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Enviado por   •  23 de Julio de 2013  •  Ensayos  •  9.194 Palabras (37 Páginas)  •  201 Visitas

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LENGUAJE

- LESIONES PREFRONTALES EN ANIMALES

Durante más de una centuria, el lóbulo frontal ha sido considerado un enigma para los científicos, casi "inútil" por algunos autores, o el órgano "superior de la civilización" por otros. Es la adquisición filogenética más reciente y es una de las últimas regiones en madurar y mielinizarse en el desarrollo ontogenético1. A pesar de ocupar entre el 25 y el 33 % del total de la corteza, es dificultoso demostrar las funciones específicas de esta región.

A partir de la década del setenta, las funciones de las regiones prefrontales han sido mejor conceptualizadas desde múltiples abordajes (el cognitivismo y la neurología del comportamiento). Los marcos ofrecidos por Shallice2,3, Goldman-Rakic 4,5, Stuss y Benson6, Luria y Tsvetkova7, y Grafman y cols 8-10 ejemplifican este esfuerzo. Cada uno describe las funciones cognitivas del prefrontal desde su propia perspectiva.

La lesión de la corteza prefrontal determina los siguientes déficit cognitivos: dificultades en el planeamiento, razonamiento, resolución de problemas, formación de conceptos y ordenamiento temporal de los estímulos; trastornos de la atención, aprendizaje asociativo, del proceso de búsqueda en memoria y del mantenimiento de la información en la memoria de trabajo; alteración de algunas formas de habilidades motoras, generación de imágenes, manipulación de las propiedades espaciales de un estímulo, metacognición y cognición social 10 .

Recientemente han sido descriptos una serie de circuitos que relacionan las regiones del lóbulo frontal con las distintas estructuras corticales y subcorticales. Esta especialización regional permite describir básicamente tres circuitos y sus correspondientes síndromes distintivos cognitivos y conductuales 11.

Existe un grado considerable de interacción funcional entre la corteza frontal y las regiones temporal mesial y anterior y dorsomediana talámica, el daño de estas últimas regiones genera severos trastornos mnésicos.

Los estudios en los monos:

La hipótesis de que la corteza prefrontal interviene en la memoria proviene de los estudios realizados en monos con extensas lesiones prefrontales (región del sulcus principalis / corteza dorsolateral) a los cuales se los sometió a pruebas de "respuesta retardada (delay) y alternancia retardada". Una razón para pensar que los trastornos se debían a fallas en la memoria a corto plazo era que este trastorno aumentaba a medida que se aumentaba el "delay" 12-14. Información adicional fue aportada por Fuster1, quien encontró que en este tipo de pruebas, las células del sulcus principalis aumentaban su descarga durante la etapa del "delay", relacionando esta actividad específicamente con la memoria de trabajo.

En los trabajo de Goldman Rakic 4,5 la corteza prefrontal funciona como "memoria de trabajo" la cual mantiene activa, temporariamente, la representación de un estímulo (incluyendo sus coordenadas espaciales específicas) hasta que sea requerida una respuesta. Encontró que la corteza prefrontal contiene distintas clases de neuronas encargadas respectivamente, durante la realización de una tarea, de registrar el estímulo sensorial, de mantenerlo "en línea" y de liberar la respuesta motora. Ella demostró que algunas neuronas corticales prefrontales aumentan su actividad sólo durante el delay entre la presentación del estímulo y la respuesta; estas células se activan exclusivamente para codificar una determinada localización dentro de las coordenadas visuo-espaciales y no simplemente para la memoria del estímulo.

El modelo del procesamiento temporal de Fuster1, a través del registro células únicas, propone que la corteza prefrontal, si bien tiene múltiples funciones, está involucrada principalmente en la representación de la estructura temporal de las conductas. Fuster considera que para codificar los aspectos temporales de las conductas, la corteza prefrontal debe comprometerse en la formación de contingencias transtemporales.El propone que la corteza prefrontal, interactuando con la corteza posterior, es decir coordinando redes perceptuales con redes motoras, ejerce la función de sintaxis temporal. Esto es básicamente la función de integrar temporalmente elementos separados (no adyascentes en el tiempo) a fin de lograr una unidad (gestalt) con un objetivo. Estas operaciones temporales son según Fuster1 únicas de la corteza prefrontal. Numerosos estudios han indicado que los pacientes con lesiones prefrontales tienen problemas particularmente con el recuerdo del orden de los eventos comparado con la memoria intacta de algún evento en particular.

En los monos, una lesión de la convexidad inferior está caracterizada por una marcada respuesta perseverativa, aparentemente debida a la incapacidad de estos animales en suprimir las respuestas automáticas que compiten con la respuesta nueva (a ser aprendida). Como resultado de esto aparecen fallas en pruebas de memoria, inapropiadamente interpretadas como trastornos mnésicos frontales.

Las lesiones en la región periarcuata afectan la formación de asociaciones entre los estímulos exteroceptivos y los conjuntos específicos de respuestas motoras.

- SINDROMES DE LA CORTEZA PARIETAL EN HUMANOS

Los daños en el lóbulo parietal provocan el síndrome de negligencia, que consiste en que los afectados tratan partes de su propio cuerpo u objetos que se encuentran en determinadas áreas de su campo visual como si no existieran. Los daños en la parte izquierda del lóbulo temporal pueden causar el llamado síndrome de Gerstmann, que cursa con desorientación izquierda-derecha, agrafia,agnosia digital y acalculia. Este tipo de daños también pueden causar trastornos del lenguaje (afasia), así como la incapacidad de percibir objetos. Los daños en la parte derecha del lóbulo parietal pueden provocar negligencia contralateral (ignorar la existencia de determinadas partes del cuerpo o del espacio visual en la zona contralateral al área cerebral lesionada), lo que puede provocar el deterioro de múltiples habilidades de autocuidado, como el vestido o el aseo personal. Los daños en la parte derecha también pueden provocar dificultades constructivas (apraxia), falta de conciencia de las incapacidades sobrevenidas (anosognosia) y dificultades en el dibujo. El síndrome de negligencia tiende a ser más prevalente en los casos de daños en la zona derecha del lóbulo, dado que es la zona que mediatiza la atención a ambos campos visuales. Los daños en la corteza somatosensorial provocan pérdida de las sensaciones corporales,

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