Literatura Infantil A Nivel Mundial
chavezchuta10 de Octubre de 2012
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LA LITERATURA INFANTIL A NIVEL MUNDIAL
¿Qué es la literatura infantil?
Es un arte que abarca campos del quehacer humano básicos y que tiene que ver de manera raigal con la cultura, la educación, la comunicación, la ciencia y lo más central de las humanidades; es un arte que asume la realidad, decanta la vida, recorre y traspasa la fantasía, toca y se introduce en lo eterno.
Devela, desentraña y debate artísticamente asuntos fundamentales del ser del hombre y de las cosas, de la naturaleza y de la vida, del cosmos y el destino, al mismo tiempo que remece, conmueve y transforma el alma escondida del ser del niño o de la persona humana que lee, al mismo tiempo que sublima y cambia la vida.
Busca reinventar el mundo en función de viejos y a la vez nuevos cariños e ilusiones. Permite que el niño se sitúe frente a la realidad con fascinación, lleno de encanto que los creadores arrancan al misterio como expresión de la vida con significados henchidos de valor y colmados de esperanzas.
Diversas categorías o clases de literatura infantil se perfilan. Así, se puede considerar una literatura infantil hecha por adultos con alma de niños y de niños con puño, tinta y pluma de adultos.
Ya en otro plano u orden, hay una literatura en donde predomina lo lúdicro, otra en donde se despliega lo fantástico, otra donde bulle lo humano en su dimensión social o colectiva. Hay una literatura que se complace en el ritmo del lenguaje, otra que se interesa más bien por el ámbito de las formas, otra que se sumerge en la materia de los sueños, y otra que se compromete con los problemas y dolores del mundo.
El rico acervo de la literatura infantil
Constituyen el rico acervo de la literatura infantil el conjunto de obras de arte cuyos temas y asuntos, mensajes y significados tienen relación con los intereses, expectativas e inquietudes de los niños y en las cuales el tratamiento general responde a la manera peculiar de sentir y relacionarse el niño con el mundo, ¡de estremecimiento por un lado y de suma originalidad, por otro!
Tiene unas características y singularidades propias en la dimensión de su realización temática y lingüística, mucho más naturales, directas y auténticas en comparación a la literatura adulta, que en este caso deviene en adulterada, siendo cualidades de ella el ritmo, la sensorialidad, el encantamiento, la oralidad; como a su vez el hurgar y discernir sobre asuntos esenciales de la existencia.
Las obras de literatura infantil son textos de arte pleno y total, como cualquier otro documento o testimonio del repertorio universal, igual que la "Divina Comedia" del Dante, la "Novena sinfonía" de Beethoven, la "Gioconda" de Leonardo de Vinci, "La piedad" de Miguel Ángel.
Aunque sean breves en su extensión no son menos grandiosas y reveladoras en su valor y significado como las obras que hemos mencionado, considerando además otro factor cual es que su público son los niños quienes son sensibles y están conectados con realidades profundas y a los más colosales y excelsos contenidos humanos.
Así, los cuentos de Hans Christian Andersen, "Pinocho" de Collodi, "Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carroll, "El principito" de Saint-Exupéry, "Platero y yo" de Juan Ramón Jiménez, "Mi planta de naranja Lima" de José Mauro de Vasconcelos, son obras completas, absolutas y consumadas.
En el ámbito de la literatura de mi país tenemos libros como las “Tradiciones Peruanas” de Ricardo Palma, "El caballero Carmelo" de Abraham Valdelomar, "Rutsi, el pequeño alucinado" de Carlota Carvallo de Núñez, “El árbol blanco” de Francisco Izquierdo Ríos, “Los días de Carbón”, de Rosa Cerna Guardia.
Asedios
Bajo tales premisas y en la perspectiva advertida la literatura infantil tiene que ser, en primer lugar, literatura en el sentido íntegro y cabal de lo que se comprende, asume y reconoce como tal.
Ha de ser obra de arte acrisolada y esencial en sus contenidos, de plena realización estética, con una trama auténtica y libre, con una tupida urdimbre en su proeza de lograr con el lenguaje belleza, con recursos que lo hagan intensa y conmovedora, profunda y apasionada, orientada hacia un fin trascendente y no persiguiendo un propósito funcional en razón de algún proyecto utilitario.
Empero, debido a que la literatura infantil es acosada desde diversas esferas y no siempre surge desde el arte legítimo, se cuestiona su autenticidad. Si bien con propósitos altruistas ella ha estado, lo está y seguirá estando asediada por intenciones formativas, funcionales y hasta comerciales.
