DISEÑO DE UN OBJETO DE APRENDIZAJE PARA LA ENSEÑANZA DE LAS DERIVADAS

DISEÑO DE UN OBJETO DE APRENDIZAJE PARA LA ENSEÑANZA DE LAS DERIVADAS

Pérez Edgar*, Leal Mayra

Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda

*perezedgar8@gmail.com 

RESUMEN

El objetivo de la presente investigación fue diseñar un objeto de aprendizaje (OA) como herramienta para la enseñanza de las derivadas, basado en el método OADDIE (Obtención y Análisis, Diseño, Desarrollo, Implementación y Evaluación) el cual ofrece un marco sistémico, eficiente y efectivo para la producción de recursos educativos apoyados fundamentalmente en el Diseño Instruccional, se aplicaron las dos primeras fases de dicho método (obtención y análisis, diseño) con el fin de apoyar al sistema presencial de educación universitaria. El OA está basado en el diseño instruccional de la unidad curricular Matemática I del ciclo básico de Ingeniería del Área de Tecnología de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM) para reforzar el aprendizaje en la modalidad presencial. El objeto diseñado está bien definido desde la pedagogía y con un objetivo de aprendizaje bien planteado, lo cual permite contenidos informativos, actividades y evaluaciones, necesarios para adquirir un aprendizaje significativo.

Palabras clave: Objeto de Aprendizaje, Derivadas, enseñanza-aprendizaje

ABSTRACT

INTRODUCCION

El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se ha convertido en una actividad cotidiana para la sociedad moderna. Entendidas las TIC como el conjunto de tecnologías que permiten la adquisición, producción, almacenamiento, tratamiento, comunicación, registro y presentación de información, en forma de voz, imágenes y datos contenidos en señales de naturaleza acústica, óptica o electromagnética, los cuales una vez convertidos en información procesada son esenciales para la toma de decisiones o para el desarrollo de acciones concretas (Riveros, 2004), es claro que a diario se hace uso de estas tecnologías; la computadora, la mediática, telemática, hipermedia, multimedia, software interactivo, teleinformática, Internet e Intranet, entre otras son ejemplos de TIC.

El ámbito educativo, caracterizado generalmente por mantener el uso de herramientas y procedimientos didácticos tradicionales, indudablemente está siendo influenciado por el uso de las TIC. El uso de estos avances favorece el desarrollo de capacidades intelectuales y la adquisición de destrezas por parte del alumno, mediante una nueva forma de organizar, distribuir, representar y codificar la realidad, (Arratia y col., 1998).

Jaramillo y col. (2009) y Ferreiro (2009) afirman que los contextos más estudiados recientemente son los ambientes de aprendizaje, los cuales pueden ser apoyados mediante la integración de las TIC, ofreciendo la posibilidad de trascender el aula física y el tiempo de clase, enriqueciendo las alternativas y metodologías pedagógicas y brindando a los estudiantes mejores oportunidades de aprendizaje.

Según Arratia y cols. (1998), las materias del currículo que más se benefician de las nuevas tecnologías son las asignaturas científicas, entre ellas la matemática. La incorporación de las TIC y sus aplicaciones a la educación, sin duda tiene implicaciones directas en la enseñanza de la matemática, ya que supone una revolución no solo metodológica sino de los procesos cognitivos; ofreciendo nuevas posibilidades para la representación, manipulación y transmisión del conocimiento matemático, con la creación de nuevos espacios virtuales de representación simbólica que enlazan, como hasta ahora ningún soporte de información había conseguido, con componentes básicas en la naturaleza del pensamiento matemático (López, 2006).

Las herramientas multimedia facilitan el proceso de aprendizaje, generando a la vez nuevas estrategias dentro de la enseñanza de la matemática. Las TIC ofrecen múltiples posibilidades en el contexto formativo, como medios de información y comunicación con un valor didáctico (Izquierdo y Pardo, 2007).

El aprendizaje implica un proceso de reconstrucción de la información, por lo cual el proceso de enseñanza y aprendizaje debe convertirse en un proceso activo y no sólo un proceso de recepción y memorización pasiva de datos. Los conceptos previos, están relacionados con los nuevos. Es un aprendizaje constructivo, activo, situado, interactivo y autorregulado donde la resolución de problemas debe ser el eje vertebrador (Moya y González, 2006).

