ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Comunicacion Telefonica


Enviado por   •  22 de Mayo de 2014  •  1.764 Palabras (8 Páginas)  •  247 Visitas

Página 1 de 8

12 claves que le ayudarán a mejorar en su comunicación telefónica

¿Qué pasa con su imagen personal cuando no le ven? La postura, los gestos, la sonrisa y otros aspectos que habitualmente cuidamos cuando nos comunicamos de manera personal, hay veces que se descuidan, cuando lo hacemos a través de un teléfono o por escrito; lo mismo sucede cuando nuestro estado anímico no es bueno.

Por Lola García, Directora de Soluciones Eficaces .

Resumen:

• Todas las mañanas se siguen una serie de rituales o rutinas cuando nos preparamos para salir de casa y encaminarnos a nuestro trabajo. Observar cómo nos vemos y lo que sentimos hará que ese día sea mejor

• Nuestra mente es una de las mejores herramientas que podemos utilizar para dar una mejor imagen y debemos explotarla a fondo. Utilizar técnicas de pensamiento sustitutivo contribuirá a conseguirlo

• DOCE claves que le ayudarán a mejorar en su comunicación telefónica

Cuando pensamos en nuestra imagen personal (La Imagen Personal, un activo muy importante a cuidar), lo más habitual es que pensemos en nuestro aspecto exterior. Cuando vamos a prepararnos para salir por la mañana pensamos en qué vamos a hacer en este día que comienza y para ello, elegimos la ropa que nos vamos a poner, acicalamos nuestros rostros: ellos se afeitan, ellas se maquillan, al final, cuidamos nuestro aspecto externo, ¿pero cuántas veces nos planteamos lo que sentimos? Al igual que hacemos cuando nos vestimos, si vamos a tener una entrevista o una reunión ¿cuántas veces hacemos un reconocimiento a nuestro interior para ver que pasa?

Evidentemente, lo que está pasando en nuestra mente hará que este día que comienza, lo veamos de manera diferente. Si no hemos descansado bien, estaremos cansados y esto hará, que repasar las tareas a realizar en este día y su posterior gestión, nos resulten menos fáciles, que la mañana nos levantamos repletos de energía y parece que podemos conquistar el mundo; o ¿qué suele pasar cuando nos levantamos especialmente enfadados?, pues lo más normal será que transmitamos a los que están a nuestro alrededor ese sentimiento o ante cualquier incidente, tengamos una respuesta desmesurada y nos defendamos.

Está claro que lo que sentimos nos condiciona en todas las gestiones que realizamos a lo largo del día y en la forma en la que las realizamos.

¿Alguna vez ha visto la agenda y las reuniones que tenía, y ha pensado en que le gustaría desaparecer? o ¿en su planificación diaria, tocaba gestión comercial en la oficina y tenía un montón de llamadas de seguimiento a clientes y le hubiera gustado estar afónico o no poder hablar? Pero al final, no queda otro remedio que ponerse a trabajar y desarrollamos aquello que nos habíamos marcado para ese día.

Le cuento todo esto, porque aunque parezca que una vez que nos ponemos en marcha, el trabajo va a salir siempre bien, no es cierto. Nuestro estado anímico influye en las gestiones que realizamos y aunque nuestros interlocutores (clientes, proveedores, personal a nuestro cargo o compañeros) no nos vean en persona, sí son capaces de percibir nuestra voz y el tono de la misma; o quizás, si tenemos que escribir algunos mensajes, también transmitamos lo que sentimos en nuestro interior.

Pero ¿qué hacer cuando todo esto está pasando? Lógicamente, no podemos escondernos en un rincón y dejar que pase el día, para ver si la mañana siguiente es un mejor día, sino que tenemos que sobreponernos y reaccionar para hacerlo lo mejor posible.

Para ello, contamos con técnicas mentales, muy efectivas, como es la sustitución del pensamiento positivo, la utilización de la sonrisa o la lectura de frases positivas que se conviertan en nuestros “mantras”.

Nuestra mente es una de las mejores herramientas que podemos utilizar para dar una mejor imagen y debemos explotarla a fondo. En muchas ocasiones, nosotros mismos, somos nuestros peores enemigos y jugamos un juego muy peligroso de hacernos daño, no utilizar todo nuestro potencial o paralizarnos cuando no estamos bien. En lugar de reaccionar nos recreamos en nuestros sentimientos negativos y esto hace que la imagen que los demás ven de nosotros, no es todo lo adecuada que debe ser o cómo somos realmente.

¿Y qué podemos hacer? Pues, como le he comentado antes, poner a trabajar a nuestra mente y hacer que produzca para nosotros y no al contrario. Cuando los pensamientos negativos inundan nuestra mente, inmediatamente los reemplazaremos con otros positivos.

El lenguaje y nuestra mente, siempre nos hacen caso; así, si yo pienso que hoy tengo un día muy malo, tengo mucho trabajo, creo que nadie entiende mi posición o estoy enfadada, mi mente lo cree y el lenguaje que suelo emplear para comunicarme con los demás y conmigo misma, será del tipo: “hoy tengo un día muy malo”, “realmente hoy estoy muy enfadada”, “estoy muy estresada”, “estoy muy deprimida”, “mejor no haberme levantado hoy, para lo que voy a conseguir” y un largo etcétera de frases similares. Cuando expresamos esto, le estamos transmitiendo a los demás y a nuestra mente, los mismos mensajes, que al final terminamos creyéndonos.

Si ponemos a trabajar a nuestro cerebro y utilizamos la técnica sustitutiva, los mensajes positivos tendrán más poder que los negativos, será mucho más activo y tendrá más energía, ya que los pensamientos negativos, suelen paralizar la acción y le limitan.

Utilizando esta técnica de sustitución del pensamiento se convertirá en un pensador

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10.9 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com