EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN INGENIERÍA Y ARQUITECTURA: Orientaciones Metodológicas
salvadorsalvador13 de Enero de 2013
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
INSTITUTO UNIVERSITARIO POLITÉCNICO
“SANTIAGO MARIÑO”
Extensión Maturín
DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
Dr. Omar Brito Coll
EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN EN INGENIERÍA Y ARQUITECTURA: Orientaciones Metodológicas
(Versión resumida para el estudiante)
TÍTULO DEL PROYECTO
El título debe ser explícito y sin ambigüedades la idea principal del trabajo, por cuanto debe reflejar en forma clara el contenido que se espera en el documento, con su sola lectura. La estructura del título no es rígida, pero facilita la labor de plantear objetivos pues exige un esfuerzo importante por acotar el ámbito de acción que se pretende abordar. Por tanto, los títulos de la investigación planteada, deben favorecer a la formulación del objetivo general, llegando a establecer esta vez, en forma específica, qué es lo que se pretende estudiar.
Es importante acotar que no es correcto el uso de un verbo en el inicio de la redacción del título, pues los verbos reflejan objetivos en la investigación, y el título refleja contenido.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Contextualización del Problema.
Seleccionado y delimitado el tema, seguido de un título que indique de manera específica el contenido de la investigación, se aborda la contextualización del problema en términos concretos y explícitos, situándolo en un contexto teórico determinado. La formulación del problema debe responder de manera clara y precisa al qué y para qué de la investigación, el investigador debe tener conocimiento y suficiente motivación del aspecto de la realidad, hecho o fenómeno, que pueda ser expresado como una situación problemática, donde se indique cuáles son las características que la identifican como tal, se debe definir a su vez el alcance que se da a los términos que definen el problema, lo cual determina la solución que se pretende alcanzar o la finalidad de la investigación a realizar.
En síntesis, después de exponer brevemente la situación de contexto, el problema se enmarca en el estado actual o condiciones en que se encuentra el fenómeno, hecho o situación que motiva la investigación, lo cual requiere de una caracterización, para luego pasar al estado al que se quiere llegar, o situación deseada, es decir, qué es lo que se pretende lograr con el desarrollo del proyecto. En la redacción debe prevalecer el estilo narrativo, de lo general a lo particular, elaborando un pre-diagnóstico de la situación: escribir los síntomas (indicios o señales del hecho o fenómeno), causas (son las razones o motivos que dan origen al hecho o fenómeno) y consecuencias del problema.
Este primer avance debe ser debidamente sustentado, de allí que en la redacción se deben incorporar fundamentos teóricos coherentes, para contrastar el ser con el deber ser; datos empíricos producto de estudios exploratorios o de otras investigaciones, cuidando que cualquier juicio emitido se encuentre avalado con datos o cifras provenientes de los mismos, señalando los datos de las fuentes. Al final se hace el cierre con las posibles alternativas de solución del problema.
Objetivos de la Investigación.
Si el problema se ha definido de manera clara y precisa, se facilita la formulación de los objetivos, pues ellos deben reflejar la guía a seguir para transformar el estado actual o condiciones en que se encuentra el fenómeno, hecho o situación en estudio, al estado al que se quiere llegar, o situación deseada. Es muy importante que el investigador analice bien la orientación que le va a dar a la solución del problema planteado antes de redactar los objetivos, ya que en los objetivos se establece el compromiso que se adquiere para alcanzar los resultados esperados con el desarrollo del trabajo a realizar, de allí que los aspectos a considerar son la disponibilidad y la capacidad que se tiene, en tiempo, conocimientos, recursos materiales y económicos, el acceso a la información requerida, para concluir y cumplir satisfactoriamente con los objetivos formulados. Al finalizar la investigación se debe comprobar si se lograron los objetivos o no, pues los objetivos se traducen en resultados.
Habiendo reflexionado sobre los aspectos antes mencionados, se pasa a la redacción de los objetivos. Se recomienda utilizar un objetivo general del cual se desprenden los objetivos específicos. La redacción de cada objetivo, independientemente que corresponda al general o a los específicos, comienza por un verbo en infinitivo, que indique de manera precisa y directa las acciones a realizar. El (los) Objetivo General(es), debe(n) reflejar la meta a lograr, lo que a su vez se expresa claramente en el título del trabajo. En áreas como Ingeniería y Arquitectura, donde es típico que el estudiante se plantee el desarrollo de PROYECTOS TECNOLÓGICOS que implican una habilidad psicomotora (Fidias G., 2006, p.44), se deben usar verbos tales como: Diseñar o Desarrollar. Es importante hacer la acotación que el autor antes mencionado denomina a estos objetivos, como objetivos prácticos, señalando a su vez que no se deben confundir con los objetivos de investigación, lo cual es erróneo, pues éste tipo de proyectos se encuentran tipificados dentro de los modos de producción técnica, presentados por Morles V.,(2002, p.p. 105-130).
