ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

FORMACIÓN ÉTICA DEL MÉDICO DEL SIGLO XXI


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2012  •  3.028 Palabras (13 Páginas)  •  439 Visitas

Página 1 de 13

“FORMACIÓN ÉTICA DEL MÉDICO DEL SIGLO XXI”

Por: LUIS JAVIER CASTRO NARANJO

Vicedecano

Facultad de Medicina

Universidad de Antioquia.

Es muy complejo hablar de la ética del médico del siglo XXI en una Facultad que tiene una tradición de casi 129 años. En ella se formaron muchos egresados y profesores que dedicaron gran parte de su vida profesional a la reflexión ética. De los últimos tiempos podemos destacar a los médicos Luis Alfonso Vélez, Ramón Córdoba Palacios, Jaime Bedoya Restrepo, Juan José Sarmiento y otros, que como Schweitzer al hablar de la ética la definirían admirablemente como “reverencia por la vida”.

Sin embargo, tengo el privilegio de haber sido convocado a este foro no como experto sino precisamente como representante de una institución formadora de recursos de salud y en tal sentido mi exposición refleja una construcción colectiva: “El médico que queremos formar contemplado en la visión curricular”.

La visión es una proyección en movimiento que surge de imaginarios colectivos, como resultado de una participación democrática que identifica y precisa lo que se quiere lograr. La visión está ubicada en el deber ser y en el punto de mayor globalidad. Para llegar a ella se necesita partir de imaginarios individuales, discutirlos y lograr algún tipo de consenso. La visión no es lo que se va a alcanzar sino lo que direcciona los esfuerzos colectivos, se trata de una imagen mental sobre un futuro posible.

Una visión para un nuevo currículo trata de construir una realidad didáctica, análoga a un proyecto de sociedad cultural. Esto significa que cuando se está planteando la visión no solamente se tiene que hablar del futuro, sino que de alguna manera se requiere hacer vivir ese futuro, el cual se convierte en algo realista, creíble y atractivo. En otras palabras, es necesario construir realidades didácticas en las cuales aparezca aquello que se quiere producir o que se desea construir, porque solo vivimos en el presente y el futuro es una representación.

El papel de la Universidad es entonces el de adelantar ese proyecto de sociedad futura, lo que implica que hay que dedicar tiempo a imaginar y a discutir el proyecto de ese futuro deseado para poderlo visualizar. La analogía de una cometa permite captar esta idea: mientras más alto se remonte la cometa, mejor, lo importante es que alguien no corte el hilo. La cometa representa la visión y el hilo es la convicción que tiene el colectivo de que se puede lograr.

La visión proyecta fundamentalmente deseos y valores. Tradicionalmente se han transferido valores, pero ningún modelo de planificación se ha preocupado por los deseos, aunque los deseos movilizan la acción. Por ejemplo, no basta con enunciar los valores éticos del médico sino que es necesario desearlos para que pueda emprenderse la acción. Pero aunque la visión tiene que ser deseada y valorada, es decir, que en ella tienen que circular ideales, no puede ser idealista; al contrario debe ser realista y posible, o por lo menos que quienes participen en ella crean que es posible, porque de lo contrario se eclipsa la visión.

Pero lógicamente entre la visión actual y la situación futura aparecen obstáculos, problemas, oposiciones, deseo de estaticidad. Para tratar de superar los obstáculos surgen las técnicas de prospectiva y de escenarios. La técnica de escenarios permite preparar una trayectoria, creando escenarios optimistas y escenarios pesimistas, con simplemente agregarle un sí condicional al deseo. También permiten que se esté alerta, porque se están considerando diferentes posibilidades y no se está apostando a un escenario único.

Después de un intenso trabajo grupal por parte de los profesores y estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, con base en el proceso de renovación curricular, se llegó a la siguiente visión:

“Formar médicos generales que ante todo sean buenos ciudadanos, éticos y que tengan en cuenta la cultura universal y la singular; muestren capacidad de trabajar en forma interdisciplinaria para intervenir en el proceso salud enfermedad en el contexto del ciclo vital humano, mediante acciones de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación, con el fin de influir sobre la realidad social como agentes de cambio para mejorar la calidad de vida del ciudadano y la sociedad.

Que sean profesionales íntegros en el ser y en el hacer, autónomos, reflexivos, críticos, que sepan escuchar, cuestionar y disfrutar. Con capacidad de construir conocimientos en una relación intersubjetiva, de buscar y analizar la información, así como de utilizar adecuadamente la tecnología.

Que propendan por relaciones democráticas con las personas y con la sociedad y entre todos los estamentos de la comunidad universitaria”.

Es preciso anotar en este momento que cada vez que se recibe un nuevo grupo de estudiantes en la Facultad de Medicina, se realiza un curso de inducción donde se llevan a cabo unos talleres sobre la visión, los propósitos de formación y el nuevo modelo pedagógico. Los alumnos reciben los folletos referentes a la transformación curricular que encierran todos estos contenidos.

En la declaración se enfatiza que la institución se compromete a formar médicos generales que sean éticos y buenos ciudadanos. Como diría Vladimir Zapata, la Universidad forma las personas, los ciudadanos y el profesional competente. Estamos atentos para no formar finalmente los llamados “Bárbaros ilustrados”.

Si se mira a la educación en sus diferentes ámbitos como un proceso de formación integral, hay que tener en cuenta todos sus componentes, sus funciones y relaciones, pues es mediante ella como se recrean los modos de pensar, de sentir y de actuar de las personas que son los encargados de la transformación de la realidad.

La explosión del conocimiento hace cada vez más necesario el trabajo interdisciplinario, transdisciplinario e interinstitucional. Estamos obligados a reconocer nuestros errores y limitaciones y recurrir en forma oportuna al colega que domine la técnica, el área especifica o tenga la experiencia suficiente para buscar el bienestar del enfermo. Ante todo no hacer daño, decían los griegos y este principio rector sigue vigente en Medicina. Debemos evitar la iatrogenia, no incurrir en la dicotomía, ni anteponer intereses comerciales o económicos.

En la propuesta de transformación curricular aparecen las diferentes

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (19 Kb)  
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com