Los procesos de Enseñanza Pre-escolar en Ecuador

Introducción

Los procesos de Enseñanza Pre-escolar en Ecuador empiezan en las instituciones infantiles y en la vía informal. “Para nuestro país tiene gran relevancia la realización de ejercicios desde edades tempranas y lo observamos en los programas institucionales”. (Ministerio de Educación, 2010)

Estos programas responden a un proceso educativo porque es una compleja tarea que ocupa un lugar muy importante en estas edades tempranas, ya que van sentando las bases para lograr un buen desarrollo psíquico como así también físico, preparando a los niños y a las niñas para el ingreso a la escuela. (Ministerio de Inclusión Económica y social, 2012)

Según Martínez (2015) dice que:

En la educación Inicial los niños/as tienen la posibilidad de desarrollar diversas destrezas, aptitudes y habilidades, que se van fortaleciendo y reforzando a medida que van creciendo. El desempeño motriz se refiere a la habilidad que puedan tener los infantes al momento de realizar movimientos grandes y pequeños los cuales se dividen en motricidad gruesa y fina entre otros, la motricidad fina comprende movimientos más precisos como lo es el agarrar, armar, doblar papel, dibujar, colorear, escribir… estos movimientos son realizados con las manos a través de la coordinación óculo-manual. (p. 12)

El desarrollo integral de los niños/as se logra fomentando en ellos conciencia de amistad, cooperación, movimiento entre otros factores, cabe destacar que la psicomotricidad está basada en una visión global de la persona, por lo que se presenta como un instrumento útil y necesario para el desarrollo desde sus primeros años de vida.

La psicomotricidad permite al niño desarrollar destrezas motoras finas además de lograr en él un adecuado control de sus movimientos. Todo ello es la base de la educación integral del niño/a comprende el área académica, en el caso del desarrollo de la motricidad fina el área de la escritura. “Asimismo la psicomotricidad ayuda a favorecer el desarrollo integral del niño, teniendo en cuenta sus características psico-afectivas y motrices” (Torres, 2015).

I.A.3. Definición del Problema

La motricidad fina y su utilidad es uno de los principales problemas durante la edad inicial, contar con un adecuado desarrollo y eretismo es relevante y concluyente para el progreso y desarrollo motor que el niño y la niña tengan ulteriormente.

Detectamos que en los niños y niñas de educación general básica entre 3 a 6 de edad, con respecto a las habilidades psicomotrices finas, que están comprendidas como; “los movimientos de la pinza digital y pequeños movimientos de la mano y muñeca, la adquisición de la pinza digital así como de una mejor coordinación óculo manual constituyen uno de los objetivos principales para la adquisición de habilidades de la motricidad fina. (Da Fonseca, 1988), presentan un limitado desarrollo, por lo que dentro de los factores de solución de estas habilidades se utilizara el empleo de material didáctico para generar un progresivo incremento de estas destrezas en los niños y niñas de este rango de edad.

I.A.5.Antecedentes

El concepto de psicomotricidad aparece por primera vez a principios del siglo XX, gracias a investigaciones de autores como Vayer, Le Boulch o Dupré. Posteriormente, distintos autores como Wallon, Gessel y Otzereski, ponen de manifiesto la relación existente entre los aspectos motrices del desarrollo y la adquisición de la madurez psicofísica. “Al principio, la psicomotricidad se limitaba al tratamiento de niños con deficiencias físicas o psíquicas, sin embargo, actualmente se considera al término como una metodología multidisciplinar cuya finalidad es el desarrollo armónico del niño” (Cameselle, 2005)

Diagnóstico

Según cita Abarca Mora (2007), “el desarrollo del niño no puede entenderse al margen del contexto físico y social en el que vive y actúa. Por esta razón se plantea que el desarrollo humano es un proceso histórico-social”. Esto implica que no es estático, que va cambiando y se transforma en el tiempo debido a cambios personales (biológicos, físicos y psicológicos) determinados por cambios en el ambiente físico y social, los que imponen transformaciones en el ser humano.

El desarrollo de la motricidad inicia cuando el bebé se encuentra en el vientre de su madre, y es antes de los cinco meses cuando la madre siente sus movimientos, ahí es cuando hay que brindarle la estimulación prenatal consciente e intencional. No obstante, su mayor evolución ocurre desde el nacimiento hasta los seis años aproximadamente, donde los movimientos gruesos y finos deben estar consolidados para aprender de sus experiencias al manipular objetos (León de Viloria, 2007).

Imagen 1: Ponerse los zapatos

Fuente: pequebebes.com

Las habilidades psicomotrices se dividen en gruesas y finas para el presente análisis se comenta sobre las habilidades finas y algunos estudios a nivel general sobre esta temática;

Para Mesonero Valhondo (1987), la motricidad fina “abarca las actividades que requieren de precisión y un nivel de coordinación para obtener la colaboración de varios músculos bajo la dirección cerebral.” Para un óptimo desarrollo, es necesario de un grado elevado de maduración y aprendizaje largo por su nivel de exactitud y dificultad, por lo que hay que iniciar con un trabajo simple e ir incrementando el nivel de complejidad.

Imagen 2: Actividad Psicomotriz fina Jugar con plastilina

Fuente: Crecebebe.com

A nivel internacional, existen investigaciones del autor Juan Antonio Moreno, Universidad Murcia España; María Carmen Martínez, Ana María Martínez, Marina Montoya, Ainhoa Plaza, María Fuentes Sánchez, María Asunción Murcia. Unidad de Investigación en Educación Física y Deportes. España (2011), desarrollaron una investigación educativa sobre el desarrollo de la motricidad fina de los niños y niñas, considerando que lo importante es que todo niño tiene mucha actividad para desarrollar la motricidad fina de manera natural y mediante la intervención pedagógica.

Los resultados de la investigación de los autores antes señalados se pueden interpretar

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