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Ensayo Ética Profesional


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2013  •  5.578 Palabras (23 Páginas)  •  522 Visitas

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PRUEBA DE ENSAYO

1. Realice creativamente un mentefacto donde se exponga la importancia de mejorar la calidad de vida profesional en su lugar de trabajo y en su ámbito familiar. Tenga presente el principio de justicia, principio de no maleficencia en articulación con la estructura de los códigos deontológicos.

2. Haga una lista de 10 estrategias que usted implementaría para mejorar las buenas prácticas profesionales frente a situaciones conflictivas. Tenga en cuenta cada principio de la Carta Magna e identifique qué virtudes, valores y normas deberían considerarse para crear una cultura de paz o un ambiente adecuado.

ESTRATEGIAS PROFESIONALES

Estrategias

Buenas Prácticas Principios de la Carta Magna de Valores Virtudes Valores Compromiso Personal

1. POBREZA ESPIRITUAL

Al igual que la dependencia en otro se da para subsistir, de la misma manera hay que depender de Dios para existir. Así podemos hablar de la Providencia, bajo la cual se debe vivir en una búsqueda de Dios en humildad y sencillez (Bonilla, 2003).

I. LA PERSONA HUMANA ABIERTA A LA TRASCENDENCIA

1. El amor del hombre a Dios y la auténtica vivencia espiritual han sido siempre motivo de desarrollo de la civilización, con repercusiones positivas en la cultura y en la vida social. El verdadero amor del hombre a Dios, como Cristo nos mostró, incluye necesariamente el amor a todas las personas y previene de todo acto fanático y egoísta (González y Cuenca, 2013, p. 204).

Dependencia de Dios. Buscar el corazón y la mente de Dios. Cuando tomemos decisiones, oremos a Dios con paciencia y tengamos comunión con Él hasta que estemos seguros de que hagamos lo que hagamos será la obra de Dios (MacArthur, 2005-2010).

Búsqueda de Dios. Disposición de ánimo, humildad y aceptación incondicional de lo que Dios te ofrece son tres factores imprescindibles en tu búsqueda de Dios (Llanes, 2011).

Obediencia: Aceptar asumiendo como decisiones propias, las de quien tiene y ejerce autoridad, con tal de que no se opongan a la justicia y realizar con prontitud lo decidido, actuando con empeño para interpretar fielmente la voluntad del que manda (Agudelo, 2003, p. 40).

Humildad: Reconocerse sus propias insuficiencias, sus cualidades y capacidades y aprovecharlas para obrar el bien sin llamar la atención ni requerir el aplauso ajeno (Agudelo, 2003, p. 39).

Sencillez: Cuidar que el comportamiento habitual en el hablar, en el vestir, en el actuar, esté en concordancia con las intenciones íntimas, de tal modo que los demás puedan conocerle a uno claramente, tal como es (Agudelo, 2003, p. 43).

Tener cada día hambre y sed de Dios. Para buscarlo con prontitud. Sabiendo que cuando se está vacío, se debe procurar llenar ese espacio con algo. En este caso, Dios es el que va a llenar mi vacío cada día.

Mi vacío me va a ser humilde, porque no voy a actuar guiado por mis capacidades humanas, sino voy a proceder cubierto por la voluntad y sabiduría divinas. Esto va a ser más productivo para mí y para los que me rodean diariamente.

Depender de Dios, para actuar no por las circunstancias, no por las personas que me rodean, ni por los requerimientos profesionales; sino, por convicciones de presencia divina. Es decir que voy a actuar con verdad y diligencia porque Dios está conmigo.

2. AFLICCIÓN PROFUNDA

Ante un contexto de injusticia social, de pobreza, catástrofes naturales, conflictos bélicos, entre otros problemas, el ser humano necesita de una consolación, combinada de palabras y acción. Esta realidad solo la hace Dios, pues Él es el gran Consolador (Bonilla, 2003). Cuando nosotros experimentamos la consolación de Dios, estamos capacitados para hacer lo mismo con nuestro prójimo.

II. FAMILIA

1. Es el ambiente donde la persona empieza a desarrollarse, es su primer entorno de crecimiento. Fundar una familia de forma responsable requiere una reflexión y compromiso previos, lo que conlleva el dar y recibir amor, enseñanza y afecto entre todos sus miembros (González y Cuenca, 2013, p. 205).

Consolar. Es tener en común una carga especial, o sea, la escucha y ayuda personal desde una perspectiva divina para los hermanos afligidos y los que están luchando con problemas que les superan (Py, 2011).

Dar ánimo, empuje y esperanza. Tenemos que ser transmisores del consuelo tan necesario para las personas afligidas y quebrantadas, pero también de la verdad que santifica y libera al ser humano. La verdad tiene que combinarse con la gracia, el amor y la misericordia.

Justicia: Brindar a los demás lo que les corresponde, de acuerdo con sus derechos (Agudelo, 2003, p. 44).

Afecto: Proceso de interacción social entre dos o más seres (González, M.P. et. al., 1998).

Atención: Es la capacidad de mantener nuestro enfoque sobre un punto determinado (Giraldo, 2013).

Comprensión: Colocarse en la realidad ajena, sin juzgarla, para aceptar a las personas como son, con sus cualidades y defectos (Agudelo, 2003, p. 38).

Fraternidad: Es el vínculo que puede darse y sentirse con personas unidas por lazos sanguíneos o no (Aleex, 2012).

Aprenderé a enfrentar y cruzar los problemas por muy duros que fueran. Ya que por medio de ellos, Dios nos perfecciona en nuestra alma y espíritu, para poder accionar en nuestro cuerpo. Es decir, si las aflicciones fortalecen nuestro ser interior, estaremos listos para ayudar a nuestro prójimo en sus problemas.

Cuidar de mi prójimo, así como nos enseña Dios por medio de su palabra, la Biblia: Llevar unos las cargas de los otros, animarnos y exhortarnos mutuamente en el caminar de la vida.

3. MANSO ACTIVO, PERO NO VIOLENTO

Se debe administrar

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