El Curriculum En La Formación Docente

El Curriculum en la formación docente

El curriculum comprende el medio que conjuga las concepciones sobre la educación, las instituciones, la formación y fundamentalmente, contiene la concepción acerca del ciudadano que una sociedad aspira a formar. En ese sentido, el currículo constituye el referente mediante el cual se concretan las políticas educativas, en tanto coadyuva en la ejecución y toma de decisiones de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Este currículo, se fundamenta en el marco legal establecido en cada país, por ello se plasman las finalidades educativas. En Venezuela, el curriculum se apoya en la legislación vigente y con esa base se deben establecer los diseños curriculares del sistema educativo. En el caso de las universidades, deben considerarse los fundamentos legales y obviamente, las necesidades e intereses de la sociedad venezolana a la hora de formar el capital humano que exige el país, en este caso específico, se hace referencia a la carrera de educación dados los objetivos de este estudio.

La universidad venezolana tiene el compromiso de contribuir al desarrollo del país, formando de manera integral a los futuros docentes, a través de un diseño curricular, acorde a las peticiones de la modernidad, así como a las necesidades reales del contexto, con sólidas políticas de formación docente para la ejecución de planes y programas tanto en el proceso de formación inicial como continuo para el perfeccionamiento y actualización de docentes en ejercicio que contribuya al desarrollo personal y profesional.

En consecuencia, se busca estar en sintonía con los requerimientos del Estado, sus Leyes, Reglamentos y Resoluciones al interpretar las políticas de formación docente en Venezuela. Así pues, en la década de los noventa surge el Programa Nacional de Formación Docente de (1995) (PRONAFORDO), consultado, analizado y redactado entre las siguientes Universidades venezolanas: Universidad del Zulia, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Universidad Central de Venezuela, Universidad Nacional Abierta y la Universidad de Los Andes, cuyo objetivo fue atender a las demandas y exigencias de profesionalización de docentes en servicio como: Bachilleres docentes, normalistas con título de bachiller y bachilleres en ejercicio docente. En función de este programa y tomando en consideración algunos componentes como: concepción, objetivos y propósitos, algunas universidades del país, específicamente, la Escuela de Educación para 1990, de la Universidad de Los Andes, se dispuso a ejecutar un nuevo programa regular de formación docente en las dos primeras etapas de la Educación Básica, a fin de facilitar la incorporación de los estudiantes y operatividad de la escuela de educación según los nuevos requerimientos.

De acuerdo a los planteamientos expuestos, para cubrir las expectativas e impulsando nuevas búsquedas, con respecto a la formación universitaria de docentes para las dos primeras etapas del nivel de Educación Básica y en función de las normativas legales vigentes para el momento, se realizaron transformaciones y modificaciones que condujeron a la Universidad de Los Andes (ULA), a realizar otra nueva propuesta; la activación de discusiones se iniciaron en la Escuela de Educación de dicha universidad sobre el Programa de Formación Docente para el nivel de Educación Básica, enmarcada en los principios legales de la Resolución N°12, (1983) y Resolución N°1 del Ministerio de Educación (1996), ambas resoluciones tuvieron una influencia importante en los cambios que hubo que hacer para adaptar los planes y programas de formación docente, También fue importante la Reforma Curricular de la Educación Básica de 1996.

Por tanto, desde esta perspectiva la ULA y la Facultad de Humanidades y Educación, a través de la reflexión permanente sobre el futuro docente, las demandas y revisiones acarreó la presentación de un diseño curricular que respondiera a la escuela de hoy, a las características del estudiante que aspira a ser docente, a la dinámica del conocimiento y exigencias de la sociedad venezolana actual, a las reformas curriculares impulsadas por el Estado y a la práctica pedagógica que se lleva a cabo en el subsistema de Educación Básica a nivel de la Educación Primaria (nueva denominación de la LOE, 2009) en el proceso de formación.

Por otra parte, León, Rivas y Anzola (2004), expresan que la Universidad de Los Andes, siguiendo las directrices de las reformas educativas, debe fundamentar el currículo en los siguientes aspectos: transversalidad, necesidades e intereses del estudiante, requerimientos de la profesión docente como el perfil del profesional, objetivos de la Escuela de la Educación y del Programa de Formación Docente, en la Interdisciplinariedad del conocimiento teórico y práctico, ya que estos componentes describen el proceso educativo y la educación. (p. 5). En este sentido, también se debe contemplar las tendencias curriculares actuales, que contribuyan a presentar formatos junto con los actores del proceso educativo, así como proponer diseños desde lo interdisciplinario, pluridisciplinario hasta lo transdisciplinario.

Además de los referentes descritos, también en esta línea, el Ministerio de Educación (1998) señala una serie de principios que se han de incorporar en los diferentes diseños curriculares y llevarlos a la práctica, entre los cuales destacan que el currículo debe ser flexible, centrado en el estudiante, el conocimiento y la sociedad, cuyos contenidos promuevan el saber, la investigación, la reflexión, el análisis y el uso de estrategias cognitivas. En el mismo documento, se establece que debe, cumplir con los siguientes principios básicos en la teoría curricular: pertinencia, que consiste en la coherencia entre las exigencias y requerimientos de la profesión docente, las perspectivas comunitarias y las características del diseño curricular; calidad, es la posibilidad de formar al individuo capaz para resolver problemas; integralidad, que incorpore aspectos éticos, cognitivos, lingüísticos y de trabajo; flexibilidad, que se pueda adaptar a nuevas situaciones; y validez, que se puedan tomar decisiones bien fundamentadas.

De manera que el Diseño Curricular de la carrera de Licenciado en Educación establece correspondencia entre las demandas del personal docente y su alta calificación profesional, que esté en sintonía con los requerimientos del Estado, sus leyes y Reglamentos al interpretar las políticas de excelencia en la formación docente nacional, a la luz de los criterios establecidos en la Reforma del Estado venezolano y análisis documental de Resoluciones de más reciente fecha realizados en el país.

Es el caso de la Resolución 1 (1996), en el artículo II, que desde el numeral 6 al 11, señala los elementos básicos que debe contemplar la estructura curricular de las instituciones de formación docente en sus planes de estudio y programas de enseñanza; estén basadas en:

a) Metodologías implantadas en la planificación debe indicarse: componentes, ejes, dimensiones, ciclos, áreas, así como mencionar en el diseño curricular los lineamientos que orienten el perfil del profesional a formar; un adecuado equilibrio teórico- práctico a lo largo de la carrera, por ello se debe articular y sistematizar secuencialmente los contenidos con una visión integradora, armónica y reflexiva de la función docente, a fin de lograr una sólida comprensión de la enseñanza; incorporación de contenidos programáticos que orienten al logro de los objetivos en los siguientes ámbitos: Formación general, se debe considerar estudios amplios para profundizar los conocimientos en las distintas áreas que contribuyan al desarrollo del estudiante y superación de debilidades académicas; Formación Pedagógica, son los estudios dirigidos a cimentar las bases de identidad profesional, a partir de experiencias y vivencias de aprendizaje, que le permita adquirir conocimientos, métodos, enfoques y tecnología, a fin de asegurar su capacidad en los procesos cognitivos; Formación Especializada, son estudios que permiten lograr en el estudiante un apropiado dominio teórico-práctico, de los contenidos y estructura de la disciplina científica en las que se inscribe el programa de enseñanza correspondiente al nivel, modalidad o especialidad que se desempeñará como docente, así como también la aplicación en la vida cotidiana de dichos conocimientos; y por último, las Prácticas profesionales, que se conciben como el eje de aplicación, de los conocimientos teóricos y prácticos, habilidades

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