Disciplina Estudiantil

El trabajo que vamos a realizar trata sobre la disciplina de los escolares en la formación integral de la personalidad de estos hacia el futuro dentro de una sociedad.

La disciplina:

La disciplina tiene dos caras. Una está compuesta de reglas y consecuencias, que les dan a los niños base firme y sentida de orientación, que los motivan a obedecer incluso cuando tienen ganas de hacer lo contrario.

La otra cara de la disciplina implica inculcar en los hijos creencias positivas.

Los niños que tienen confianza en si mismos se portan mejor ¿Cómo lo sé? Por muchos años de trabajo y observación; los que tenían alta autoestima y confianza en sí mismo serán más felices, se portaban mejor y tenían mejores modales que los que tenían baja autoestima y poca confianza en sí mismos.

Esto no quiere decir que todos los niños con baja autoestima se porten mal. Por el contrario, algunos se portan muy bien. Sin embargo, en términos generales, los chicos con problemas de conducta tienden a tener una baja autoestima.

Nunca he conocido un padre que quiere que sus hijos tengan una autoestima alta. Los padres saben por instinto que a sus hijos les va mucho mejor si tienen una idea positiva de su propio valor.

También creo que muchos adultos sufren los efectos de una baja autoestima y quieren evitárselos a sus hijos a toda costa. (Larry Koenig 2003)

Nosotros como padres buscamos siempre lo mejor para nuestros hijos, pero a veces descuidamos ciertos detalles de su vida, por estar ocupados o sumergidos en nuestras ocupaciones diarias, debemos dar más tiempo a nuestros hijos y conversar con ellos de lo que sienten, piensan, desde muy pequeñitos tienen mucho que contar, que se porten bien frente a nuestros ojos o cuando no los estamos viendo como cuando están en la escuela depende única y exclusivamente de la educación que les hayamos dado en casa.

La permisividad también enseña irresponsabilidad porque, tanto los adultos como los niños, se despojan de la responsabilidad. Uno de los conceptos más importantes de la disciplina positiva es que los niños están más dispuestos a seguir las reglas que ellos mismos han ayudado a establecer.

Siempre que se les pide a los padres hacer una lista de las cualidades que quisieran desarrollar en los niños piensan en las siguientes:

Concepto positivo de si mismo = Mente abierta

Responsabilidad = Habilidades de pensamiento objetivo

Autodisciplina = Respeto a sí mismo y los otros

Cooperación = Compasión

Aceptación de si mismo y de los demás = Sentido del Humor

Interés en aprender = Interés por los otros.

Cortesía = Capacidad para resolver problemas

Honestidad = Sabiduría interna

Autocontrol = Entusiasmo por la vida

Paciencia = Integridad

(Jane Nelsen 2006)

Todos los padres quisiéramos que nuestros hijos tengan las cualidades anteriormente descritas, pero está en nosotros inculcarles desde pequeños a desarrollárselas. Los maestros de igual manera desde el inicio del año escolar deben inculcar a formar con ellos mismos reglas de convivencia dentro y fuera del aula, no esperar a que la indisciplina se desborde para buscar correctivos que no serán de granéxito debido a que los niños si se les deja hacer su voluntad, es muy difícil hacer que ellos cambien luego que la maestra no supo crear un ambiente de respeto y hacer valer su autoridad.

Muchos padres interpretan erróneamente el concepto de disciplina y lo identifican con la obediencia de los hijos. Es cierto que muchos de los comportamientos infantiles deben ser socializados.

Ello quiere decir que los niños/as deben aprender normas y reglas de comportamiento que rigen en una sociedad o grupo determinado.

Por ejemplo que uno no debe gritar cuando hablan, que "las rabietas" no son la mejor forma de comportamiento, que la ropa no se tira al suelo, que cuando mamá llama a cenar hay que apagar la televisión.

Y miles de reglas más que los niños, van conociendo implícita o explícitamente.

(Marta Saduzmi Brague 2003)

Las reglas que se imponen en casa son de gran ayuda en la formación disciplinaria de los niños, si ellos no practican reglas en casa aunque queramos los maestros imponerlas reglas en la escuela él o ella no las va a obedecer porque tienen otro patrón de conducta en casa, por eso se dice que los niños son el reflejo de su hogar.

La disciplina se logra en las familias que han compartido experiencias positivas pero en las que tienen niños problemáticos, por desgracia, no se dan. Todos reconocemos que los niños necesitan disciplina. Lo duro es la aplicación práctica.

Si controlamos en exceso y nos negamos a escuchar cualquier cosa que el niño diga, fomentamos una falta de conciencia, baja autoestima y aislamiento social. Podemos incluso fomentar problemas tales como tobar y mentir.

(Alan Train 2004)

Aunque pensemos que es duro llevar una disciplina con nuestros hijos debemos hacerlo, ya que ellos saben y conocen cuáles son nuestras debilidades, por ejemplo si los engreímos demasiado ellos sabrán que nos tienen en sus manos no seamos tan permisivos, ahora que son pequeños creemos normas y reglas dentro del hogar para que luego no nos arrepintamos de su conducta en el futuro.

Los niños necesitan que los adultos encargados de su educación estén de acuerdo respecto a las normas y a las consecuencias del mal comportamiento. Los padres pueden discutir por adelantado y en privado, que comportamiento es inaceptable y convenir una respuesta única. Cuando se enfrenten a una mal comportamiento nuevo, pueden posponer el castigo (mandarlo al niño a su habitación o diciéndole que hablarán después) hasta tener la oportunidad de hablar sobre las medidas que se van a tomar. Una mirada les basta a los padres para "decirse" que luego deben ponerse de acuerdo.

Primero deben interrumpir la acción indebida del niño.

A veces , los padres deberán sacrificar los detalles de sus puntos de vista individuales sobre la disciplina en aras del trabajo en equipo; Los niños que ven a sus padres bien acoplados sienten que su familia les da seguridad!.

Es muy probable que en cada pareja uno de los padres ejerza el papel disciplinario aunque parezca que es solo alguno de los dos miembros de la pareja quien imparte la disciplina, la verdad es que ambos lo hacen, pero desde el punto de vista que a cada uno le interesa más. Si la disciplina no se imparte a dúo, los niños tenderán a ver a uno de los padres como "el bueno" y al otro como "el malo". Sin embargo, las cosas no son tan simples.

Generalmente, el padre que rechaza la disciplina inspira poca seguridad. Los niños necesitan saber que pueden contar con ambos

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