Democracia en la escuela

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"Democracia en la escuela"

1. ¿Cuál es la moral que los ciudadanos debemos tener para que una sociedad funcione de manera democrática y qué procesos de aprendizaje en intervienen en ella?

Para que una sociedad funcione de manera democrática, la convivencia social debe estar fundada en la solidaridad, la participación y el respeto de todos los integrantes. Es una condición que implica el desarrollo de la autoconciencia y la responsabilidad social, en la que todos deben actuar como sujetos solidarios y críticos, en la sociedad.

Para que los estudiantes se inicien e involucren en estos procesos de aprendizaje, se requiere que profesores y directivos fomenten formas variadas de participación, dado que constituye uno de los ejes articuladores de las prácticas sociales en la escuela y promueve y garantiza el desarrollo de los estudiantes. Contemplando que, al actuar de forma activa, deliberada y organizada, pueden tomar mayor conciencia del sentido y derivaciones de su participación y podrían transformarse en los verdaderos protagonistas del proceso. Una de las formas más simples de participación de los estudiantes lo constituye la expresión de sus voces.

2. ¿Cuáles son las condiciones escolares que favorecen el desarrollo de una moral democrática?

De acuerdo a Rodríguez (1997),  considera que la escuela tiene cuatro características que hacen de ella un escenario excepcional para la construcción de una cultura democrática: es el primer espacio de actuación pública del niño; en el que experimenta un amplio espectro de incidencia temporal y espacial; además de que tiene nexos con otras instituciones exteriores a ella; y ofrece al menor la oportunidad de relacionarse con una normatividad institucionalizada en la que se especifican sus derechos y deberes.

3. ¿Cuál es la importancia de la organización escolar para el desarrollo de la moral democrática?

Según Puig (1996), la reestructuración de la organización escolar es de gran importancia, ya que permite el estímulo de la participación de todos los implicados en los diversos ámbitos que componen la institución. En la escuela, la participación adquiere un carácter diferente, pues además de ser el eje fundamental del ejercicio ciudadano, se constituye en el medio para el desarrollo de procesos propios de la formación, como el desarrollo de la personalidad, dentro de una cultura democrática. En este contexto, la escuela no es la organización en la que todo está preestablecido, ni considera a los estudiantes como simples objetos de acciones técnicas planificadas para el logro de fines institucionales. Por el contrario, la escuela es el espacio en el que se construyen de manera vivencial los valores de la democracia.

4. ¿Cuáles son las tareas de los docentes en la formación de sujetos con una moral democrática?

Para formar sujetos con una moral democrática, es necesario desarrollar las habilidades analíticas y críticas para discernir y escoger. De manera que, los profesores tienen todo el poder para desarrollar estas habilidades, pues son quienes deciden como realizan sus clases y si demandan o no una participación activa de sus estudiantes. Por lo tanto, como sostiene Dewey, (1972) es preciso promover en la escuela la resolución de los problemas prácticos, morales y sociales a partir de la deliberación colectiva y el debate racional conducentes a decisiones y actividades conjuntas, dado que constituyen formas de trabajo que favorecen la toma de posiciones, la defensa de las ideas, el respeto y la tolerancia a las ideas de los otros. También es necesario desarrollar la habilidad para razonar y comprender críticamente a partir de la práctica sostenida del diálogo.

"Anverso y reverso de la tolerancia"

1. ¿Por qué la tolerancia es un valor necesario e indispensable en una sociedad democrática?

Porque es una forma de relación primordial para que dos o más personas puedan convivir en armonía, en la que uno es el sujeto tolerante y otro el tolerado. La materia de dicha relación es diversa: ideas, gustos, preferencias, actos o formas de vida. Y dada esta diversidad, diversos han de ser también los tipos de tolerancia: religiosa, radical, nacional, étnica, cultural, etc. Vivimos en una sociedad diversa, y nuestro país se rige por la democracia, por tal motivo, como personas que integramos esta sociedad debemos respetar sin criticar ni interferir en las decisiones y acciones de los demás, comprendiendo que la diversidad de ideas, costumbres, religiones, son lo que da los matices de una sociedad, y que ser tolerantes es el principio de la democracia. No podemos pretender que todos piensen y actúen igual. Bajo este precepto, seremos proactivos y lograremos vivir en armonía, construyendo un mundo mejor para todos, incluyente y humano.

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