Estos hechos sí que constituyen verdaderas amenazas en cuanto a su deferencia y consideración, afectando su calidad de arte indiscutible, asunto que le causa daño y perjuicio irreparable cuando se la utiliza para transmitir informaciones o condicionar conductas con el riesgo de su falsificación general, desprestigiándola en algunos ambientes a veces de manera irrecuperable.
De allí que quizás como ningún otro campo o área la literatura infantil ha tenido que bregar, y lo sigue haciendo y no cesará de hacerlo en el futuro, por el reconocimiento de su pureza literaria y de su legitimidad artística.
Compromiso con el mundo y con los sueños
El debate desatado y sostenido con resultados felizmente ventajosos a favor de la literatura infantil, en cuanto a su reconocimiento y legitimación, ha amainado más no ha desaparecido y siempre se renovará ya que ella siempre será asediada desde posiciones que no son las fidedignas y genuinas.
Sin embargo, su reconocimiento más que por la contundencia de la argumentación a favor de su validez y la demostración de su raigambre verdadera, es:
1. Por su presencia rotunda a nivel de obras literarias de calidad.
2. Por ser un fenómeno sobresaliente como función editorial, y
3. Por la abundante lectoría libre de parte del público infantil.
Este último factor es quizá el más contundente, puesto que no es el de naturaleza formal ni el alentado por el sistema educativo, sino aquella dimensión que viene espontánea, puesto que es la elegida y animada por los propios niños.
Aparte del sustento académico y el andamiaje teórico que lo acredita como arte superior y acrisolado, de modo evidente ella es innegable como:
– Un hecho artístico
– Un hecho histórico
– Un hecho social
– Un hecho psicológico
– Un hecho editorial.
Sin embargo, y fundamentalmente, lo siguiente es lo raigal y trascendente: la literatura infantil actualmente es una actitud frente a los problemas del presente, una manera de vivir la realidad; una ética frente a la vida , una conducta para vivir de manera más intensa y total y una manera de ser, de actuar y comprometerse con el mundo y con los sueños.
Vínculos estrechos entre el arte en general y el ser niño
La literatura infantil tiene su base de apoyo en el estar y en el ser niño, perspectiva en la cual no hay mejor vínculo que el existente entre el arte y el espíritu de infancia, entre la poesía y naturaleza del ser niño, entre el prodigio del arte y el milagro del ser infante, porque literatura e infancia comparten como elementos intrínsecos y comunes una misma identidad.
Consecuentemente, la relación de la literatura con la infancia es un vínculo no solo fecundo sino esencial, en cuanto participan:
– Del asombro.
– De la originalidad
– Del animismo
– Del candor
– De la aventura
– Del ritmo
– Del movimiento
– De la visión luminosa y encantada de la vida.
– De la trascendencia.
Por las condiciones que acabamos de exponer la literatura universal y mucho de la literatura clásica es literatura para el mundo de la verdadera infancia, aquella del arte y aquella del niño. Su misma denominación lo revela, denota y confirma, al darnos un mensaje de universalidad.
Los cantos nacionales de los pueblos, como son por ejemplo los romances castellanos, la Iliada y la Odisea, la Canción de Rolando, el Mahabarata y el Ramayana, como todas las obras fundacionales de los pueblos son clásicos y de manera esencial obras también para niños. Colocadas en esa misma órbita y perspectiva encuentran significación y trascendencia y hasta encanto obras como "El Quijote", "El señor de los anillos" o "Cien años de soledad.
Hay barreras a superar en relación a los clásicos de otros tiempos para volverlas obras lectura para niños: un trabajo filológico convirtiendo la lengua arcaica en un idioma actual y moderno; clarificar el contexto histórico y social y la presentación editorial que las haga adecuadas para niños. Vencidas estas dificultades la literatura clásica es apta para niños de toda edad.
Literatura popular
Al lado de la literatura clásica tenemos otra vertiente con la cual hay una relación de vasos comunicantes mucho más estrechos y fluidos. Esta ríada y canal es la literatura popular, compuesta de romances, consejas, rimas, nanas, jitanjáforas, chuzas, cantilenas, candombes, glosolalias, y adivinanzas, todos ellos géneros de riquísima y enorme importancia y que están aparentemente perdidos para el panorama de la literatura canóniga.
La literatura popular es principalmente literatura oral que rejuvenece cada día, compuesta en cuanto a lo tocante a géneros narrativos, de mitos, leyendas, cuentos populares, fábulas, etc., que se renuevan en los hogares principalmente del mundo
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