LA TECNOLOGÍA APLICABLE A LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

4.2.2 LA TECNOLOGÍA APLICABLE A LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO

El desarrollo de las nuevas tecnologías es una realidad emergente y sin retorno que está teniendo un impacto significativo en las organizaciones. Aprovechar las ventajas competitivas y de crecimiento que ofrece esta poderosa herramienta de información y comunicación es una labor que debe de aprender y adoptar las empresas, administraciones públicas y entidades del tercer sector para conseguir una mejor adaptación a la realidad social del presente y conseguir un mejor rendimiento, control y evaluación de los nuevos productos y/o servicios que puedan ofrecer en el futuro. Asimismo, este tipo de herramienta puede favorecer el desarrollo y la capacidad de la organización permitiendo un aumento en la agilidad de la gestión, en el logro de resultados y beneficiando, con todo ello, el éxito de la entidad. Sin embargo, para poder conseguir rentabilizar los beneficios que ofrecen las nuevas tecnologías y poder enfrentarse o adaptarse a la situación cambiante y de inestabilidad que vivimos en la actualidad, es necesario, en muchos casos, romper con las organizaciones que presentan una mayor reticencia al avance, bien porque se tratan de organizaciones con una estructura estática y temerosa, por cuestiones económicas o de estrategia, y que se acaban convirtiendo en un desierto de ideas o bien porque tienen un funcionamiento rígido y jerarquizado donde unos piensan y otros no, y que perjudica el desarrollo del talento de las personas. De manera que, se necesita unos líderes que apuesten e invierta por el progreso y el conocimiento a través de las nuevas tecnologías, que sean un soporte para sus trabajadores con una estrategia que garantice la seguridad y formación continua de las personas, en pos de despejar los miedos y la resistencia al cambio que les pueda generar a los trabajadores el nuevo desarrollo tecnológico.

En este sentido, la denominada gestión del conocimiento es para algunos expertos en gestión de empresas una de las claves para lograr el éxito. En concreto, nos referimos como gestión del conocimiento al proceso de planear, organizar, dirigir y controlar el uso de los recursos para lograr los objetivos organizacionales (Chiavenato, 2004).

Es decir, el objetivo debe ser lograr una buena gestión de los elementos claves para poder dar mejores respuestas y soluciones a los nuevos retos planteados y al mismo tiempo crear y diseñar nuevos productos y/o servicios que garanticen su permanencia en el mercado. Para ello, es necesaria una planificación estratégica basada en la realidad de la propia empresa, las necesidades y expectativas del grupo de interés y de la sociedad en general. 

La empresa debe identificar qué es lo que quiere lograr y cuál es el conocimiento que necesitan para poder hacerlo. Seguidamente debe establecer las vías para poder conseguirlo y con ello, poder desarrollar y madurar ese conocimiento dentro de la propia organización.

CREAR UN ESPACIO FAVORABLE PARA COMPARTIR CONOCIMIENTO

 El conocimiento como tal, no se puede gestionar lo que se gestiona es el proceso y el espacio para la creación del conocimiento. Por ello, uno de los retos de las organizaciones debe ser la elaboración o diseño de herramientas o estrategias que permitan potenciar la gestión del conocimiento o adherirse a herramientas que favorezcan la gestión de la información para convertirla en conocimiento y que además, permita compartirla con otras organizaciones de similares características para crecer y ganar entre todos.

 Ese espacio central de desarrollo y difusión de conocimientos debe de tener, en nuestra opinión, las siguientes características:

 ∙ Sustentarse en una base sólida y fundamentada que represente los objetivos y la visión que quiere alcanzar la organización, es decir disponer de unos objetivos e indicadores claros y definidos que permita detectar que tipo de información es necesaria para lograr los objetivos organizacionales que se pretenden conseguir.

∙ Agrupar en este espacio todos los procesos de la organización, especialmente los que tienen una mayor relevancia para la estrategia, de manera que exista una representatividad de todo el funcionamiento y dinámica de la organización.

∙ Crear nexos o conexiones que permitan vincular la información relevante entre sí, para que pueda originarse conocimiento de estas uniones de ideas y/o resultados favoreciendo el avance organizacional.

 ∙ Desarrollar un espacio que logre planificar y temporalizar una serie de actividades o actuaciones para tratar de conseguir los objetivos organizacionales, así como asignar responsabilidades en cada una de las actividades que se desarrollen. 2

∙ Establecer un canal que permita disponer de la evolución de los logros que se van adquiriendo o los retrocesos que se están teniendo con las actuaciones que se están llevando a cabo.

∙ Crear una vía que logre comparar nuestros resultados estratégicos con los de organizaciones similares y de esta forma poder compartir ideas y diseñar buenas prácticas. Esta vía sería, del mismo modo, el canal de difusión de nuestros resultados alcanzados.

 ∙ Incluir dentro de esta herramienta un área que consiga evaluar el nivel competencial de las personas de la organización para poder impartir una formación idónea que ayude a mejorar el rendimiento individual de las personas y la competitividad de la organización.

∙ Conseguir que dicha herramienta sea fácil y accesible para todos.        

Es fundamental desarrollar una estrategia en nuestra organización que nos permita trazar la visión que tenemos de nuestra entidad en los próximos años y de esta forma dibujar el camino que debemos seguir para lograrlo. Algunas de las cuestiones que podemos plantearnos son las siguientes: qué queremos hacer, cuáles van a ser nuestros objetivos, como se van a distribuir todos estos objetivos a través de toda la organización, etc.

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