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Educacion Medieval

guadalupedejesus18 de Diciembre de 2012

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LA PATRISTICA

Con esta premisa, los primeros Padres, se inspiraron en la teoría estoica del logos espermáticos, que se basa en que las religiones hasta la fecha lo que habían hecho era una especie de adaptación de la Palabra de Dios (eterna y presente desde el inicio de los tiempos) por no saber interpretarla correctamente. De este modo lograban explicar ciertas similitudes entre las mitologías paganas y la nueva mitología cristiana.

La primera patrística se desarrolló simultáneamente en dos ámbitos distintos, Oriente, representado por Grecia y Occidente por Roma. Estéticamente se produce un cambio sustancial entre la concepción pagana de los antiguos poetas griegos y la nueva literatura religiosa. Mientras aquellos buscaban el placer y la belleza de su obra utilizando para ello artificios y retóricas varias, el cristianismo defiende la palabra pura, según ellos para preservar la verdad de la palabra divina. Pero existía más afinidad entre ambas culturas de la que cabría esperar, ya que los ideales defendidos por los Padres Primitivos (ss. II-III) se correspondían en buena medida con las ideas destacadas por Platón en sus planteamientos filosóficos. Para los Padres la palabra del poeta es falsa ya que la única verdad es la que de mano directa del Espíritu Santo recibe el profeta. No obstante, aceptan estos padres cierto nivel de verdad en la obra de los poetas, la parte de inspiración que los griegos atribuían a la Musa y que los cristianos llaman inspiración divina, pura y libre de parafernalias.

Los Padres Griegos

Los primeros Padres Apologetas aparecieron en Grecia, donde se fundó también la primera escuela de teosofía cristiana, con base en Alejandría. Se dedicaron a defenderse de los ataques de los paganos desmintiendo que la iglesia fuera una amenaza para el Estado hablando de su forma de vida casta y austera y a su vez atacaron el politeísmo pagano, ya que sólo existía un Dios, que era por supuesto el cristiano y la única verdad era su Palabra, ya que envió a su propio hijo para difundirla.

Uno de los máximos exponente de esta vertiente oriental de la primera patrística fue San Clemente de Alejandría, pagano converso que alrededor del año 200 heredó del filósofo Panteno la dirección de la escuela alejandrina antes citada. Concluyó, San Clemente, que existían tres estratos de perfección entre los seres humanos. El más bajo entre los altos es el filósofo a quien Dios dota de la razón y la inteligencia, en segundo lugar se encuentran los cristianos cuya fe los eleva por encima de toda razón, t finalmente encontramos a los gnósticos en los cuales se unen la razón y la fe, la máxima aspiración que puede tener un cristiano. Este hombre defendía que existía cierta ambigüedad en la expresión literaria, que permite al autor dejar impresa su personalidad en retóricas y enigmas y al lector le proporciona el placer de la interpretación correcta. El otro gran representante de la patrística oriental era el gnóstico cristiano Orígenes. Éste, al igual que el resto de los Padres, defiende la idea de que la manera de narrar de los griegos, abundante en florituras y embellecimientos, induce a la mentira, mientras que la literatura cristiana, austera, como su forma de vivir, despojada de toda retórica es la única verdad posible. Y refuerza su teoría argumentando que cuando Jesús escogió a sus apóstoles, lo hizo entre gente sencilla para lograr llegar con la revelación divina a todo el pueblo tuviera el nivel cultural que tuviera y sin recurrir además al encantamiento de las formas que no lleva más que a la mentira. Defendió también, Orígenes, una especie de actualización de la antigua dualidad res/verba estableciendo tres niveles distintos de interpretación de la palabra, desde la más simple que se queda en lo más superficial hasta el sentido espiritual que sólo aquellos dotados de la gracia divina pueden trascender. Pero estas ideas unidas a la obsesión por alejar la tentación y el pecado de la carne motivaron su auto mutilación y su posterior expulsión de la iglesia alejandrina.

Los Padres Latinos

En cuanto a la vertiente latina cabe resaltar una mayor hostilidad hacia todas las artes. Tertuliano fue cabecilla en este movimiento que llevaba al extremo la sencillez que defendían sus coetáneos griegos al vincular la creación de las artes (aduladoras de los sentidos) a espíritus malignos en la Tierra, llegando a condenar por este motivo todas las artes, prohibir la literatura pagan y criticar el ornamento indumentario de la mujer. Sin embargo también hubo latinos más moderados en su concepción ideológica, como Lactancio, que defendía que Dios había creado todas las almas y que éstas debían ganarse la vuelta al paraíso siguiendo el camino de la virtud. Decimos que es, Lactancio, más moderado porque no condenaba la expresión como medio que alejase de la verdad (calificando de mediocre el lenguaje de las Sagradas Escrituras pero justificando que su belleza moral y su mensaje no necesitan de ornamento), sino que defendía una coexistencia de la res y de la forma tanto posible como necesaria: “pues no es malo que los buenos alimentos tengan, además, buen sabor”.

