La Disciplina En El Aula - David Fontana

“La disciplina en el aula” David fontana (1998)

Citas textuales.

1) “Los grupos con menos aptitudes, por otra parte, tienen una percepción más negativa de la realidad escolar y consideran una pérdida de tiempo muchas de sus actividades.” Fontana; (1998): 24.

Como alumno he tenido la posibilidad de observar en varias ocasiones dicha situación; en secundaria el grupo de alumnos que se encontraba al lado del mío constantemente presentaban problemáticas de bajo rendimiento escolar, no se consideraban buenos alumnos y se auto valoraban como incompetentes en las asignaturas de matemáticas e inglés, por lo regular creían que las tareas que el maestro asignaba carecían de sentido alguno y la relación que estas mantenían con la vida real era nula, hacerlos participar en actividades era una dura labor y las motivaciones que ellos poseían no eran las mejores.

En las jornadas de observación me he percatado que en grupos donde se encuentran elementos con rezago y deserción escolar, el ambiente de trabajo es aburrido y el grado de trabajo del alumnado esta debajo de las expectativas esperadas.

2) “En el hogar los niños aprenden a respetar su herencia cultural, mientras en la escuela parece que se le ignora, se considera anacrónica o fuera de lugar” Fontana; (1998): 31.

Este fenómeno se da en cada una de las escuelas de nuestro sistema educativa y también abarca otro tipo de instituciones en que las normas y valores inculcadas en caso pierden totalmente el sentido y son reemplazadas por otras impuestas de forma trascendental; en secundaria muchas veces el maestro me corrigió acerca de la forma de vestirme, de saludar, de hablar e incluso de comportarme, además, hubo quienes se vieron obligados a renunciar a algunas normas de la religión a la que pertenecían debido a que la institución educativa así lo exigía. Las prácticas culturales, costumbres y tradiciones de cada uno de los alumnos es atropellada por una serie de estipulados a los que todo alumno está sujeto al formar parte de una escuela, y claro, si una de estas reglas es quebrantada las consecuencias pueden llegar a ser bastante desalentadoras.

3) “Existe una cierta practica en algunos profesores en alabar a los alumnos, sobre todo por su buen trabajo escolar, y a las alumnas por su buena conducta, lo que constituye un aliento al manifiesto a los niños para que se porten mal y una falta de estimulo a las niñas para que cumplan con sus tareas académicas” Fontana; (1998): 28.

Lejos de crear un efecto positivo en el alumnado estas conductas que adopta el docente, lo que en realidad se consigue es una reproducción un tanto de psicología inversa, los hombres al ser felicitados por su buen desempeño escolar interpretan que la conducta dentro del salón de clases no tiene tanto valor como suponían y por tanto pierden respeto en ocasiones a la autoridad del docente y presentan rechazo a las reglas escolares, caso contrario en las niñas, a quienes les es reconocido su buen comportamiento, y estas a su vez interpretan que el desarrollo intelectual y las actividades académicas pasan a ser de segundo plano; en la secundaria que estudié, muchos de los alumnos que a ojos de los maestros eran buenos en asignaturas como matemáticas, química o física, por lo regular poseían conductas bastante fuera

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