COMUNICACIÓN EDUCATIVA Y TECNOLÓGIC

UNIVERSIDAD NACIONAL

AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

SISTEMA UNIVERSIDAD ABIERTA

LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA

MATERIA: COMUNICACIÓN EDUCATIVA II

SEMESTRE: 4º.

UNIDAD. II.

COMUNICACIÓN EDUCATIVA Y TECNOLÓGICA

ALUMNA: OLGA LILIA GARCÍA LÓPEZ

PROFESORA. MARTHA DIANA BOSCO HERNÁNDEZ

INTRODUCCIÓN

Es sabido que dentro del aula las condiciones tecnológicas son de las más precarias e inclusive “raquíticas” (hablando de la educación pública) en donde en términos generales ha existido la preocupación de brindar una educación de calidad. Actualmente, se puede hablar de que los maestros utilizan la artesanía en el ámbito de enseñar. Los pizarrones con gises, las láminas de colores y muchos materiales didácticos que eran requeridos por el maestro han quedado atrás.

La educación persigue un nuevo espacio, una manera de ver las diferentes formas de vida y de ver al mundo actual. El maestro está comprometido, con su papel de gestor de la educación para con el alumno, que debe aprender mejores técnicas de aprendizaje.

En anteriores ocasiones no se tenían elementos de transmitir el conocimiento tan rápidamente. Simplemente se limitaba al salón de clases y al profesor; encargado de transmitir todo el cocimiento en el aula, persona que tenía todo el conocimiento pertinaz para transferirlo a sus educandos. El maestro en el aula era el conducto y vía por el cual el alumno debía aceptar y obedecer sus condiciones.

Los medios pedagógicos que eran utilizados fueron explotados a su máxima expresión. El docente tiene que hacer esfuerzos sobrehumanos para atraer la atención del alumno en el salón de clases. Con la nueva tecnología se es más atractivo y fácil desarrollar un concepto complicado o de medidas sutiles: como el de la sexualidad. El adolescente ve con atracción que con los avances en los medios de comunicación existe un vinculo mayor entre las autoridades: que distribuyen los materiales electrónicos; el maestro: que cada vez se capacita más; y el alumno, que debería ver el resultado de todo el esfuerzo realizado por parte de todo un equipo.

En los años 60 los educadores y los sistemas educativos habían sido impactados durante más de una década por un esquema que aparecía como la solución a todos los problemas, ya que traía instrumentos para plantear objetivos, para programar los pasos a dar en el aula, para estructurar textos que llevaban de la mano al estudiante. Esta propuesta llegó bajo la denominación de “Tecnología educativa”, pero con el tiempo fue sometido a fuertes críticas, sobre todo desde tendencias que buscaban dar el educador al aprendiz mayor participación en el juego de la enseñanza y del aprendizaje.

A partir de comienzos de los 80 podía apreciarse al mundo industrializado un avance cada vez mayor de las nuevas tecnologías de la información en el campo educativo. Sin embargo frente a una penetración irrefrenable en la enseñanza básica se observaron tres tendencias:

-Las computadoras se incorporan como transmisores de información, como modo de lograr una mejor información en el estudiante en la enseñanza aprendizaje.

-Como recurso para ordenar el pensamiento, para solucionar problemas.

El doble juego en que está involucrada la tecnología en la educación es la veracidad de la información, pero eso no procura tener toda la cultura, ya que la misma no está ahí esperando a que se digitalice y se le de una bella forma para moverla en las redes a la velocidad de la luz. Los alumnos pueden estar inmersos en esta nueva y actual tecnología, pero no saldrán de ella con conocimiento.

En la enseñanza programada, sobre todo en aquellas que viene totalmente diseñada desde los ministerios o secretarías de educación, es relativamente fácil moverse con una escasa capacitación para la docencia. Pero entran en juego la actitud crítica de los estudiantes, el análisis de su desenvolvimiento perceptual, el aprendizaje por descubrimiento, el trabajo grupal, la presencia del docente crece no a la manera de la escuela tradicional (es decir, un rol protagónico) sino en función de los oportunos apoyos que los estudiantes requieren.

El análisis del sistema educativo mexicano demostró que, difícilmente se habían podido lograr innovaciones tecnológicas en la educación formal, que las modificaciones eran posibles si los docentes no se capacitaban adecuadamente.

El aprendizaje escolar no estriba tanto en lograr que el alumnado memorice o entienda algo como en que puede llegar a mostrar que lo ha hecho y que puede actuar con un mínimo de comprensión de la situación en distintos contextos. Esto requiere poder establecer conexiones, interpretar mínimamente la realidad en la que está inserto y, sobre todo, utilizar lenguajes y sistemas de representación actualizados. Estos lenguajes y sistemas de representación no los elaboran los centros de enseñanza, aunque su principal papel consiste en hacerlos accesibles al alumnado. El problema de la escuela es que ha quedado anclada en la lógica de la imprenta.

Ahora bien, en la actualidad ha resaltado y se ha observado una especial sensibilidad hacia la educación en valores, como si esta dimensión hubiera estado ausente hasta ahora. Como si los conceptos de pluralismo, libertad o autonomía hubieran dejado de servir como referentes intelectuales y culturales de la escuela democrática, vacío que se rellena de contenidos cargados de moralidad. Entre otras razones porque sus propulsores son, en buena medida, quienes han vaciado de contenido moral a la escuela moderna y ahora pretenden recuperar lo perdido aunque solo sea para tapar su mala conciencia. Justamente por esta

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