Familia Y Escuela

El propósito que busca cualquier centro escolar es brindar a sus alumnos una educación de calidad. Para lograrlo, influyen un sinfín de factores: los recursos materiales disponibles, los recursos humanos, la dirección y gestión administrativa y académica del centro, los aspectos pedagógicos, etc. pero uno de los más significativos es garantizar e impulsar mayores cauces de participación entre los centros escolares y las familias. Sin embargo, esto conlleva tanto ventajas como limitaciones, a saber:

 Ventajas:

 La unión entre familia y comunidad educativa facilita la consecución de una educación de calidad.

 Posibilitar la comunicación profesores-padres con el fin de progresar en aquellos elementos educativos que se encuentran en desventaja en el desarrollo.

 Lograr una evaluación continua de ambos agentes, relacionándolos para mejorar el rendimiento.

 Desarrollar una buena relación entre las dos instituciones, actuando coordinadamente, para conseguir el desarrollo pleno del niño. Así se fomentará un clima más agradable que incidirá en beneficio a los educandos.

 Limitaciones:

 La escasa o nula participación de algunos padres en la comunidad educativa; lo que supone su no participación con los discentes y que no se involucren en la mejora de la educación de sus hijos.

 Negligencias familiares en la educación: despreocupación por la asistencia a clase de sus hijos, que no le dediquen el tiempo necesario a sus hijos en lo que respecta a la educación, etc.

 La actitud de ciertos docentes de entender las reuniones con los familiares como una pérdida innecesaria de tiempo.

Con todo ello, se puede comprobar el papel determinante que desempeña la estructura familiar en el ámbito educativo, y más específicamente, en el desarrollo del alumnado. Así pues, esta relación entre ambos agentes constituye un pilar fundamental para la eficacia y respuestas positivas del desarrollo educativo y personal de los educandos; por lo que, si no existe esta cooperación, el alumnado sufrirá una gran cantidad de limitaciones y problemas en su evolución escolar; en el caso contrario, la cooperación adecuada se traducirá en una evolución satisfactoria y le permitirá disfrutar de muchas ventajas.

En lo concerniente a las medidas que se pueden desarrollar para conseguir una escuela que tenga en cuenta la diversidad familiar, Hernández Prados y López Lorca (2006) recogen una serie de propuestas, dentro de las cuales se considera primordial la formación del profesorado, ya que actúa como mediador con los padres; para ello, es necesario que los profesores conozcan el entorno de sus alumnos, sus inquietudes, miedos, etc. y, a este fin, deben planificar a lo largo de todo el curso escolar, reuniones con los familiares, tanto individual como colectivamente, pues cada niño está inserto en un ambiente familiar muy variado, determinado por factores sociales, culturales, étnicos, económicos distintos, que influirán en su desarrollo a nivel académico. Martínez Cerón (2004), a su vez, indica una serie de medidas en la que se resalta el papel de las asociaciones de madres y padres; entre ellas, incluye: organizar el trabajo del AMPA a través de comisiones autónomas responsables, elaborar un plan anual de actividades, estipular un horario semanal para

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