ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Aula Mensante

chivis27 de Abril de 2015

540 Palabras (3 Páginas)161 Visitas

Página 1 de 3

Ambientes que invitan al pensamiento

Crear un aula pensante

Los estudiantes aprenden a pensar en aulas pensantes y deliberativas, lugares donde de manera entusiasta

lidian con temas importantes al considerar diversas perspectivas, desarrollar opiniones informadas y

comunicar de manera efectiva sus opiniones a los demás. La creación de este tipo de ambiente constituye el

más grande desafío de un docente, pero enseñar en tal atmósfera no es solo gratificante, sino también

divertido para los estudiantes y docentes por igual.

Para que los estudiantes desarrollen sus destrezas de pensamiento, deben sentirse cómodos asumiendo

riesgos y fallando ocasionalmente. El aprendizaje basado en proyectos, donde los estudiantes pueden

ejercitar sus músculos para el pensamiento en problemas auténticos, proporciona una estructura ideal para

infundir la enseñanza del pensamiento en el contenido curricular.

El lenguaje del pensamiento

Un aula pensante está colmada de un lenguaje del pensamiento, utilizado tanto por el docente como por los

estudiantes. Este lenguaje resalta los procesos del aprendizaje pensante, y diferencia entre el pensamiento

somero y superficial y el pensamiento profundo y significativo. Vygotsky (1986), padre del constructivismo y

del aprendizaje centrado en el estudiante, nos recuerda que el pensamiento no es meramente expresado en

palabras; surge a través de ellas (p. 218). Hablar ayuda a la gente a pensar, y a los estudiantes a aprender a

pensar.

Las preguntas del docente

Uno de los más básicos tipos de lenguaje empleados en el aula son las preguntas del docente. Con

frecuencia, los docentes formulan preguntas de alto nivel para mejorar las habilidades de sus estudiantes, con

más interrogantes de por qué y cómo y menos de qué y cuándo. Sin embargo, no hay evidencia de que el solo

responder a estos tipos de preguntas tenga un efecto directo sobre la habilidad de pensar del estudiante.

Wegerif (2002) ilustra esta conclusión con el ejemplo de un docente que pregunta: ¿Por qué don Quijote de la

Mancha se autonombra el Caballero de la Triste Figura? Esta pregunta puede requerir de un profundo

pensamiento, y puede ayudar a algunos estudiantes a mejorar sus destrezas de pensamiento; pero, tal como

lo explica el autor, si los estudiantes tienen en el hábito de adivinar o emitir juicios apresurados acerca de las

causas por las cuales las cosas suceden, ellos sencillamente continuarán aplicando patrones superficiales de

pensamiento.

Algunas preguntas denominadas como profundas, solicitan de los estudiantes juicios subjetivos: ¿Qué piensa

usted del poema? ¿Debemos clonar seres humanos? Usualmente, los estudiantes pueden responder

fácilmente esas preguntas; pero si no justifican o sustentan sus opiniones, es improbable que crezcan como

pensadores (Appelbaum, 2000). En un aula pensante, algunas preguntas de por qué y cómo podrían ser:

¿Cómo obtuviste eso? ¿Qué explica ese resultado? ,¿De dónde provienen tus razones? ¿Qué hay acerca de

este otro punto de vista? Estos tipos de interrogantes por parte del docente y de los estudiantes, forman parte

de la cultura de un aula pensante, y garantizan que, al contestar una buena pregunta, habrá más que una

frívola y fácil respuesta.

Construir el aprendizaje de la clase alrededor de buenas preguntas, es importante para propiciar el

pensamiento en los estudiantes, pero no es suficiente. Las preguntas deben ir acompañadas de una

realimentación apropiada, de evaluación y de aprendizaje sobre cómo pensar en torno a ellas.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com