Los Acontecimientos Finales
gionelly29 de Mayo de 2013
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Introducción
Cuando se estudia la Biblia, se pueden encontrar con muchos pasajes que tratan sobre los acontecimientos que sucederán en el los últimos tiempos. Se pueden apreciar estos textos desde lo que plasma el Antiguo Testamento y por su puesto el Nuevo Testamento lo confirma, a través de lo que el mismo Señor Jesucristo dijo acerca de las señales que precederían estos sucesos, que marcarán el destino del mundo y por consiguiente de la humanidad.
Sin duda alguna se puede considerar esta época como los tiempos finales. El mundo está al borde de inmensas catástrofes universales: destrucción del medio ambiente, devastación por guerra atómica, peligro de hambre universal, etc. Según las estadísticas, el año 1998 fue el más catastrófico de la historia. Sin embargo la Biblia pronostica cosas peores acerca de los últimos tiempos.
Este tema siempre ha generado controversia, más cuando son temas proféticos que aún no han sucedido, de igual forma hay varias corrientes concernientes al mismo tema. En esta oportunidad se dará lugar a lo que Dios ha revelado en su Palabra, la Biblia, acerca de estos hechos y de igual manera se tratarán de desarrollar los detalles más importantes, pero básicamente se presentarán los temas concernientes a los acontecimientos finales en cuanto al destino del hombre y su relación con el Señor Jesucristo.
CAPITULO I
1. EL PROBLEMA
1.1 Planteamiento de Problema
El estudio de los Acontecimientos Finales, podría llamarse también Escatología, el cual es un término griego que significa “tratado de los últimas cosas”. Ahora bien, los judíos dividían la historia de la humanidad en dos partes: “los primeros tiempos” que abarcaban hasta la venida del Mesías, con la que se inauguraba el llamado “cumplimiento de los tiempos” (Mr. 1:15; Gá. 4:4); y a partir de la Venida del Mesías hasta culminar en el acto final en el que Dios juzgará a la humanidad se le llama “los últimos tiempos”.
La Escatología se divide en individual o particular, y colectiva o general. La primera concierne al destino de cada individuo y trata de responder preguntas acerca de la muerte, o qué pasará después de la muerte. Y la segunda se refiere al destino de la humanidad y qué pasará con el mundo y todo lo que hay en él.
En la presente investigación se estudiarán los Acontecimientos Finales con respecto al destino del hombre y su relación con Dios y la Segunda Venida de Cristo.
1.2 Objetivo General
Estudiar los detalles importantes acerca de los Acontecimientos Finales en cuanto al destino del hombre y su relación con la Segunda Venida de Cristo.
1.2.1 Objetivos Específicos
Describir de forma sistemática los detalles importantes acerca del destino del hombre y su relación con Dios.
Obtener conocimiento bíblico sobre las profecías concernientes a los Acontecimientos Finales.
Dar a conocer la relación que existe entre el destino del hombre y Segunda Venida de Cristo.
1.3 Justificación de la Investigación
El estudio de los Acontecimientos finales resulta de gran importancia para el conocimiento del hombre, ya que, es necesario que los seres humanos conozcan el destino que les tocaría de acuerdo a la relación que tienen con Dios durante su vida en la tierra.
Viendo la necesidad de conocer a profundidad estos datos que la Biblia proporciona con respecto a este tema, se decidió estudiar los detalles más importantes que se describen dentro de lo que conocemos como los Acontecimientos Finales.
Además se ha demostrado que este tema resulta muy polémico, debido a la curiosidad del hombre por saber que será de él después de su muerte y qué destino le deparará una vez que termine su vida en la tierra, además es importante conocer porqué la suerte del ser humano depende de su relación con el Señor Jesucristo.
1.4 Alcances y Limitaciones
1.4.1 Alcances
Con esta investigación se pretende lograr que los lectores de este estudio obtengan un conocimiento claro y acertado acerca de lo que la Biblia dice sobre el fin del hombre y su relación con Dios.
1.4.2 Limitaciones
Una de las limitaciones que más afectó en el transcurso de esta investigación fue el tiempo, ya que la cantidad de información que se requiere para la realización de la misma es muy extensa y muy compleja, por lo que se hace necesario ser cauteloso para no caer en confusión ni confundir a otros, y para todo esto se necesita mucho tiempo.
