Educación social ¿Cuáles son sus fines y valores?

¿Qué es la educación?

Pérez (2016) parafraseando a Perrone y Propper argumenta que, educar es un proceso “que se ejerce a través de una acción externa al individuo y que tiene como finalidad su crecimiento”.

               Pero también podemos complementar con la visión de Durkheim que es compartida por Hubert en la que se manifiesta que la educación está compuesta por acciones e influencias ejercidas por los adultos sobre las nuevas generaciones y con la misión de prepararlos para la vida social. Con ello se desarrolla a los niños para aspectos físicos, intelectuales, mentales y sociales que la sociedad le va a exigir una vez que llegue a la madurez. (Hubert, 1977).

               La juventud está inmersa en relaciones de poder, socialmente determinadas por el lugar que ocupa dentro de la jerarquía generacional de la sociedad. La juventud es pues, un producto de relaciones de poder entre generaciones. Para Bourdieu «la juventud y la vejez no están dadas, sino que se construyen socialmente en la lucha entre jóvenes y viejos» Brito-Lemus (1998) En otras palabras, la juventud está sometida a la subordinación, a un sistema de prohibiciones que se sostiene en la propiedad del saber y de la experiencia acumulada, es decir, en el capital cultural acumulado con el tiempo de los adultos.

               Pero no nos quedemos ahí, en el caso del grupo de alumnos que integro para esta materia, podemos decir que no somos niños y que varios de nosotros no somos ni jóvenes, y eso no ha impedido seguir adquiriendo conocimientos. Conocer a Piaget y también a Ludwig von Bertalanffy, distinguir entre trabajo social comunitario e individualizado, algunos podemos usar citación y referencias; y advertir que no son lo mismo. Esos saberes los hemos adquirido recientemente como parte de una educación terciaria. Ander-Egg (1999) postula tres tipos de educación: formal, informal y no formal. Claramente nosotros conformamos el primer tipo porque pertenecemos como alumnos de la ENTS a una educación estructurada institucionalmente con un programa de estudio que aunque anticuado (y a punto de ser reestructurado), está planificado y tiene como objetivo al reconocimiento académico y la obtención de créditos, un título y grados académicos entre otros.

¿Cuáles son sus fines y valores?

               Los fines de la educación para autores como Delval “es prepararnos a vivir con vida completa” de acuerdo con los ideales, el tipo de sociedad en que se aspire a vivir y las expectativas que se tengan sobre la finalidad de la vida. (Pérez, 2016) Al individuo le corresponde entonces reflexionar sobre su conducta, los fenómenos sociales y naturales y tener la libertad de pensar por si mismo, tomar decisiones desde su más personal criterio y elecciones, etc. Me atrevo a decir que esto no tiene que ver con los tipos ideales de los que hablaba Webber sino un fenómeno más orgánico y constructivo que necesita de la cohesión y la participación social.

En el caso de  los valores, estos son los principios que rigen u orientan la acción y que expresan aquellas formas de conducta consideradas valiosas por sí mismas, porque benefician a la comunidad (UNAM, 2013) Los valores promovidos gracias a las acciones educativas, son los mismos que se consideran importantes y útiles dentro del grupo social. Ya conocidos como: fortaleza, disciplina, eficiencia, orden, lealtad, perseverancia, paciencia, competitividad, valentía, resiliencia y responsabilidad. Pero además: legalidad, respeto, igualdad de género, solidaridad, libertad de expresión, honestidad, trabajo en equipo, cooperación, y otros.

¿Qué es la educación social?

              A pesar de las distintas definiciones para educación social propuestas en el material de Pérez (2016), prefiero asimilar la de los autores Parcerisa y Forés, quienes la plantean como:

 Un  proceso de desarrollo integral y promocionador de las personas, mediado por la función pedagógica intencional y posibilitadora, desarrollado por profesionales, y presente en múltiples ámbitos con la finalidad de procurar, favorecer y potenciar la adquisición de bienes culturales que amplíen las perspectivas educativas, laborales, de ocio y participación social y posibiliten la incorporación activa y transformadora de estas personas a un contexto social y cultural concreto.

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