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Competitividad Responsable, factor crítico para la sostenibilidad


Enviado por   •  18 de Mayo de 2012  •  1.513 Palabras (7 Páginas)  •  459 Visitas

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Competitividad Responsable, factor crítico para la sostenibilidad

empresarial

La Competitividad Responsable es la clave para hacer del crecimiento y consolidación de

nuestras empresas la base del bienestar colectivo a partir del Capital Humano que integra

nuestras organizaciones y, para lograrlo, todos tenemos una tarea por cumplir apoyados en

Prácticas de Buen Gobierno Corporativo (Corporate Governance) y actuando como

empresa socialmente responsable. Hoy, la rentabilidad no sólo es medida en términos

económicos. La misión de una empresa sustentable es la creación de bienestar y ello exige

descubrir en nosotros mismos la sincera sensibilidad por las inquietudes de la comunidad y

el país, por la honesta participación política en la solución de los problemas ciudadanos,

fortaleciendo el respeto por las diferencias y sobre todo comprendiendo la tolerancia, como

el atributo personal de aquel que busca permanentemente la esa distancia, más corta, que

separa dos puntos de vista. Me refiero a construir habilidades que integren equipos

alineados y con visión compartida de procesos de toma de decisión gerencial que

privilegien, mas allá de lo que se dice, aquello que se hace. Respeto a la diversidad de

opiniones, analizando el entorno y la competencia, siendo prudentes pero veloces, en la

toma de decisiones; capaces de improvisar con firmeza a partir de la mejor información

disponible, revisando los procesos de Comunicación interna y de relaciones, construyendo

alianzas equilibradas con los diferentes públicos de la empresa y tambien aquellos para los

que la empresa les es importante (stakeholders), alienando las expectativas comerciales a

las expectativas sociales de la comunidad a las que servimos; dejando la autocomplacencia

arrogante para corregir nuestras equivocaciones aprendiendo de ellas.

Me refiero a sistematizar nuestros aportes a la empresa, a diseñar un modelo de

organización y gobierno de la empresa, simétrico y consistente con la actuación, orientado

a la ejecución del plan de negocios pero armonizado con los intereses de la sociedad a la

que pertenecemos; liderazgo incluyente de hombres y mujeres que por igual aportan

estandarizando procesos, necesarios para dar mayor certidumbre al valor que agregan,

conscientes de las exigencias de sus stakeholders, abiertos a la colaboración, adaptación e

integración de más y mejor talento que cree y gestione en equipos con multihabilidades.

Descubrir lo que se tiene y Construir lo que se exige

Las nuevas reglas del juego para competir, obligan a la rápida adaptación de modelos de

buen gobierno que vigilen la “transparencia” más allá de lo que dicen las empresas y que se

refleje en aquello que deciden y comunican y a través de lo que hacen.

No obstante, para desarrollar buenos “gobiernos” en las empresas, debemos invertir en más

y mejor formación, compartir mejores prácticas e iniciar una cruzada que he llamado de

“Evangelización Corporativa” que incentive la transparencia. Un estudio reciente de la

Universidad de Harvard afirmó que las compañías que balancean las necesidades de los

accionistas, empleados, clientes, proveedores y comunidad en general, mostraron cuatro

veces más crecimiento en comparación con las compañías que se enfocan únicamente en

los accionistas.

Es por ello que para construir estratégicamente la reputación de una empresa en tiempos

como estos, debemos contar con una organización que gerencie los procesos de

Comunicación de la empresa, sin olvidar que la Comunicación no resuelve problemas de

organización, la organización se resuelve sólo con buena gerencia. La “Comunicación

Estratégica” es sólo una herramienta fundamental.

En la búsqueda de nuevos modelos de responsabilidad social

Los tiempos son otros y además de las exigidas prácticas de Buen Gobierno Corporativo en

lo interno y hacerse más competitivos como empresa, está su rol como actor social; ya la

foto con el cheque de la donación, ampliado a tamaño gigante, es menos útil que escuchar

al vecino o al delegado sindical hablar de la empresa, en forma espontánea y para lograrlo

son más simples las actuaciones de la empresa de lo que frecuentemente se cree, por

ejemplo, apoyarle en cosas tan fáciles que se hacen complejas, como acompañarlo el fin de

semana en un campeonato deportivo o pintar juntos la escuela de sus hijos. Hablamos de

interés público, no de nuestros intereses, hablamos del actuar empresarial y no de

“filantropía”, que no significa necesariamente que la empresa que la practique sea

socialmente responsable. Dar dinero no es, únicamente, una acción de responsabilidad

social. Nos referimos a aquello que la comunidad valora en el tiempo y no en coyunturas,

(*) Presidente de la Asociación Venezolana de Ejecutivos, AVE y

Fundador

...

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