo notemos moldean nuestro pensamiento, dirigen nuestros deseos y nos influencian en su plan de acción.
LA ENTRADA DE OTRO CONSEJERO
Existen dos perspectivas de nuestra necesidad de ayuda: Génesis 1 la creación y Génesis 3 la caída.
Génesis 3:1-7 nos muestra la voz de otro consejero, que utilizó las mismas palabras de Dios, dándoles una interpretación diferente, lo cual puso a Eva en la disyuntiva de obedecer la voz de su creador o la voz de la astuta serpiente. Es un momento importantísimo para la humanidad, Eva recibe la propuesta de una sabiduría por su cuenta sin la necesidad de depender de Dios, esa atrayente propuesta propició la caída.
Es propuesta de satanás sugiere que la revelación de Dios no es necesaria, para tener la vida de las personas en sus manos haciendo que se apoyen en su propia capacidad para pensar, comprender y aplicar.
Eva fue cautivada con una cruenta mentira llamada autonomía y autosuficiencia, para que por su propia sabiduría no necesite doblar su rodilla a Dios.
Al aceptar esa mentira Adán y Eva tendrán que negar a Dios y la revelación de su Creador y Consejero.
LA GENTE, LA SERPIENTE, Y EL MINISTERIO PERSONAL En Col 2:3; 8 Pablo nos dice que en Cristo están escondidos los tesoros de la sabiduría, que las filosofías del mundo son vanas y engañosas porque siguen tradiciones humanas moldeados a los principios de este mundo y no conforme a Cristo. La sabiduría es una persona y es Cristo, lo cual conlleva a que Adán y Eva rechazaron a Dios Padre y a Cristo, creyendo poder encontrar fuera de Cristo lo que sólo él puede darnos.
Hacer esto es necedad como lo indica el Salmo 14. La combinación entre arrogancia e ignorancia da como resultado la necedad, cuya deducción básica es que no hay Dios y que no necesitamos su revelación para vivir.
En Génesis 3 encontramos el consejo sabio para que decidamos qué voz escuchar, cuál será la fuente de mi sabiduría. La decisión que tomemos tiene consecuencias perdurables. Para escuchar las mentiras de Satanás tengo que negar a Dios y mi naturaleza, destinándome a vivir en fracaso porque fui diseñada con la necesidad de depender de Dios.
¿POR Q UÉ OBEDECER A DIOS?
El sistema propuesto por Satanás tiene un objetivo claro, mostrarles el camino correcto al “desenmascarar a Dios como mentiroso, tramposo, manipulador, e inseguro que teme que su creación llegue a ser como Él.”
Nosotros como consejeros al compartir nuestras interpretaciones con los demás, definimos lo correcto e incorrecto, lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso, lo sabio y lo necio, emitiendo una dirección en cuanto a qué desear, pensar y hacer. Todas mis interpretaciones se fundamentan en mi perspectiva de Dios, de mí misma y de otros; siempre influencian mis pensamientos y acciones.
Adán y Eva al rechazar las palabras de Dios y seguir a la serpiente empezaron a pensar y actuar totalmente diferente y eso nos cambió la vida; estamos confundidos en un mundo donde miles de voces interpretan y compiten por obtener la lealtad de nuestro corazón, lo que nos impide pensar con claridad porque nos tientan a ir por nuestra cuenta, sin rendir cuentas y encontrar vida donde sea excepto a los pies del Creador.
El pecado nos lleva a la necedad de vivir negando a Dios y nuestra naturaleza. Puede que no seamos ateos, pero en la práctica vivimos impíamente siendo nuestros propios dioses, esclavizados y atrapados en las cosas de este mundo, aunque vayamos a la iglesia, tengamos conocimientos bíblicos y teológicos vivimos en autodirección y autosuficiencia, pues es otro el consejero que ordena nuestro pensamiento y la motivación del corazón.
LA GENTE, LA SERPIENTE, Y EL MINISTERIO PERSONAL
Génesis 3 nos permite extraer principios para comprender la consejería:
- Todos los días nos aconsejamos unos a otros sobre qué desear, pensar y hacer; aunque no nos demos cuenta.
- El consejo siempre apunta a las acciones o conductas humanas y delimita lo correcto e incorrecto, lo verdadero y falso, lo bueno y malo, lo sabio y necio.
- Debemos anhelar la dependencia a la palabra de Dios, basando en ella mis pensamientos, palabras y acciones como ocurría en Génesis 1.
- Las voces del mundo apelan al deseo de ser mi propio Dios, capaz de entender y vivir por mi cuenta. Necesitamos consejeros que nos amen lo suficiente como para invitarnos a volver vivir centrados en Dios.
- Necesitamos la Biblia para encontrarle sentido a la vida, necesitamos la voz confiable de nuestro Creador, su palabra es lo único que puede hacernos verdaderamente sabios. Cuando le conocemos a Dios inicia el verdadero conocimiento. La sabiduría es el resultado de la adoración y se recibe en dependencia y sumisión a Cristo, quien es la sabiduría.
SALVO, PERO TODAVÍA NECESITADO
Hebreos 3:12-13 nos muestra que la consejería o ministerio personal es una necesidad de todo creyente, y el pecado que tenemos nos pone en peligro de ceder ante esos deseos pecaminosos del corazón, lo cual es progresivo y nos llevará paso a paso empezando por una idea que se convertirá en deseo que lo conducen al pecado e incredulidad y necesitará encontrar disculpas para acallar la voz del Espíritu Santo que le alertan que está haciendo mal. Sin dejar su ministerio o participación física en la iglesia, la persona al actuar sobre los malos deseos de su corazón ha ido alejándose de la autoridad de la Escritura y ha empezado a perder su influencia espiritual, la confianza y obediencia a la Palabra fueron sus anclas morales, esta persona que había sido sensible a la voz del Espíritu Santo, pero ahora había cortado la cadena del ancla, se encuentra sin rumbo y no lo sabe. Cada vez se aleja más y se vuelve indiferente, dedica cada vez más tiempo a sus deseos pecaminosos, deja de: servir, leer la Biblia, orar y “las cosas cristianas” le agobian; ha perdido interés. Se vuelve mentiroso, indiferente a recibir consejo, no le pone atención a la Palabra de Dios, es insensible al ministerio del Espíritu Santo, su corazón se ha endurecido. Hebreos 3:13 nos muestra que el engaño del pecado es progresivo inicia con corazones pecaminosos, continúa a la incredulidad, los hace alejar y finalmente los endurece. El autor de Hebreos nos dirige a la doctrina del pecado que mora en nosotros. Cristo a través de su muerte y resurrección rompió el poder del pecado sobre nosotros, pero su presencia aún permanece. Rom 6:14.
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