LA ALTA PATRÍSTICA (ss. IV y V)

En esta época se produce el asentamiento definitivo de la iglesia cristiana en Occidente por encima del paganismo, lo cual significa también la consecuente politización de la iglesia. Sin embargo, y en contra de lo que cabría esperar por las ideas del periodo anterior, este asentamiento trae consigo un amplio desarrollo de la literatura eclesiástica integrando a su vez los modelos helenos. Al igual que en la primera patrística, ésta también se desarrolla en dos vertientes geográficas, la oriental y la occidental.

Vertiente oriental

Debido a la gran cantidad de conversiones entre la población y existiendo el riesgo de una asimilación débil de los conceptos cristianos, la Iglesia creó una nueva forma de vida, que tuvo su cuna en Egipto, y que se basaba en el aislamiento y el ascetismo. Pronto el monaquismo, pues así es como se reconoció esta nueva manera de vivir se ex

Tendió por otros muchos lugares dada la gran aceptación que tuvo y además derivó en nuevos géneros literarios motivados por la vida del monje, sus costumbres y labores, etc. Pero no fue la única literatura que vio la luz en oriente durante este periodo, la literatura epistolar estaba en auge, la literatura hemolítica se desarrollaba con fuerza y nace también la poesía cristiana.

En Asia Menor, la zona donde más asentada estaba la herejía arriana, fue también donde se desarrolló la ortodoxia trinitaria representada fundamentalmente por San Basilio Magno, Gregorio de Nisa (hermano del primero) y Gregorio de Nacianzo, conocidos como Padres Capadocios, que hicieron suya la sabiduría helenística de los grandes poetas y filósofos Griegos y la adaptaron al cristianismo creando una perfecta coalición que expandió enormemente los horizontes de la literatura cristiana. San Basilio en su escrito ad adolescentes, anima a los jóvenes a estudiar las obras griegas de Homero, Platón y otros confiando en que siendo la fe algo que no hay que poner en duda, sabrán estos separar la verdad de las palabras vanas y aprenderán también a utilizar el ornamento y la retórica a favor del mensaje. Aparte de esto, San Basilio atribuía la creación artística a la teoría del logos, ya que el artista sólo interpretaba la obra de Dios. Por su parte, Gregorio de Nacianzo, sostiene que si bien es cierto que el estilo llano de las escrituras no es ni por asomo comparable a la retórica pagana, tampoco el mensaje “monstruoso” se las fábulas griegas se puede comparar con el cristiano aunque se recubra de bellas palabras. Sin embargo, también admite y sostiene que lo ideal sería una literatura con el bondadoso mensaje cristiano y la poderosa narrativa pagana. Por el contrario a los otros dos, el tercer exponente de la patrística oriental de este periodo, San Gregorio de Niza, estaba más cercano ideológicamente a los planteamientos de Orígenes apoyando la literalidad de las primeras literaturas cristianas, además, en sus reflexiones sobre la creación, el orden y la belleza, establece una analogía entre el eros platónico del Simposio y su idea de la educación de las almas para la vuelta al Paraíso y sitúa como modelo arquetípico de belleza al mismo Dios.

Vertiente occidental

En estas fechas, la unidad de la iglesia se va resquebrajando poco a poco a la par que decae el famoso Imperio que la cobijaba bajo el asedio de los visigodos. Esta decadencia propicia la nueva tarea evangelizadora de la iglesia. San Ambrosio de Milán fue una figura destacada de la época que al igual que Orígenes estableció tres estratos diferentes de interpretación, el literal, el moral y el místico-alegórico.

El más claro referente de esta época es San Agustín. Éste Aurelio Agustín incurrió tarde en la fe cristiana tras haber probado otras religiones como la maniquea e incluso haberse vuelto escéptico al no obtener resultados de ninguna de ellas. Finalmente se convierte al cristianismo tras una segunda lectura más profunda de las Escrituras, aunque le cuesta renunciar a los placeres mundanos. Fue una pieza fundamental en el desarrollo de la cultura occidental de su época por su gran influencia tanto en la política y el derecho como en la vida social y filosófica. Gran estudioso del Platonismo, revisó los escritos del filósofo una y otra vez para, tomándolos como base, crear una nueva vertiente adaptada a los intereses del cristianismo. Como ya dijimos antes, antes de convertirse al cristianismo, San Agustín bebió de muy diversas aguas en su búsqueda incesante de las fuentes del saber tomando de cada una aquello

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