Capiítulo I La Organización Escolar Como ámbito De Estudio

CAPITULO I

LA ORGANIZACIÓN ESCOLAR COMO ÁMBITO DE ESTUDIO

José Manuel Coronel Llamas

Introducción.

La actividad educativa se desarrolla en diversos ámbitos y escenarios de la vida social. También es cierto que cuando nos referimos a los procesos mediante los cuales las personas adquieren los conocimientos necesarios para desenvolverse en la vida social, disponemos de unos escenarios específicos y particulares como son las organizaciones educativas, en las cuales pasamos desde la infancia hasta prácticamente la etapa adulta. En la sociedad podemos encontrar ejemplos que nos hacen caer en la cuenta de la importancia que tienen las organizaciones en general, no sólo las educativas en el devenir del ser humano.

Toda nuestra vida está relacionada de un modo u otro con las organizaciones. Con esta expresión queremos reconocer la importancia de la interacción entre las personas, de lo social, ya sea a nivel formal (escuela, empresa) o informal (grupo de amigos), para el desarrollo de la vida en sociedad. Nosotros vamos a referirnos a las organizaciones educativas y a la necesidad que tenemos de conocerlas y comprender su funcionamiento.

En este capítulo queremos presentar la Organización Escolar como un ámbito de estudio específico y a la vez, en interrelación con otros campos de conocimiento disponibles, que de alguna manera tratan de ofrecer respuestas a los problemas educativos, a las actividades y a los procesos que tienen lugar en esas organizaciones que denominamos escuelas.

La Organización Escolar es una disciplina esencial para el conocimiento y comprensión de la institución escolar. El punto de vista que presentamos reivindica una visión organizativa de lo que ocurre en el centro que quizás distorsione la visión más “lógica” acerca de lo que hacen los profesores en su actividad profesional, esto es: dar clases en un aula con un grupo de alumnos. Sin dejar de ser eso esencialmente, no podemos olvidar que la actividad del profesorado se instala en un contexto físico y social mucho más amplio que incluso trasciende a la propia escuela. Baste recordar las diferencias existentes entre clases particulares en el propio domicilio a un grupo de alumnos y alumnas o hacer esto mismo en un centro escolar. Ahora nos gustaría acercarnos a ese ámbito de estudio que busca dar protagonismo a otros procesos, dinámicos u eventos, sin los cuales no llegaríamos a comprender en su totalidad la actividad educativa y profesional.

Es nuestra intención situar la Organización Escolar junto a, y en complementariedad con, otros campos de conocimiento reconociendo su sentido y validez en la formación del profesorado. En este sentido, a lo largo del capítulo establecemos conexiones con otros ámbitos igualmente importantes en esa formación, y nos acercaremos al centro educativo en tanto organización y desde una visión organizativa. Para este propósito nos parece igualmente importante, destacar diversas modalidades de aproximación a la realidad organizativa, finalizando con la propuesta integradora y comprensiva de la escuela en tanto organización.

1.1 La organización escolar como disciplina.

El ser humano no vive aisladamente, sino rodeado de otras personas con las que establece una serie de relaciones más o menos articuladas. Las sociedades disponen de sistemas organizativos en los que se integran y vinculan los individuos. Cuando hablamos de organización estamos haciendo referencia a la idea de conjunto de personas agrupadas en torno a unos objetivos comunes que realizan una serie de actividades, estructurando el trabajo con arreglo a una serie de normas y procedimientos para alcanzar unos fines específicos. De esta manera, esta necesidad de articular la acción de manera colectiva permite conseguir lo que individualmente costaría un esfuerzo enorme o bien sería prácticamente imposible de realizar.

Reducir el análisis de la actividad educativa a la acción del educador/a circunscrita al aula, o bien entenderla exclusivamente como resultado de instancias y fuerzas ajenas o impersonales (la política, la administración) resulta extremadamente peligroso. Ambas abstracciones, como bien señala Fernández Enguita (2005), tiene en común dejar de lado una instancia que quizá sea la más importante o quizá no, pero que, en todo caso, merece un espacio relevante en el análisis: la organización.

Lo que nos interesa destacar es, en este sentido …… atención a hecho organizativo en sí mismo, como …. Sociedades. En segundo lugar, que quizá pueda ser … ocurre en el seno de las organizaciones y como … pretenderlas. En tercer lugar, ya que específicamente … momento, a un tipo especial de organización como es la … la importancia de estudiarla como tal, es decir, como organización en donde se supone que tarde o temprano se integran los profesionales educativos. Pues bien, si reconocemos estas cuestiones como importantes, la Organización Escolar es una disciplina que nos puede ayudar tanto a centrar nuestra mirada de atención en el fenómeno organizativo, como a disponer de estrategias de análisis apropiadas para captar la complejidad de la realidad organizativa. Es en esa realidad en la que vamos a tener que desenvolvernos cotidianamente día a día.

