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CONSTITUCIÓN DEL SUJETO PEDAGÓGICO MODERNO


Enviado por   •  17 de Julio de 2020  •  Resúmenes  •  1.162 Palabras (5 Páginas)  •  608 Visitas

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CONSTITUCIÓN DEL SUJETO PEDAGÓGICO MODERNO

Infancia y poder – Mariano Narodowski

La infancia es el pasaporte a su propia inserción en un futuro posible, futuro en que los hombres vivirán de acuerdo con aquello que ha sido por ello efectuado por años antes, en los de su infancia y en los de su educación. No sólo es el campo de proyecciones sino que también es la fuente de preocupaciones teóricas.

La pedagogía elabora una analítica de la infancia en la situación escolar.

El niño y el alumno se corresponden existencial mente a un mismo ser, pero desde un punto de vista epistemológico, constituyen objetos diferentes. El alumno es un campo de intervención no ajeno a la niñez, sino más complejo. En el campo de la teoría y de la práctica educativa escolar, es necesario dar por hecho la existencia de la infancia como corolario a partir del cual podrán desplegarse los atributos inherentes al dominio objeto específico. El niño es la base para construir teóricamente el alumno.

Para la pedagogía la infancia es un hecho dado, un supuesto indiscutible a partir del cual es posible construir teórica y prácticamente al alumno. La misma también se considera una construcción.

El cuerpo infantil debe ser amado y educado.

Dentro de la tradición más cara a la pedagogía, la infancia aparece delineada en sus aspectos más puros y claros en Émile ou de l' education, de Jean Jacques Rousseau.

La infancia es acotada como un nuevo fenómeno: objeto de estudio por un lado, campo de significados acerca de las características de este, pero potencial aplicable, desarrollo social, acción educativa, por otro lado.

En el pensamiento rousseauniano, tanto el estudio de la infancia como esa acción aplicable a ella deben efectuarse de acuerdo con la misma naturaleza. Para éste la infancia de ama, se reivindica, se comprende y se protege; es parte inalienable de la naturaleza porque “la naturaleza quiere que los niños sean niños antes de ser hombres”.

La educación que respeta la naturaleza infantil contribuye a delimitar aún más esa etapa. Para Rousseau la infancia tiene maneras de ver, pensar, sentir que le son propias”. La mala educación será aquella que no sabe detectar al niño dentro del niño: aquella que no reconstruye cotidianamente la infancia. La actividad educadora es el instrumento que permite a la naturaleza continuar su sendero.

La infancia es según la naturaleza el estadio que antecede a la adultez. Es el largo del camino que los seres humanos emprenden de la razón a la razón adulta.

Para Jean Jacques Rousseau el nacimiento del hombre está asignado por una cualidad altamente significativa y de profundas consecuencias, la capacidad de aprendizaje.

La infancia es el límite de la heteronomía, es una pura necesidad, incomplenitud gregaria que necesita de la gufa de los ya completos. El niño es un ser inacabado que posee la capacidad innata de alcanzar logros superiores de acabarse como adulto. La heteronomía infantil supone la autoridad adulta.

La relación entre el niño y el adulto es necesariamente asimétrica en virtud de una cláusula fundante de ella. La relación se establece a partir de la carencia de unos de las partes y de la actividad compensadora de la otra.

La construcción de la infancia posee en la edad la capacidad de marcar límites precisos a la autonomía y a la dependencia y de ponderar la cantidad y calidad de los esfuerzos de acción educativa.

En Émile se expresa con igual contundencia la producción pedagógica del cuerpo infantil,

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