La construcción del conocimiento en la escuela
stephany1015Monografía14 de Abril de 2013
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CRECER Y PENSAR, La construcción del conocimiento en la escuela
Juan Deval,la.
La comprensión clara y puntual de los fenómenos sociales la de ser uno delos objetivos primordiales de la educación. Si queremos contribuir a que existan individuos libres, autónomos y críticos, es muy importante que entiendan la sociedad en que viven en sus distintos aspectos y su propio papel dentro de ella. Es, pues, enormemente importante que los chicos aprendan a entender la sociedad, a ser capaces de analizar los fenómenos sociales y a verlos con una visión crítica.
El objeto de la enseñanza de las nociones sociales es que los chicos sean capaces de entender el mundo en el que viven, el papel del hombre en la naturaleza, la función de las instituciones sociales y la evolución de las sociedades humanas. Están implicadas aquí nociones de geografía, historia, economía, derecho, política, sociología, psicología. Entre otras cosas se trataría de que el niño entienda qué es la familia y cuál es su valor para la supervivencia de la especie, así como la de otras instituciones sociales tales como el Estado. Cuál es la estructura de las sociedades y su evolución, qué papel desempeña la economía en el desarrollo histórico, y en general entender la historia como una producción social.
La visión que se suele dar de todos estos temas en la Enseñanza Básica y Media es muy pobre y esquemática, limitada a unos pocos hechos dispersos, tratados de forma aislada y presentada de tal forma que parece que el objetivo que se busca no es que los individuos entiendan qué hacen en el mundo sino que tengan algunas direcciones útiles y unos nombres para que si les hablan de ellos les suene. Se proporciona un conocimiento trivial del medio, no se intenta que los escolares participen, o siquiera se aproximen a las decisiones sociales, y están ausentes de la enseñanza una gran cantidad de fenómenos de gran interés. No se presta atención a los fenómenos macrosociales, al funcionamiento de los sistemas y a la interacción entre los elementos. Por esto la enseñanza de las Ciencias Sociales tiene que cambiar radicalmente.
La dificultad de lo social
Entender todas estas cuestiones resulta enormemente difícil y esas dificultades pueden atribuirse a varias razones que podemos intentar resumir en las siguientes:
• Resulta siempre mucho más difícil tomar conciencia de la propia conducta que de algo exterior y por ello el conocimiento progresa más hacia lo externo y lo ajeno que hacia lo interno. El hecho de que el objeto de las ciencias sociales sea el propio hombre y su conducta constituye una dificultad que ha sido señalada repetidas veces por los epistemólogos.
• Los conceptos de las ciencias sociales son conceptos abstractos al mismo tiempo que imprecisos. Son extremadamente difíciles de manipular y no tienen la tradición y el grado de precisión que han adquirido los conceptos de las ciencias de la naturaleza. Nociones tales como la de nación, sindicato, clase social, partidos políticos, democracia, etc., son difícilmente aprensibles porque generalmente se refieren a complejas redes de relaciones que ligan a los individuos.
• A todo esto hay que añadir que el niño ocupa un papel marginal dentro de la sociedad en la cual es un sujeto bastante pasivo. La práctica social del niño, al no participar ni en el mundo de la política ni en el mundo del trabajo y la producción, es prácticamente nula y entonces tiene que construir sus nociones políticas con aspectos fragmentarios, con retazos que recibe del exterior.
• El egocentrismo del niño constituye también un obstáculo para la comprensión de las nociones sociales. La dificultad de ponerse en el punto de vista de los otros y de entender sus motivaciones es una dificultad más para poder entender las nociones sociales.
Lo difícil de comprender el orden social es que hay que entenderlo como un vasto sistema en el cual distintas partes están en interacción, hay que entender cuál es la red de relaciones que constituye la sociedad. El niño aquí tiene que realizar, como en otros terrenos, un trabajo muy personal de construcción a partir de datos muy fragmentarios a partir de elementos aislados que tiene que organizar. Para ello utiliza sus instrumentos intelectuales, como señalábamos hace un momento, dificulta el establecimiento de esa necesaria unidad.
La construcción de las nociones sociales.