Cuando los estudiantes universitarios inician sus procesos formativos en las distintas titulaciones comienza, entre otras cosas, un proceso de toma de contacto progresivo con diferentes disciplinas o ámbitos de conocimiento que supuestamente deberían conducir dicha formación hacia una capacitación profesional, sin olvidar –en este componente formativo-, la dimensión educativa que humana y personalmente se adquiere, de un modo o de otro, durante la etapa universitaria. En el caso que nos ocupa, estamos hablando de futuros maestros o maestras, profesionales de la educación en general, que durante su paso por la Universidad estudian y aprenden sobre aquello que previsiblemente les servirá más tarde cuando vayan a trabajar a los centros educativos.

En este currículo universitario aparece, a veces, bajo diferentes denominaciones, la materia Organización Escolar. Dicha materia, la presentamos como un ámbito de estudio en la formación de aquellos que en futuro vayan a incorporarse a los centros educativos en el ejercicio de su actividad profesional. Además, este objetivo está fundamentado en la idea de mostrar la utilidad de esta disciplina para saber estar, y saber hacer, para comprender lo que ocurre en los centros educativos y disponer, en consecuencia, de elementos de juicio fundamentados que nos ayuden tanto a estar mejor como a hacer mejor nuestro trabajo. Esta disciplina tiene sentido en la medida en que el profesorado tienen la necesidad de conocer, intervenir y mejorar la realidad de los centros educativos.

El trabajo del profesorado en los centros educativos viene marcado, en primer lugar y fundamentalmente por la actividad docente. ¡Nos pagan por dar clase! Otros dicen que lo hacen por aguantar a los niños y niñas. La verdad es que el profesorado basa su actividad en el trabajo con los alumnos. Entonces, ¿para qué las cuestiones organizativas? ¿Qué sentido tiene “saber de” Organización Escolar? A lo largo de éstas páginas trataremos de ofrecer respuestas a estos interrogantes.

La Organización Escolar como disciplina en el currículum formativo aparece junto a otros campos de conocimiento que configuran el terreno de las Ciencias de la Educación. Y, por otra parte, las Ciencias de la Educación se encuentran dentro de un contexto más amplio de saberes que componen las Ciencias Sociales y las Ciencias Humanas. Esto quiere decir que estamos tratando de conocer la realidad de una determinada manera y que optamos por comprenderla mediante acercamientos y metodologías apropiadas para dicha realidad. Es decir, que la forma en que las Ciencias Naturales tratan de acercarse a la realidad tiene que ser diferente de la nuestra. Pues bien, ¿cómo se ha desarrollado el conocimiento y la investigación en este terreno? Vamos a apuntar algunas consideraciones que nos permitan mostrar la propia especificidad de las ciencias sociales, en relación a las ciencias naturales. Por ejemplo, las ciencias sociales han querido emular a las ciencias naturales a la hora de comprender la realidad. Esta situación ha constituido un punto de partida equivocado para enfocar las cuestiones referidas a nuestro campo de estudio, el educativo y, concretamente, el de las organizaciones escolares.

Los problemas de la ciencia social aparecen cuando adopta un nivel de pensamiento tan general que difícilmente resulta posible afrontar adecuadamente los problemas que presentan los contextos históricos y culturales. La preocupación obsesiva por racionalizar y estandarizar los procesos de investigación social por formular y adoptar esquemas propios de las ciencias naturales, conduce al desarrollo de una ciencia incapaz de dar cuenta de la realidad social tal y como es. Adoptar una visión diferente de los fenómenos sociales supone incorporar esquemas diferentes. Por todo ello deberíamos incorporar aspectos como los que siguen:

• La necesidad de buscar un tipo de explicación para los fenómenos sociales que reconozca cómo los individuos comprenden e interpretan la realidad. La acción social es algo que no puede únicamente observarse, debe ser “comprendida” a través de la mediación de los sujetos. Esta comprensión conduce, inevitablemente, al estudio de la acción comunicativa, es decir, a estudiar cómo la gente se relaciona entre sí para entenderse y coordinar sus actividades.

• No olvidar que los sistemas sociales se encuentran en contextos

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