CAPÍTULO II
2. MARCO TEÓRICO
2.1 Antecedentes
Todo comienza cuando Dios a través de las profecías bíblicas revela al hombre las señales que sucederán en el fin de los tiempos. El interés del hombre en el futuro es legendario, y muchos profetas, verdaderos y falsos, han tratado de satisfacer dicho interés. La Biblia, por supuesto, no sólo contiene muchas profecías, sino que a través de esas mismas profecías nos da seguridad de su exactitud. Ha transcurrido suficiente tiempo como para observar que muchas de sus predicciones se han cumplido con toda veracidad, dándonos así la seguridad de que las que están todavía sin cumplir, sucederán tan exactamente como quedan registradas en la Biblia.
2.2 Bases Teóricas
LOS ACONTECIMIENTOS FINALES
"Así dice Jehová... yo el primero, y yo el postrero." Isa_44:6. Dios ha escrito tanto el primero como el último capítulo de la historia de todas las cosas. En el libro del Génesis, leemos con respecto al comienzo de todo: del universo, de la vida, del hombre, del pecado, de la muerte, de la sociedad. Por las Escrituras proféticas, que dan cima en el Apocalipsis, sabemos de qué manera todas las cosas alcanzarán su objetivo y consumación. Muchos, al igual que Daniel, se preguntan: "¿Cuál será el fin de estas cosas?" Dan_12:8. Solamente Dios puede responder a la pregunta, y así lo ha hecho en las Sagradas Escrituras.
LA MUERTE
Punto de vista Bíblico
La muerte corporal es separación del cuerpo y el alma. El concepto de muerte se entiende mejor por contraste con la vida. Así como la verdadera vida del ser humano está en razón directa de su comunión con el Dios Viviente. Así también la muerte en su sentido pleno está en la relación directa de la separación de Dios.
Origen de la muerte
La muerte penetró en este mundo, desde el fondo del abismo, como efecto y de la mano del pecado (Gn. 2:16-17; 3:19; Rom. 5:12, 14, 17, 21; 1 Cort. 15:21-22; Stg 1:15).
El pecado abrió la compuerta de la disolución, que el árbol de la vida había mantenido cerrada. No se necesitó cambio físico en la constitución del hombre; solo fue dejado a merced de su constitución orgánica: “pues polvo eres, y al polvo volverás” (Gn. 3:19). Es cierto que al desobedecer Adán, no murió al momento la periferia de su ser, pero se hizo “mortal de necesidad”, porque la muerte con su aguijón (1 Cort. 15:56) se instaló en el centro mismo del ser humano mientras la vida eterna es un don de Dios (regalo, Kharisma) la muerte es el salario con que el diablo paga por pecar, es decir por obrar el mal.
No es solo el cuerpo, sino el hombre entero el que muere
El ser humano es una unidad de existencia, vida y destino. De modo que no es solo el cuerpo que muere, sino que muere el hombre entero se perdió y el hombre entero necesita ser salvo.
Solo en el sentido de la sinonimia que la Biblia misma establece entre “alma” y “persona”, se puede hablar de “salvación del alma”. No es algo nuestro lo que se pierde o se salva, sino que somos nosotros mismos los perdidos y necesitamos de la salvación (Rom. 3:23).
Por eso, el proceso de la redención efectuada por Cristo tuvo que hacer reversible todo el proceso de la muerte (no solo muriendo, sino también resucitando), para que el hombre pudiese ser salvo (Rom. 4:25; 1 Cort. 15:17). El verbo se hizo carne, y pasó por el dolor, la muerte, la tumba y la resurrección, para recuperar al hombre entero. (Rom. 5:12; Efe. 2:1).
Más aún, la muerte del ser humano ha tenido efectos cósmicos (Rom. 8:20-22). El mundo fue creado por Dios para ser escenario y laboratorio (Gn. 1:28-30; 2:8). Así que el pecado del hombre produjo una alteración sustancial en las condiciones de vida del mundo y el mismo hijo de Dios hubo de sufrir en su adorable cabeza las punzadas cruentas de aquellos mismos espinos que produjo la maldición sobre la tierra, a causa del pecado el hombre; por eso, se había hecho solidario de esta raza humana caída. (Hch. 2:11) fuel el pecado, no unos gases cualesquiera, lo que produjo la peor “contaminación atmosférica”.
¿Por qué muere el creyente?
Si
...