El proceso por el cual se va construyendo la representación del mundo social dista mucho de ser lineal y simple. Se ha sostenido frecuentemente que el conocimiento del niño va progresando en círculos concéntricos desde lo que está más próximo a lo que se encuentra más alejado. Esto se aplicaría, por ejemplo, al conocimiento de las unidades geográficas, que pasaría de la ciudad a la región y luego al país, pero sería igualmente válido para las instituciones sociales y otros campos del conocimiento. Este modelo, que seguramente esta inspirado en una concepción empirista de la adquisición de conocimientos según el cual el sujeto es pasivo y esta sometido a la información exterior sin buscarla ni organizarla, resulta sin embargo inadecuado y no se adapta a los datos de que disponemos en el terreno del mismo conocimiento geográfico. El niño conoce evidentemente su entorno más inmediato, su barrio, su ciudad, pero ese conocimiento directo interfiere con conocimientos indirectos y también con el conocimiento directo de cosas que están alejadas en el espacio, por ejemplo de otras ciudades que el niño visita. El niño tiene entonces que organizar esos distintos conocimientos de acuerdo con los elementos que se le suministran en la escuela y se produce entonces una interacción entre lo próximo y lo remoto semejante a lo que Vygotski (1934) analizó respecto a la interacción entre los conceptos espontáneos y los conceptos científicos. Así pues, el conocimiento inmediato y directo es organizado y cobra un nuevo sentido gracias a los elementos más generales y abstractos, o a descripciones de cosas alejadas, y con todo ello el niño va formando sus propias nociones [1]. Para formar su representación del mundo social el niño necesita conocer una serie de hechos, obtener un conocimiento fáctico acerca de los líderes políticos, los impuestos, los tribunales de justicia, los continentes, los sistemas de gobierno o la administración municipal. Pero estos hechos necesitan organizarse y tienen que cobrar un sentido den conjunto. No basta con recordar nombres sino que es preciso organizarlos en sistemas. Ambas cosas son necesarias y no pueden existir la una sin la otra. Parece, aparentemente, que el niño puede aprender hechos aislados, y así vemos que los chicos dicen sin dudarlo que Sepúlveda es provincia de Segovia o que Madrid es la capital de España. Sin embargo, si profundizamos en lo que quieren decir nos pueden explicar que Sepúlveda es provincia de Segovia porque Segovia tiene muchas provincias y Sepúlveda es una de ellas. Mientras los que afirman que Madrid es la capital de España pueden negar sin embargo que los madrileños sean españoles. Resulta entonces que el hecho aislado se queda en el conocimiento de una palabra, es un conocimiento aparente y sin sentido, si no se entiende el fenómeno en su conjunto, si no se dispone de los instrumentos lógicos para organizarlo. La noción país, por ejemplo, implica la coordinación de conocimientos lógicos (clases que están incluidas unas en otras, relaciones), geográficos, espaciales, históricos, administrativos, políticos, etc., y todo ello tiene que ser organizado y formar un todo.
La representación del mundo social está constituida por elementos de distinta naturaleza. Por un lado el niño adquiere una serie de normas, que estipulan lo que debe hacerse y lo que no debe hacerse, y junto con ello valores sobre lo que es bueno desde el punto de vista social y lo que no lo es. Por otro lado adquiere lo que podríamos llamar nociones, que incluyen la comprensión de procesos sociales, del funcionamiento de instituciones, etc. La diferencia está en que las normas se aprenden pronto y dan lugar a explicaciones muy esquematizadas cuando se pide su justificación. Por ejemplo, los niños afirman que hay que ir a la escuela porque se debe, que la tienda hay que llevar dinero, aunque no entiendan la función de éste, que una niña no se puede casar con su papá o que las niñas no juegan fútbol. Las explicaciones de estas normas sólo aparecen muy tardíamente para justificar algo que se aprendió mucho tiempo antes. Las explicaciones sobre la determinación del precio de las mercancías, sobre las distintas profesiones o sobre el respeto a las leyes cambian mucho a lo largo del desarrollo. Se va produciendo, sin embargo, una coordinación entre normas y nociones tratando, en un esfuerzo de racionalidad, de insertar las normas dentro de las nociones y sirviendo éstas para justificar aquéllas, aunque en algunos casos se produzcan conflictos.
El niño pasa a concebir sólo elementos aislados y relaciones directas a entender los fenómenos sociales como algo mediato, con relaciones directas. Este paso de la comprensión de lo inmediato es muy característico del progreso en la comprensión del mundo social. El niño pequeño generaliza a partir de un único elemento que puede ser irrelevante. Pueden, por ejemplo, describir a los habitantes de un país diciendo que son muy gordos porque han conocido a una persona que lo era. Las relaciones son directas, el policía obtiene dinero del ladrón, el cobrador es el dueño del autobús y vive de lo que le pagan los viajeros, la ley la hace el policía al mismo tiempo se encarga de su cumplimiento. Así, en la evolución
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