Los cambios de valor durante el estudio de la viabilidad de la organización

4.1 PROCESO DEL CAMBIO

Cambio quiere decir pasar de un estado a otro. Es transitar de una situación a otra distinta. Cambio significa transformación, perturbación, interrupción y ruptura. El cambio está en todas partes: en las organizaciones, las ciudades, los hábitos de las personas, los productos y los servicios, el tiempo y el clima, en el día a día. Todo cambio implica nuevos caminos, nuevos enfoques y nuevas solu¬ciones. Significa una transformación, que puede ser gradual y constante o veloz e impactante. Es una cuestión de velocidad y profundidad. Todo cambio implica algo diferente. Rompe el estado de equilibrio que se ha alcanzado en la situación anterior y lo sustituye por un estado temporal, tenso e incómodo. En el interior de las organizaciones los cambios ocurren a cada instante. En el exterior, los clientes cambian sus hábitos de compra y sus preferencias, los proveedores cambian las características y los precios de las materias primas, los prestadores de servicios imponen diferentes condiciones y esquemas de trabajo, los competidores cambian de estrategia, los sindicatos plantean nuevas condiciones laborales, el gobierno impone modificaciones a las leyes, y es cosa de nunca acabar. En el interior, las organizaciones necesitan cambiar los procesos de trabajo, sustituir las má¬quinas y los equipos viejos por otros nuevos, transformar las materias primas, mejorar las normas de calidad, el personal debe adquirir conocimientos y habilidades nuevas, también deben desarrollar productos y servicios, y mejorarlos, y perfeccionar las estrategias. Es una dinámica incesante. fuí, toda organización está sujeta a numerosos factores externos e internos que están sufriendo

cambios continua e incesantemente. .

El cambio ocupa un lugar muy importante en el estudio de la viabilidad de la organización. El cambio, cuando se efectúa correctamente, permite a la organización mantener su viabilidad y su competitividad en un ambiente cambiante e incierto. Se trata de un cambio constructivo, que ofrece condiciones renovadas y estimulantes a la organización. Por 10 tanto, cuando el cambio se efectúa en forma equivocada puede destruir a la organización y provocar que ésta sea inviable. En realidad, la muerte, la destrucción y el deterioro también son una especie de cambio. Para cambiar una organización es preciso destruir 10 viejo y obsoleto, y sustituirlo por lo nuevo y moderno. Por ello, el cambio puede ser tanto funcional como disfuncional. Por lo mismo, no hacer cambios puede ser incluso más peligroso. La obso1escencia y el deterioro de la organización ocurren pre¬cisamente porque muchas organizaciones evitan los cambios por miedo a sus consecuencias. La inercia y la obso1escencia son tan peligrosas como la adopción de cambios disfuncionales.

Hay de cambios a cambios; modernizar instalaciones o edificios, actualizar máquinas y equipos, reproyectar procesos y métodos de trabajo, cambiar el organigrama, crear o eliminar departamen¬tos, cambiar el nombre de puestos y tareas, introducir productos o servicios nuevos y demás son cosas que ocurren todos los días en las organizaciones. Son cambios superficiales, aun cuando provo¬quen algo y dejen marca. ¿Por qué? Porque, a pesar de todos estos cambios, las personas siguen haciendo las mismas cosas con las mismas prácticas de antes. Se siguen comportando como si nada hubiera cambiado. De nada sirve pretender que se han hecho cambios en la organización o en su cultura si antes no se ha preparado a las personas para que permitan que esos cambios ocurran real¬mente en sus comportamientos y prácticas. Los cambios reales en las organizaciones sólo ocurren a partir de las personas. Para hacer un cambio en una organización, el primer paso es cambiar la mentalidad de las personas y prepararlas para el cambio. Asimismo, es necesario preparar el am¬biente psicológico que sea propicio al cambio y adecuado para que las personas aprendan a apren-der e innovar continuamente. Sin esto, el cambio sólo será ilusorio y pasajero, y todo volverá a ser como antes.

Los cambios de escenario

En la actualidad, el cambio está produciendo efectos que no habían ocurrido nunca. En primer lugar, estamos viviendo una era de falta de continuidad.' Antes, el pasado representaba una base acepta¬ble para prever cómo sería el futuro. El mañana era una proyección y extrapo1ación de las tendencias anteriores. Bastaba con conocer los datos históricos del pasado para prever el comporta¬miento futuro. Esta continuidad en las relaciones de causa y efecto, que caracterizó a la era indus¬trial, ya no ocurre en la era de la información. Desde el inicio de los años setenta, cuando el mercado financiero vio que se cuadruplicaba el precio internacional del petróleo, los fenómenos económicos empezaron a repercutir y a producir cambios continuos en las organizaciones. En fecha más reciente, los problemas económicos de países como Rusia, en Asia y América Latina provocaron enormes e inesperados perjuicios en los mercados financieros globales. Desde entonces, ha sido imposible prever el futuro con seguridad. La era de 10 estable y 10 previsible pertenece al pasado y no volverá nunca más. Estamos en la era de la ruptura.

En segundo lugar, la tecnología está modificando profundamente el trabajo en las organizacio¬nes. La supervisión directa está siendo sustituida por sistemas de informática, y ello está aumentan¬do el control de los administradores y eliminando los niveles jerárquicos de las organizaciones. La tecnología de la información está provocando que las empresas actuales sean entes

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