La Formación De Los Maestros En El Siglo XXI

Lee los artículos de la Doctora Sampelayo que han sido propuestos en el apartado de “A fondo” sobre el profesor y su formación. Escribe una crítica de no más de un folio (dos caras) sobre lo que se habla en los dos artículos a propósito de la formación y la figura del profesor, así como los desajustes entre ésta y aquélla.

Tras la lectura de los dos textos propuestos y escritos por la Doctora María Hernández-Sampelayo, es importante entender la importancia y relevancia de la formación profesional de los docentes y su figura como tal, pero más concretamente los cambios que deben realizarse en sus estudios para conseguir profesores competentes para el panorama educativo y social actual.

No cabe duda que si queremos formar futuros ciudadanos competentes e íntegros, nosotros como educadores debemos ser los primeros en dar ejemplo y mostrar mismas cualidades, con una formación íntegra y capacitada, dedicada a nuestra función pedagógica en la sociedad. De esta forma, si no nos preparamos adecuadamente tampoco podremos enseñar a nuestros alumnos lo que se merecen y lo que la sociedad les exige. Según la Doctora Sampelayo, es importante destacar que esta formación de los docentes debe ser inicial y continua. Comparto esta afirmación ya que la educación es una materia completamente viva al tratar con seres vivos y de este modo la formación al ser apta permitirá una mejora en la calidad de los sistemas educativos en nuestro país, algo más que necesario. Pero llegados a este punto, también tenemos que decir que las carreras universitarias destinadas a la formación de los futuros profesores tienen que adaptarse y perfeccionarse. No solamente consiste en que los futuros docentes aprendan o se especialicen en una disciplina o contenidos teóricos sino hay que defender el planteamiento que la Doctora presenta en sus artículos, que los temas prácticos tienen el mismo -o incluso más- peso que los teóricos ya que serán éstos los que emplearemos en primer momento en las aulas. La formación de los profesores debe incluir temas de actualidad, que antes o no existían o no se consideraban pertenecientes al ámbito de las instituciones educativas. Sin embargo, hoy en día, los centros y a su vez los educadores tienden a tener más responsabilidades con sus alumnos y con la sociedad en general. Por esta razón hay que ayudarles en la medida de lo posible con la colaboración de especialistas para que puedan enfrentarse a los problemas relativamente recientes (drogodependencia, agresiones, alumnos con necesidades especiales-ACI, las TICS etc.) con los que se encuentran en su trabajo en el día a día. Tratar estas cuestiones cuando nos estamos instruyendo en nuestra carrera sería lo más acertado, reforzando nuestras habilidades para saber ocuparnos de nuestra tarea, no solamente didáctica y educativa, sino también moral. Los nuevos modelos de estudio para maestros tienen que preparar en lo relativo a destrezas sociales, habilidades necesarias para el buen funcionamiento de las aulas y como comunicar con los alumnos apropiadamente. Aunque todavía falta por llegar a conseguir una formación plenamente competente en todos los aspectos ya se han hecho adaptaciones para conseguir una mejora en la formación de los docentes. Ahora es obligatorio tener estudios universitarios exhaustivos de cuatro años de duración. La carrera universitaria para formar a maestros ya no se considera simplemente una carrera asequible o “maría” sino es tan valorada como cualquier otra licenciatura. Y esto es el resultado de que la sociedad ya reconoce el papel vital que desempeñan los educadores en la sociedad, si no fueran por ellos, ¿qué sería de nuestros ciudadanos? Es también punto importante el que plantea la Doctora Sampelayo en cuanto a la importancia y papel que tiene el profesor para sus alumnos. Es fundamental que el docente se plantee como llegar a sus alumnos

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