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INVESTIGACIÓN - ACCIÓN LATINOAMERICANA


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2013  •  4.772 Palabras (20 Páginas)  •  192 Visitas

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INTRODUCCIÓN:

Desde hace mucho tiempo hemos estado sometidos a una terrible dependencia, no sólo en el plano económico y político, sino también en el ideológico. En este último aspecto nos interesa resaltar el predominio del denominado modelo euro – centrista, según el cual el conocimiento válido y por lo tanto científico, es el producido más allá del Atlántico. Con él fuimos formados en muchas disciplinas; sobre todo en la historia, donde el predominio de la historia romana, griega y mesotopotámica, constituye la base y esencia del desarrollo universal. Así la verdad tuvo y tiene como espacio dominante esa parte del mundo. Desde muy temprano hemos aprendido, como contraparte, que los desarrollos importantes no están de este lado, que lo importante no es nuestra historia. De allí que sea difícil admitir que tenemos una historia patria y menos aún latinoamericana.

Hemos vivido en un continuo contradictorio, entre un mundo lejano que debemos admirar e imitar y una realidad subestimada, ignorada y rechazada por nosotros mismos.

Esta manera de abordar la realidad histórica, dependiente, ha calado hasta imponer un pensar adormecido y de reflejo que se explica mediante la inercia que supone buscar el conocimiento europeo y el de los Estados Unidos, para reproducirlo en nuestra tierra. Ello ha conducido a que, por lo general, los sectores intelectuales no sientan la necesidad de investigar lo que nos es propio; pues, sencillamente, se considera que el verdadero conocimiento se produce en otras latitudes y a nosotros nos corresponde ser “Caja de Resonancia”.

Así con muy pocas excepciones, hemos visto como proliferan los defensores a ultranza de un modelo que a diario reproduce y trata de interpretar nuestra realidad a la luz de un discurso que, en la mayoría de las oportunidades, se convierte en una seria limitante para la producción de conocimiento que dé cuenta de nuestras especificidades. Tan hemos sido formados bajo ese modelo ideológico, devaluador de nuestro propio pensamiento, que un músico de la talla del compañero Rubén Blades recoge en una de sus canciones lo siguiente: “Nos enseñaron a leer y a hablar para repetir lecciones con que domar nuestra voluntad; fue así como casi olvide lo que fui; pues el amo no le conviene la verdad..., nuestra historia aún existe, sólo hay que redescubrirla, porque desde niños nos enseñaron verdades que son mentiras, porque crecemos como loros amaestrados pa´ repetirlas” ( Rubén Blades – Agua Luna – Blakaman, 1986).

Frente a esta situación han surgido latinoamericanos que han levantado las banderas de la imperiosa necesidad de conocer nuestra realidad desde una perspectiva nacional y regional. Desde la patria chica que es cada uno de nuestros países hasta la patria grande que es América Latina. Aquí se dan las manos Bolívar, cuando nos enseña que “ Nuestra Patria es América” y Mario Briceño Iragorri cuando expresa: “Nunca alcanzará virtud creadora ni crecerá cuanto es debido en nuestro espíritu la noción de la patria total, capaz de abarcar en su seno los destinos de mil diversos pueblos, sino profundiza su raigambre en la robusta individualidad de la patria local, en el afecto inconmovible al pueblo, al barrio, a la calleja, a la casa, en fin, donde corrieron los tiempos sin igual de nuestra infancia” ( Mario Briceño Iragorri, Tapiz).

La consecuencia más inmediata de la práctica euro – centrista, no es sólo el desprecio a nuestra cultura, sino la ausencia de los estudios que requiere el país y América Latina. En estas tierras existen expertos capaces de dar lecciones en torno a diferentes aspectos de la vida europea; más aún, tales expertos piensan, respiran y evocan con gran placer sus andanzas en esas latitudes, pero lamentablemente son verdaderos ignorantes y extranjeros en su propia tierra.

Nuestra intención, debe quedar claro, no es reeditar las páginas del chovinismo, ni ponernos de espaldas al conocimiento universal existente. Estamos interesados en algo que nos resulta de importancia vital: Impulsar el conocimiento profundo de la realidad que aspiramos transformar, la que dice relación con Venezuela y América Latina.

Resulta evidente la falta de conocimiento científico sobre este espacio donde nacimos, pasamos nuestra vida y con toda seguridad nos darán sepultura. Esa ausencia de conocimiento sobre nosotros nos ha acarreado graves consecuencias.

En nuestra modesta opinión, la ausencia de dominio metodológico podría explicar, en buena parte, el desconocimiento de nuestra realidad. Ello ha conducido a que el análisis esté caracterizado por una casi completa idealización, a lo que se une, tanto la reiterada confusión de las causas esenciales que explican los fenómenos estudiados, como la no precisión del enemigo principal.

Como no producimos conocimientos que expliquen en la dialéctica apariencia – esencia, los procesos sociales en los cuales estamos inmersos, entonces se hace uso, de manera desesperada, de tesis y teorías que surgieron para explicar otros procesos y dar las respuestas que esas realidades requerían. Insistimos, no pretendemos negar los aportes de tales teorías, pero nos negamos definitivamente, a copiar análisis y soluciones que no contemplen el estudio de la realidad social en la que vivimos.

La conducción de los procesos sociales no puede seguir el ya trillado campo del empirismo y el pragmatismo. Estamos obligados a asumirla científicamente; pues, resulta obvio que en los últimos treinta años, hemos adolecido de una dirección social capaz de convertir en aciertos los errores cometidos en todos los planos. Así, como en la actualidad estamos padeciendo las consecuencias de una dirección política que desarrolló y desarrolla su acción diaria bajo un, casi total, desconocimiento de la realidad social.

No debería sorprendernos, entonces, los altos niveles de despolitización existentes en la población, sobre todo en los jóvenes. Entre ellos, el pesimismo y la frustración parecen ser indicadores determinantes. Estamos rodeados de grupos e individualidades que rechazan la reflexión y la discusión teórica en aras del aprovechamiento de la “Primera Oportunidad”. Así el oportunismo inmediatista se constituye en una tendencia halagadora. Esta situación pareciera fortalecer al enemigo principal en tanto populan las acciones sin dirección, suicidas y debilitadoras de los sectores populares; al mismo tiempo que crece la imposibilidad manifiesta de realizar tareas solidarias con países hermanos como: Grenada, Argentina, Nicaragua, el Salvador, Puerto Rico, Panamá, Haití y Cuba.

Frente a tal situación no nos es posible seguir

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