Competencias Docentes, Del Bachiller Y El Modelo De Concreción Didáctica Para La Promoción De Competencias En El NMS

Cualquier tarea que forme parte de la actividad humana involucra un proceso de planeación. El logro de cualquier objetivo depende sin duda de un cuidadoso diseño, de la definición adecuada, de la estructura correcta y por supuesto de la comprensión y compromiso de las partes involucradas. En éste sentido, la Reforma Integral a la Educación Media Superior como proyecto educativo para nuestro país, requiere de los mismos elementos; pero además, siendo la naturaleza del cambio de gran importancia y tomando en cuenta que el proceso de enseñanza aprendizaje implica un sinnúmero de variables, se requiere de una base y fundamento adecuado. Es necesario entonces, seleccionar el marco teórico correcto de entre una variedad de modelos de concreción didáctica, que relacionado con los objetivos y principios propuestos como ejes centrales, pueda asegurar una planeación efectiva y un diseño curricular exitoso.

Los modelos de concreción didáctico analizados en el presente escrito, se refieren a los autores John Biggs, Barr y Tagg, Estévez y Marciano, los cuales han desarrollado de forma individual diversas teorías reconocidas en el medio de la enseñanza a éste respecto. Encontrar la relación entre el perfil del docente, el del alumno y dichos modelos propuestos por la reforma, es el primer paso para pasar de la teoría a la práctica. Durante éste proceso encontraremos la forma de establecer nuestros objetivos, determinar nuestra estructura, definir nuestro enfoque, nuestro estilo, planear el trabajo y sensibilizarnos ante ésta nueva realidad, al tiempo que desarrollamos las competencias docentes que se requieren para participar en éste proceso de cambio y orientamos nuestros esfuerzos a la promoción de las que al alumno corresponden.

Biggs nos habla de dos estilos de aprendizaje en los alumnos: el superficial y el profundo, siendo el objetivo del maestro lograr que todos los estudiantes, independientemente de su inclinación natural y estilo, puedan alcanzar los niveles más altos de comprensión. Nos habla además de 3 tipos de maestros de acuerdo al enfoque que éstos sostienen y los paradigmas a los que se aferran. Analiza el tema desde la perspectiva misma del conocimiento además de la del estudiante y del docente considerando 5 niveles y finalmente propone una “alineación constructivista” refiriéndose a que todos los elementos del currículo deben estar orientados a los mismo objetivos, desde las actividades y la intención del maestro, hasta la evaluación, logrando que el alumno aprenda lo que queremos que aprenda. Dicho modelo se relaciona directamente con las competencias del alumno ya que el estudiante podrá ser capaz de abordar problemas y retos teniendo en cuenta los objetivos que persigue, además de que las actividades se orientan a que escuche, interprete y emita mensajes pertinentes en distintos contextos, que sea capaz de sustentar una postura personal, aprender por iniciativa e interés, participar con conciencia cívica y ética en la comunidad y contribuir al desarrollo sustentable, son otras competencias que Biggs promueve con su modelo didáctico y que corresponden con las de la RIEMS.

Biggs no deja de lado al maestro en su modelo y las competencias que éste debe poseer para llegar al éxito de la implementación son: preocupado por su formación continua, planificador de los procesos de enseñanza, creativo y efectivo a la hora de planear sus actividades y en general todas y cada una de las competencias que la RIEMS y el enfoque por competencias requieren.

Estévez sostiene que las fases y los componentes del modelo

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