La Eutanasia

Eutanasia: del griego “ευθανασία” (buena muerte) es el proceso de asistir al suicidio de alguien cuya calidad de vida ya no es suficiente para desear seguir viviendo. La eutanasia es, junto con el aborto, uno de los procedimientos mas controversiales en la medicina. En concepto es muy sencillo: retirar el soporte vital a alguien que depende de este para subsistir, o facilitar a alguien que, por algún padecimiento o situación ya no desea vivir, los medios para dejar de hacerlo.

El problema radica en que, al igual que el aborto, es un procedimiento que lleva a la muerte de un inocente, y por lo tanto, va en contra de prácticamente todas las religiones mayores. Y siendo así, va en contra de la moral de mucha gente. Como podremos comprobar, la palabra de la iglesia (por iglesia me refiero a todo el conjunto de variantes del cristianismo), desde tiempos inmemorables, mueve masas. Y la postura de la iglesia, generalmente, es que solo Dios tiene derecho a decidir como, cuando y porque muere cualquier persona. Y por extensión, la postura de una minoría importante es la misma. Y otra minoría, por las razones que sean, también considera que la vida debe ser protegida ante todo, aun en contra del deseo del afectado.

Por el otro lado, los proponentes de la eutanasia mantienen que es una contraparte a uno de los derechos mas básicos, el derecho de vivir. Y su contraparte, el de poder elegir cuando dejar de vivir. Se dice que la muerte es una cosa muy privada, y que se debería de tener el derecho de elegir cuando y como se desea que esta ocurra. También argumentan que, al igual que el aborto, es una practica que, a pesar de las leyes, continua desde hace mucho tiempo, y que el hacerlo legal aseguraría que se practique, en la mayoría de los casos, de forma segura y controlada.

Ahora, si dejamos de lado los argumentos religiosos, lo que realmente habría que decidir es si la muerte en si es algo intrínsecamente malo. Porque si la muerte no es mala por si misma, no hay ninguna razón real para proteger al mundo de ella, en los casos antes descritos, básicamente, bajo petición del afectado. Si la muerte es un proceso fundamental de la vida, y uno tan importante como puede ser el final de una vida, cabe en la razón el suponer que este sea lo menos doloroso e incomodo posible. Sobre todo para alguien que ya ha vivido mucho o con mucho sufrimiento.

Evidentemente, si una persona tiene una enfermedad degenerativa incurable y decide morir, es una decisión fundamentada en el conocimiento de que su calidad de vida no va a mejorar, y si va a empeorar. En esos casos ¿quien debería de poder negarle su voluntad? No es una decisión impulsiva, ni una persona que no entiende lo que hace. Y, siendo que es ella quien sufre las consecuencias de su enfermedad, ¿por que no debería de poder ser ella quien decida morir en paz?

La Associació Catalana d'Estudis Bioètics (Asociación Catalana de Estudios Bioéticos) opina sobre la eutanasia que: “Esta acción sobre el enfermo, con intención de quitarle la vida, se llamaba, se llama y debería seguir llamándose homicidio. La información y conocimiento del paciente sobre su enfermedad y su demanda libre y voluntaria de poner fin a su vida, el llamado suicidio asistido, no modifica que sea un homicidio, ya que lo que

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