Ensayo Escuela Rural

El trabajo docente en la escuela primaria rural

A través del devenir histórico, la escuela como institución formadora ha sido considerada como un espacio de carácter público a el cual todo individuo debe de asistir y permanecer durante ciertos periodos de tiempo para poder obtener de manera gradual los conocimientos culturales, sociales y científicos necesarios para desenvolverse en una sociedad.

Para ello, es necesario que el tipo de enseñanza que se brinde en dichos planteles sea el adecuado a la instancia en la que éstos se presenten, atendiendo dos factores primordiales tales como el contexto o ubicación geográfica del edificio escolar y el tipo de población de alumnos a la que se atiende.

Centrado nuestro trabajo en el tipo de enseñanza que se ofrece dentro de las zonas rurales específicamente hablando y atendiendo los dos factores anteriormente mencionados, podemos decir que el docente, como responsable de guiar a los alumnos a construir sus conocimientos, se enfrenta a diferentes retos como el trabajar con más de un grupo a la vez o trabajar con la totalidad de grupos y al mismo tiempo tomar el papel de director. Asimismo, la falta de recursos (escaso material didáctico, pocos libros, falta de tecnología, de infraestructura y mobiliario), el difícil acceso debido a que están alejadas de la ciudad, la timidez de los niños, la pobreza, la desnutrición, la falta de atención a niños con necesidades educativas especiales, la imagen que se tiene del maestro anterior y algunas veces la apatía de los padres de familia.

Es por ello que con frecuencia se piensa que las escuelas rurales difícilmente pueden obtener buenos resultados, por las carencias y limitaciones que tienen o por la heterogeneidad del grupo que dificulta la organización del trabajo. Sin embargo, como han mostrado diversas experiencias, la convivencia en un mismo salón de alumnos de diferentes edades, intereses y posibilidades ofrece un potencial para estimular el trabajo colaborativo y la ayuda mutua entre los niños que favorece el aprendizaje compartido. También es posible establecer vínculos con la comunidad como una forma de aprender. Si se aprovechan las ventajas del aula multigrado y se reorientan tanto las prácticas de enseñanza como el uso creativo de los recursos didácticos y la vinculación con la comunidad, será posible ofrecer a los niños experiencias educativas valiosas y un aprendizaje significativo y por ende, disminuir el bajo aprovechamiento y rendimiento académico.

Tal como lo señala Lourdes Reyes Hernández, el aula multigrado tiene diversidad de necesidades que como maestros tenemos que enfrentar, y cuando se afronta junto con los niños invitándolos a la reflexión, a la búsqueda de espacios creativos donde jueguen, reflexionen, creen, se diviertan y sea atractiva su estancia en el aula, entonces se verá que hay grandes adelantos en nuestra práctica, avances en el aprendizaje de los niños y un toque mágico en cada uno de ellos. Por ello, como docentes debemos de diseñar estrategias que motiven al alumno a participar en actividades donde se relacione con sus compañeros, desarrolle sus habilidades, destrezas y capacidades, sintiéndose en un ambiente cálido.

Por otra parte, el docente debe ser amable y paciente con los niños y padres de familia, respetando ante todo las costumbres y tradiciones del lugar, responsable y respetuoso, para ganarse así la confianza tanto de los niños como de los padres de familia. Éstos últimos, al sentirse bien con el maestro, acuden a él por las tardes para tomar clases y poder aprender lo básico en la escuela primaria.

Otra dificultad a la que se enfrenta el docente, es que en algunos casos no es posible vincular los contenidos que serán vistos en el aula, ya que estos suelen ser totalmente distintos, llevando mucho más tiempo explicar

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