Derecho Electoral

El Derecho Electoral es definido en el texto guía, sobre el derecho electoral: sufragio activo y pasivo”, como el “Conjunto de normas que desarrollan el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos por medio de representantes libremente elegidos”. Esta definición puede considerarse incompleta por que excluye las normas reguladoras de votaciones, en donde el pueblo participa directamente en el ejercicio del poder público.

Por lo tanto en este texto guía se llegó a la conclusión de establecer una definición más precisa y acorde a la expresión del derecho al sufragio, como lo fue:

“Conjunto de normas reguladoras de la titularidad y ejercicio del derecho de sufragio, activo y pasivo, de la organización de la elección, del sistema electoral, de las instituciones y organismos que tienen a su cargo el desarrollo del proceso electoral y del control de la regularidad de ese proceso y de la veracidad de sus resultados”

Debido a esto el derecho electoral tiene una vertiente activa y una pasiva, donde la primera corresponde al derecho a votar o elegir a sus representantes, mientras que la segunda corresponde al derecho de ser elegido.

Actualmente el sufragio en América Latina, a excepción de Cuba, es formalmente democrático, por lo tanto se puede afirmar que el derecho electoral es común, sin embargo hay países que tienen algunas condiciones o exigencias para obtener ese derecho al sufragio activo, como por ejemplo México tiene una restricción para cierto grupo social, como lo es aquellas personas que no se consideren “tener un modo honesto de vivir”, El Salvador y Uruguay lo tienen establecido en su ordenamiento jurídico, pero como una causa justa de exclusión.

Entre otros aspectos el sufragio activo, en ciertos países de América Latina lo establecen como un derecho, y en otros como un deber; en un principio el sufragio activo es un derecho de libre ejercicio, es decir al ciudadano no se le puede exigir de ninguna manera ni por cualquier medio esa participación política, mientras que en los que lo consideran como un deber, el sufragio es obligatorio para todos los ciudadanos, y por lo tanto deben acudir al voto obligatoriamente.

Para nuestra opinión el sufragio activo o el derecho de elegir a un representante, debe ser un derecho, porque si fuera un deber desmaterializaría totalmente la democracia que se predica en todos los países de América Latina, a excepción de Cuba, y por lo tanto los ciudadanos no elegirían a sus representantes por lo que ofrezcan en su plan político para el beneficio de la comunidad, sino por la obligación o la coacción que ejerce el gobierno sobre el ciudadano.

Por lo tanto esta coacción llevaría a buscar que la democracia en vez de ser el resultado de una decisión del pueblo, fuera una salida que busca el ciudadano para escapar de su obligación al voto; lo que queremos decir con todo esto es que, el sufragio activo no debe ser un deber, sino un derecho, que el Estado debe implementar los medios necesarios que impulsen al ciudadano a enterarse sobre la importancia que tiene de participar en las decisiones que lo afecten o que lo beneficien.

En cuanto a la inscripción en el censo o registro electoral, que es un requisito positivo que exige el sufragio activo, nos llamó mucho la atención, puesto que ésta es una condición que se exige para todos los países de América Latina, el censo electoral es el registro general de las cédulas de ciudadanía correspondientes a los ciudadanos

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