En cuanto a los objetivos específicos, una vez establecido el “norte virtual” que se pretende alcanzar (objetivo general), debe establecerse una “ruta” que evidencie que este es posible de ser conseguido, por tanto, los objetivos específicos representan cada uno de los pasos que se realizarán para alcanzar la meta. En este sentido, representa la estrategia concreta para abordar la realidad. Su correcta enunciación dependerá de la claridad y coherencia del investigador, puesto que exigen con anterioridad la posible relación sujeto-objeto, los rasgos operativos, y la evaluación de la productividad de la misma. Esto implica que deben estar relacionados con aspectos particulares que contribuyen al logro del objetivo general, para cada uno hay que definir el resultado esperado, dirigido a un elemento básico del problema, deben ser factibles de alcanzar, y deben seguir una secuencia lógica. Su redacción debe ser clara, coherente y medible. A continuación se presenta un listado de verbos que pueden ser utilizados en la redacción de objetivos de investigación:
*Verbos para objetivos generales *Verbos para objetivos específicos
Analizar Formular Advertir Enumerar
Calcular Fundamentar Analizar Enunciar
Categorizar Generar Basar Especificar
Comparar Identificar Calcular Estimar
Compilar Inferir Calificar Evaluar
Concretar Mostrar Categorizar Examinar
Crear Oponer Comparar Fraccionar
Definir Orientar Componer Identificar
Demostrar Planear Conceptuar Interpretar
Desarrollar Presentar Considerar Justificar
Describir Probar Contrastar Mencionar
Diagnosticar Producir Deducir Operacionalizar
Discriminar Proponer Definir Organizar
Diseñar Reconstruir Demostrar Registrar
Efectuar Relatar Detallar Relacionar
Enumerar Replicar Determinar Resumir
Establecer Reproducir Designar Seleccionar
Explicar Revelar Descomponer Separar
Examinar Situar Describir Sintetizar
Exponer Tasar Discriminar Sugerir
Evaluar Valuar Establecer
Fuente: Tomado de varios autores (Marzo, 2011).
Justificación de la Investigación.
En la justificación se exponen las razones que se consideran importantes y que motivaron a realizar la investigación, se debe explicar de forma detallada porqué y para qué es conveniente llevar a cabo la investigación y qué o cuáles beneficios se van a obtener, es decir para qué sirve y a quién le sirve. Cuál es el problema que ayudaría a resolver, en el presente o que surgiera en el futuro. Tiene alguna utilidad metodológica? Cuál es el grado de factibilidad?.
CAPÍTULO II
Marco Teórico Referencial
Antecedentes de la Investigación.
Se refieren a las investigaciones, trabajos de ascensos, reportes de eventos científicos, trabajos especiales de grado preferiblemente del mismo nivel o superior, culminados o en proceso, que tengan relación directa con el proyecto o trabajo de investigación que se realiza. Se presenta un resumen, donde se indica los elementos más importantes de la investigación realizada. La redacción debe ser fluida y directa, evitando caer en detalles excesivos.
Los elementos que se reseñan de cada antecedente son los siguientes: Autor(es), seguido del año de publicación entre paréntesis (año), título del trabajo; luego se da un pequeño resumen o síntesis del problema planteado, seguido del objetivo general y las conclusiones más relevantes o solución dada al problema; y por último se debe indicar cuál es el aporte que da esa investigación al proyecto que se realiza, es decir: da insumos para la elaboración de las bases teóricas, y/o aporta ideas básicas para el diseño o experimentación, y/o orienta en cuanto a la metodología a seguir en el trabajo a realizar, etc. Se sugiere que toda la información referida a un antecedente sea redactada en un (1) sólo párrafo que no ocupe más de la mitad de una página. Se recomienda un número de antecedentes no menor de tres (3) ni mayor de cinco (5), con vigencia máxima de 5 años.
Bases Teóricas.
El Marco
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