Maestros De La Calidad

Maestros de la Calidad

A lo largo de la historia empresarial han existido una gran cantidad de “gurús” que han pregonado la importancia de la calidad dentro de un ambiente productivo, mismos que han buscado transmitir sus descubrimientos con miras a la obtención de mejores resultados para la sociedad que adquiere dichos productos, entendiendo este término como bienes y servicios.

Es el caso de de personajes como Deming, Juran, Ishikawa, Crosby, Shingo, Taguchi, Feigenbaun y Senge, si bien la historia empresarial y de la calidad no se limita únicamente a ellos, sus aportes son importantes y forman parte del presente análisis.

Es así que el desarrollo de herramientas que permitan mejorar situaciones caóticas se convirtió en la premisa de Deming, cuando ayudó a Japón a salir de la crisis posguerra. “Un producto o servicio tienen calidad si sirven de ayuda a alguien y disfrutan de un mercado bueno y sostenido” era la definición de calidad para este físico. Basado en este principio desarrolló los conocidos como “14 Principios Gerenciales” en los cuales presenta lo que, para él, son las bases de una cultura gerencial de calidad, así también, ayudó a popularizar el Ciclo de Mejora Continua, base de los Sistemas de Gestión de la actualidad.

Los planteamientos de Deming siguen siendo en la actualidad totalmente aplicables, sin embargo, la realidad empresarial muchas veces dista del “mundo ideal” propuesto, es así que muchos de los principios establecidos por este personaje quedan como “lindas exhortaciones”, para un mundo cuya moneda de cambio es el tiempo. En nuestro país, las organizaciones pocas veces se sientan a analizar cómo mejorar su situación y más bien, y en muchos casos, se dejan llevar por la inercia fomentada por el día a día.

Otro de los sabios de la calidad, decíamos, fue Phillip Crosby, quien presenta un salto respecto a los principio mencionados por Deming al afirmar que “la calidad es gratis”, que lo que realmente cuesta a la organización es la ausencia de ella, ya que si las cosas se hacen bien a la primera vez, no deberá invertirse en reprocesos ni garantías, por lo cual propuso como estrategia empresarial la producción Cero Defectos.

Si bien Crosby plantea que la calidad no tiene costo bajo un enfoque de que lo más costoso para una organización son los valores asociados a reprocesos por devoluciones, garantías o simplemente por no cumplimiento de requisitos, también es cierto que la implementación de un Sistema de Gestión de la Calidad, como se lo maneja actualmente, por supuesto que representa un valor económico para la empresa. Es así que no se puede afirmar, como lo hacía Crosby, que la calidad no tiene costo, lo tiene y es bastante oneroso, sin embargo los valores que la producción con calidad permite ahorros que son mucho más importantes que los invertidos para alcanzarla, como son, por ejemplo, la capacitación del personal, y en general los elementos que el mismo Crosby estableció en sus “14 pasos para alcanzar la calidad”.

Respecto a los planteamientos de Juran, los mismos permitieron establecer las bases de los actuales sistemas de gestión de calidad al proponer la “Trilogía de la calidad”, consistente en un sistema de administración compuesto de los principios de Planear, Controlar y Mejorar, es así que, bajo estos principios la organización puede pasar de un estado inicial a un futuro en el cual sus resultados sean óptimos. Esta trilogía, claramente tiene relación con el Ciclo de Mejora Continua (PDCA).

Juran toma a la planeación como un elemento fundamental para la mejora de un proceso, factor donde debe invertirse la mayor cantidad de tiempo y esfuerzo, y cuyos costos asociados son mínimos en comparación a los que se recaería en una implementación. Este principio de la planeación y su importancia es retomado por el PMI, considerando que en la etapa de planeación uno puede jugar con supuestos y simulaciones y proponer e incluso ejecutar cualquier

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