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ESO DE SER COMPETENTE


Enviado por   •  16 de Septiembre de 2014  •  1.327 Palabras (6 Páginas)  •  160 Visitas

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LO QUE PENSAMOS. . .

¡ESO DE SER COMPETENTE!

Para una docencia en época de guerra.

Mario Apolinar Ruiz

Docente de la ENUFI

Una de las cuestiones que provoca la reflexión y el debate en torno a la

formación y desarrollo profesional del profesorado consiste en cuáles son las

competencias que debe poseer el docente y cómo hacer para que las adquiera, las desarrolle y las promueva no sólo en el trabajo docente sino en la práctica educativa.

En la discusión de esta problemática se ha considerado que todo profesional de la educación debe poseer un saber, un saber –hacer y un saber valer, es decir, contar con un bagaje cultural, una metodología y determinados valores que le permitan bajo ciertas condiciones, ejercer la labor docente. Esto significa que el responsable directo de promover la enseñanza en el aula debe tener los conocimientos, las estrategias y las actitudes fundamentales para guiar el proceso educativo. En este sentido – como respuesta tentativa – estas competencias se traducen, esencialmente no sólo en el dominio de contenidos y las competencias didácticas, sino también en la identidad profesional y ética; la otra cuestión implica que, en su conjunto, los involucrados en la

misión formadora de docentes nos preguntemos si estamos promoviendo el saber, el saber – hacer y el valer de manera integral, o a cuál es la competencia que se le da prioridad, entre otras interrogantes.

En el ámbito del análisis sobre las competencias que debe llevar en las alforjas

todo profesor, o sea para ejercer la docencia, Francisco Imbernón (1997: 22) sostiene acertadamente que la función docente es una actividad laboral permanente, pública y compartida; la primera consiste en que el docente debe ejercer la tarea cotidiana, asumir el compromiso con responsabilidad, y concebirla, como una fuente de ingreso económico, de sostenimiento personal y social; la segunda se refiere a que el docente tiene la obligación de tomar decisiones ante determinadas circunstancias sociales, políticas y económicas del contexto en el cual se desenvuelve, decisiones sustentadas en conocimientos de causa, los procesos de los hechos, en estrategias y criterios

éticos, críticos sobre diversas disciplinas, la demostración de estas competencias lo

circunscribe y lo posiciona a determinada corriente profesional; y, en la tercera, se

comprende que la funicón docente no está aislada, descontextualizada, es influenciada

por agentes sociales, factores materiales, exige la intervención y colaboración de otros

actores para la conquista de los ideales educativos.

Es importante que en el desarrollo de sus competencias el docente reconozca

que surgen problemas, que existen dificultades y en determinados momentos alcanza

ciertos éxitos. Este reconocimiento implica que identifique cuáles son los factores

internos y externos que condicionan y / o propician sus fortalezas, oportunidades,

debilidades y acciones, es decir, limitaciones y sus posibilidades para mejorar su

desempeño laboral. En este contexto – con relación al dominio de contenidos,

específicamente –es, indispensable que comprenda la misión de la escuela en el

momento reciente, qué es lo que enseña, o sea interpretar y buscar significados al

papel de la escuela y su relación con la docencia y la educación y el ideal del sujeto

que se pretende no sólo informar sino formar.

Los cuestionamientos relacionados con el mundo de la escuela, nos llevan

necesariamente a pesar si los alumnos en la educación básica están adquiriendo los

conocimientos, habilidades, capacidades, valores y actitudes, sólidos, profundos,

suficientes para crecer y desarrollarse, si los planes y programas educativos, si los

docentes, los recursos, y, si todos los protagonistas del hecho educativo están

cumpliendo con el valor de educar para la vida; a reflexionar si los saberes, haceres y

decires de la escuela responden y corresponden al tiempo – espacio que viven –

vivimos, sobrevivimos-, los alumnos ante los cambios tan vertiginosos acelerados, que

surgen en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la cultura en una sociedad

denominada lo mismo que sociedad planetarizada, cibernética, de la información o

globalizada. Esto exige pensar y actuar para saber cómo hacer para adquirir,

desarrollar y demostrar que los maestros poseemos las competencias necesarias para

ejercer nuestra labor e incidir o coadyuvar en la formación inicial de los estudiantes

normalistas.

En este sentido Emilio Tenti Fanfani (1999) sostiene acertadamente que: “Es

tiempo de recurrir a los buenos maestros, a esos que no muestran su sabiduría a

través de los títulos, sino la propia experiencia práctica, para colaborar en la formación

inicial y permanente de las nuevas generaciones docentes. Esta sabidurpia práctica no

se enseña en conferencias, no se deja de aprehender en conceptos, definiciones y

...

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