Coll (2008), propone cuatro categorías acerca del uso real de las TIC en contextos educativos formales: 1) como instrumento de mediación entre los estudiantes y el contenido o la tarea de aprendizaje; 2) como instrumento de representación y comunicación de significados sobre los contenidos o tareas de enseñanza y aprendizaje para el docente y/o estudiantes; 3) como instrumento de seguimiento, regulación y control de la actividad conjunta del docente y estudiantes alrededor de los contenidos o tareas de enseñanza aprendizaje; y por último 4) como instrumento de configuración de entornos de aprendizaje y espacio de trabajo para docentes y estudiantes. Sin embargo, las TIC son consideradas mayormente como elementos que favorecen las estrategias pedagógicas de enseñanza. La herramienta en sí misma no resulta suficiente, pues el éxito que tenga dependerá mucho del uso que hagan de ella (Ferreiro, 2009; Tejedor y col., 2009).

El uso de las TIC se ve condicionado en gran medida por factores como: el conocimiento tecnológico que poseen los docentes, el potencial pedagógico que les atribuyen y por las actitudes que mantienen hacia ellas.

Un paso más en la evolución de la trasmisión del conocimiento es la aparición de los objetos de aprendizaje: se trata de materiales de soporte digital y carácter educativo diseñados y creados en pequeñas unidades con el propósito de poder reutilizarse en sucesivas sesiones de aprendizaje. Estos materiales integran, generalmente dentro de una página HTML, objetos de soporte diverso con objeto de facilitar un medio de aprendizaje más completo y por medio de diferentes vías, de modo que unos se complementen y refuercen a los otros a través de texto, vídeos, galerías de imágenes, animaciones, ejercicios y cuestionarios autoevaluables, ejercicios de puzles, simulaciones de laboratorio, gráficos, etcétera (Poveda, 2011).

El uso de herramientas multimedia  aporta innumerables beneficios al proceso de aprendizaje, en este caso de la matemática, la mayoría de los autores consultados coinciden con lo afirmado por Marqués (1999): “Sin duda el uso de estos atractivos e interactivos materiales multimedia (especialmente con una buena orientación y combinados con otros recursos: libros, periódicos...) puede favorecer los procesos de enseñanza y aprendizaje grupales e individuales. Algunas de sus principales aportes en este sentido son las siguientes: proporcionar información, avivar el interés, mantener una continua actividad intelectual, orientar aprendizajes, promover aprendizajes a partir de los errores, facilitar la evaluación y el control, posibilitar el trabajo individual y también en grupo...”

El mismo autor señala que los multimedia educativos: favorecen la motivación, ya que hacen que los estudiantes dediquen más tiempo a trabajar y, por tanto, es probable que aprendan más; desarrollan la iniciativa de los estudiantes, ya que se ven obligados a tomar continuamente nuevas decisiones ante las respuestas del computador a sus acciones; promueven un trabajo autónomo riguroso y metódico; benefician los procesos metacognitivos y, facilitan la autoevaluación del estudiante.

Educación mediada por las TIC

La digitalización de la información ya sea en forma escrita o gráfica, como sonidos y/o como imágenes y la utilización de aplicaciones telemáticas que faciliten las comunicaciones a través del uso de herramientas tecnológicas cada vez más sofisticadas para digitalizar la información, han contribuido con el desarrollo de entornos virtuales de aprendizaje (EVA), espacios que sirven para la interacción entre estudiantes, facilitadores y recursos, en los cuales se plantean nuevos paradigmas metodológicos en el proceso de enseñanza-aprendizaje que junto con a una utilización correcta de las TIC para el diseño, la implementación y la gestión de cursos, promueven un cambio en el rol que tradicionalmente han desempeñado los docentes y los estudiantes.

Sin embargo, la incorporación de las nuevas tecnologías a las prácticas educativas no supone necesariamente la innovación instruccional, en este sentido Wadi D. Haddad (1998) afirma: “La tecnología no es una actividad educativa; es un instrumento, un medio para alcanzar un fin. Las tecnologías pueden ser eficaces si son concebidas y aplicadas con el propósito expreso de aumentar la inmersión de los alumnos en el aprendizaje y la colaboración”

Es importante tratar de identificar los mecanismos de influencia educativa que hacen posible la construcción del conocimiento en los contextos de enseñanza aprendizaje de interés y el funcionamiento de estos mecanismos en los EVA (Barberá y col., 2002).

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