Comunicacion Organizacional

COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL

La comunicación organizacional se considera por lo general como un proceso que ocurre entre los miembros de una colectividad social. Al ser un proceso, la comunicación dentro de las organizaciones consiste en una actividad dinámica, en cierta forma en constante flujo, pero que mantiene cierto grado de identificación de estructura. No obstante se debe considerar que esta estructura no es estática sino cambiante, y que se ajusta de acuerdo con el desarrollo de la organización. Las colectividades en las que la comunicación en las organizaciones se lleva acabo son consideradas típicamente como sistemas. Un sistema para organizar esta compuesto por una serie de actividades interdependientes que al integrarse forman un conjunto específico de objetivos. Por lo tanto, la comunicación en las organizaciones se considera como un proceso que se lleva acabo dentro de un sistema determinado de actividades interrelacionadas. Finalmente la comunicación entre los miembros de una organización implica la creación, intercambio (recepción y envió), proceso y almacenamiento de mensajes. A pesar del hecho de que las organizaciones han existido desde los tiempos bíblicos de una u otra forma, no fue sino hasta principios de siglo XX que las teorías formales de la organización fueron desarrolladas y desiminadas ampliamente. La mayor parte de estas teorías establecen principios claros acerca de la comunicación en las organizaciones o hacen suposiciones implícitas acerca del rol de la comunicación de las organizaciones “eficientes”.

¿Cuál es el fin de la comunicación en las organizaciones?

Demos una mirada al contexto de las organizaciones en las que tenemos el desafío de trabajar y que se caracterizan por: perdida de la confianza, incertidumbre creciente frente al cambio, falta de formas fáciles de participación, distorsión del sentido de pertenencia (no centrado en adquisición material) y el frágil compromiso hacia la estructura de la organización. Además de los silencios, el miedo, las actitudes negativas, el hablar mal del trabajo, el rompimiento de los objetivos personales con los de la empresa, el expresar que no sucede nada, que “aquí todo está bien” son comportamientos y actitudes que no conducen a ninguna y todas partes, a una inercia organizacional y en el desarrollo, a un caos interno, que gracias a los medios de información (boletines, carteleras, videorevistas, revista institucional, entre otros) expertos en imagen han maquillado esta situación, esto genera dificultades en el proceso de crecimiento internos y externos de la organización, en el de mercadeo, en las ventas y en la prestación de un excelente servicio al cliente. La comunicación no puede seguir siendo una “herramienta al servicio de la organización”, el giro propuesto y aquí viene la primera pista es que la organización debe estar al servicio de la comunicación. De esta forma adquiere su dimensión real, su dimensión estratégica.

Las organizaciones desaparecen por las mismas heridas que presentan los comportamientos individuales: la indiferencia, que se refiere al abandono de nuestras posiciones políticas; la apatía, como la debilidad de carácter y descuido de la energía que mueve nuestros intereses individuales y sociales por el bien común, y el egoísmo, que es la capacidad que de ha desarrollado de sobrevivir-cumplir en la organización donde se han roto los lazos comunitarios. Y este es el ambiente de nuestras organizaciones, seguro que no es color de rosa, entonces la comunicación que ha hecho hasta ahora, seguro que está en su búsqueda pero no podemos permitir continuar con la tarea de servicio de unos pocos a costa de muchos.

Entonces surge otra pregunta que marca el grado de responsabilidad que tenemos todos los que nos llamamos

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