Corrientes Pedagógicas contemporáneas
Enviado por Grace Lorena • 12 de Febrero de 2018 • Trabajos • 1.398 Palabras (6 Páginas) • 116 Visitas
Universidad Autónoma
de Nuevo León
Facultad de Filosofía
y Letras
Corrientes Pedagógicas contemporáneas
“La escuela nueva”
Grace Lorena Hernández García
Grupo G41
Matricula: 1758416
Dr. Felipe Abundis de León
5 de febrero de 2018
Desde el renacimiento se tenía mala idea y críticas de la escuela tradicional. A finales del siglo XlX y principios del XX se vio en Europa y Estados Unidos una serie de intentos de renovación pedagógicos y nace casi simultáneamente la ciencia moderna, la escuela obligatoria y el movimiento minoritario.
Se elige representante de la escuela nueva a Adolphe ferriere debido a que sus escritos no se limitan solo a exponer sus personales puntos de vista, sino que recogen los de los demás autores. Sus ideas se basaron inicialmente en las concepciones biológicas, transformándose después en una filosofía espiritualista. Para él, el ideal de la escuela activa es la actividad espontánea, personal y productiva.
La teoría de la Escuela Nueva proponía que la educación fuera instigadora de los cambios sociales y, al mismo tiempo, se transformara porque la sociedad estaba cambiando.
Los pedagogos de la Escuela Nueva veían en la educación el medio más eficaz para asegurar una comprensión mutua fraternal que permita solucionar de manera pacífica las diferencias entre las naciones. Se aseguraba que la nueva educación sería capaz de formar para la paz, la comprensión y el amor.
Los legisladores y los escritores que edificaron la escuela popular compartían la convicción fervorosa de que el amor al pueblo, cuando es sincero y desinteresado, debe influir forzosamente el deseo de que participe del pan de la ciencia.
Por medio de la escuela nueva se prepara al alumno para el triunfo del espíritu sobre la materia, respetar y desarrollar la personalidad del alumno, formar el carácter y desarrollar los atractivos intelectuales artísticos y sociales propios del alumno en particular mediante el trabajo manual y la organización de una disciplina personal libremente aceptada y el desarrollo del espíritu de cooperación, la coeducación y la preparación del futuro ciudadano.
La escuela nueva pretende una educación mediante la libertad y para libertad, respondiendo así a una tendencia. Fomenta la actividad espontanea, personal y tiene base y meta de su trabajo, se centra en la iniciativa del alumno.
El papel de la escuela es dar a los alumnos la oportunidad de ejercitar las actividades por las que están motivados y, a través de ellas, adquirir las experiencias variadas y abundantes como lo peritan las posibilidades.
La educación era esencialmente proceso y no producto, un proceso de mejoría. Se trataba de aumentar el rendimiento del niño, siguiendo los propios intereses vitales de él. Sólo el alumno podría ser autor de su propia experiencia. De ahí el paidocentrismo (el alumno como centro) de la Escuela Nueva.
Basándose la educación en la experiencia personal, puede significar contactos más numerosos y más íntimos entre el inmaduro y la persona madura de lo que jamás hubo en la escuela tradicional y, así, consecuentemente.
La educación debe orientarse no al futuro, sino al presente, garantizando al niño la posibilidad de vivir su infancia y vivirla felizmente. La escuela no debe ser una preparación para la vida, sino la vida misma de los niños.
El alumno es el clima de la nueva escuela, sin ella, no hay escuela activa. La escuela activa dirige y orienta la espontaneidad creadora y sabe que sin ella cualquier cambio que realice es superficial.
Para esto el alumno tiene un papel activo. Se prepara para vivir en un ambiente de sociabilidad. Vive experiencias, trabaja en grupo con los demás compañeros de forma cooperada. El alumno opina libremente y realiza actividades para tener conocimiento.
La educación nueva se ve llevada a enfatizar la significación, valor y dignidad de la infancia, a centrarse en los intereses espontáneos del niño, a potenciar su actividad, libertad y autonomía.
Los educadores progresivos estaban convencidos de que las experiencias cotidianas de la vida eran mucho más capaces de despertar el interés y de proporcionar temas para las lecciones mucho más instructivos que los proporcionados por los libros.
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