Marco teórico DELINCUENCIA ORGANIZADA

INTRODUCCIÓN

El origen del cultivo, procesamiento, tráfico y consumo de las drogas en México se inicia, dice un mito popular, con la llegada de los chinos a Sinaloa. Lai Chang Wong apareció en 1911 en el municipio de Badiraguato donde cambió su nombre, después de convertirse al cristianismo, a José Amarillas, quien se ganaba la vida como médico utilizando la herbolaria, por lo que se dedicaba al cultivo y procesamiento de diversas sustancias, entre ellas la amapola o adormidera y su producto final denominado opio.

Como evidencia de lo anterior, se puede señalar que el 10 de julio de 1922 un periódico importante en ésa época, el Demócrata Sinaloense, publicó lo siguiente: “No se permitirá la plantación de adormideras en Sinaloa”, agregando la nota que se combatiría a ciertos extranjeros dedicados a la siembra y venta ilegal de sustancias tóxicas como el opio y la marihuana.

En la década de los 40´s del siglo pasado el cultivo de la marihuana y amapola ya se encontraba profundamente arraigado entre los campesinos de Badiraguato, en lo que se llama el Triángulo Dorado, que se forma por la confluencia de los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua. En esa época los juegos de azar y la comercialización de enervantes  se atribuían a los chinos que habitaban en el estado de Sinaloa, de quienes se dice iniciaron la exportación de esos productos allende la frontera norte.

Miguel Ángel Félix Gallardo narcotraficante sinaloense conocido como el jefe de jefes o el padrino, se encargó de ampliar las áreas de cultivo de la marihuana, llevándolas de Culiacán a las inmediaciones de Guadalajara, Jalisco, donde formó el Cártel de Guadalajara, y satisfizo más de la mitad de la demanda de marihuana que se consumía en los Estados Unidos en las décadas de los 70´s y 80´s.

Por otra parte, se puede decir que el colombiano Pablo Emilio Escobar Gaviria, líder del cártel de Medellín, inició el tráfico de cocaína de Colombia a los Estados Unidos de América, por el Caribe, a principios de la década de los 80´s, difundiendo el uso del enervante entre los americanos.

Por lo mencionado en el párrafo anterior Ronald Reagan, cuando fue presidente de los Estados Unidos, creó en 1982 la Fuerza de Tarea del Sur de Florida, encargando al entonces vicepresidente George H.W. Bush padre a reducir de forma sustantiva el tráfico de cocaína proveniente de Colombia y con destino hacia la Florida y el sureste de los Estados Unidos de América, por las islas caribeñas.

Por su parte, Miguel Ángel Félix Gallardo se asoció con Pablo Emilio Escobar Gaviria y Gonzalo Rodríguez Gacha en Colombia, para trasladar la cocaína de México hacia los Estados Unidos.

El 3 de diciembre de 1993 muere Pablo Emilio Escobar Gaviria, líder del cártel de Medellín. En 1995 se rinden los principales líderes del cártel de Cali. Esto ocasionó la pulverización en mini cárteles, reduciendo su potencial material, humano y financiero. Aprovechando esta coyuntura, Miguel Ángel Félix Gallardo y los narcotraficantes mexicanos, ingresan en grande al tráfico de cocaína comprando el producto directamente en las granjas colombianas.

En el mandato de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), permanecían los cárteles del Milenio, de Oaxaca; al cártel de Sinaloa se integraron Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, Ismael Zambada García y Juan José Esparragoza Moreno; al de Juárez se integró Vicente Carrillo Fuentes; en el de Tijuana no se observó cambios; al cártel del Golfo se incorporó Osiel Cárdenas Guillén; durante el lapso de 1993 a 1998, se creó una alianza entre los cárteles de Sinaloa y de Juárez, contra el cártel de Tijuana.

En el sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006), continuaban operando los cárteles del Milenio, de Oaxaca y de Colima; el cártel de Sinaloa continuaba liderado por Guzmán Loera, Zambada García y Esparragoza Moreno; con la muerte de Amado Carrillo Fuentes, se quedó como líder del cártel de Juárez su hermano Vicente; con la captura de Ramón y Benjamín, asumió el liderazgo del cártel de Tijuana, su hermano Francisco Rafael Arellano Félix; al cártel del Golfo se sumó Antonio, hermano de Osiel Cárdenas Guillen, surgiendo en ese momento el cártel de Los Zetas, teniendo como líderes a Arturo Guzmán Decena y Heriberto Lazcano Lazcano; destaca en este periodo, que del 2001 a 2004, se aliaron los cárteles de Sinaloa y de Juárez, contra los de Tijuana y del Golfo.  

Con el paso del tiempo, los patrones en el consumo de los enervantes cambiaron. Aparecieron las drogas sintéticas, que son baratas y sus efectos se pusieron de moda a mediados de la década del dos mil. El consumo de la marihuana no es la excepción, en parte porque tanto canadienses como americanos la cultivan en invernaderos, donde seleccionan la semilla y se emplean técnicas de cultivo sofisticadas, de tal forma que la sustancia activa de la planta es de alrededor del 16%, en tanto que la mexicana es de aproximadamente el 6%, mientras que el consumo de la cocaína se ha mantenido estable con una ligera tendencia a la baja, como lo podemos apreciar en la tabla siguiente:

Tabla 1

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Fuente: NIH (National Institute of Drug Abuse), en: https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/tendencias-nacionales

Cabe aclarar que la moda del uso de las anfetaminas y el cambio de proveedor de la marihuana por los canadienses y americanos no ha significado una reducción significativa de farmacodependientes, sino todo lo contrario, ya que la cantidad de personas que por lo menos una vez en su vida han experimentado el uso de una sustancia ilícita, va en aumento. Los cambios mencionados significan, para los narcotraficantes mexicanos, salir de su área de confort, obligándolos a diversificar sus operaciones, tecnificar el cultivo de la marihuana, invertir en la producción de metanfetaminas, pero sobre todo: ganar el mercado, lo que implica quitar a sus rivales por los métodos de la delincuencia que no son otra cosa que la muerte de sus adversarios.

El consumo de sustancias ilícitas en los Estados Unidos de América se estimó en el 2008, para la marihuana en 3,300 toneladas métricas y para la cocaína en 207 toneladas métricas. A continuación se presenta una tabla donde se indican los ingresos de la delincuencia organizada mexicana en millones de dólares, en función del consumo citado.

Por otra parte se puede decir que los narcotraficantes mexicanos compran la cocaína en 1,500 dólares y la venden después de cruzar la frontera de los Estados Unidos en 15,000 dólares, esto significa una ganancia de 13,500 dólares por kilogramo. A esto se puede agregar que los alijos son de alrededor de mil kilogramos, lo que reportaría un ingreso bruto de más de trece millones de dólares. De acuerdo a cálculos conservadores el ingreso anual que reporta el narcotráfico de cocaína es de 5 mil millones de dólares, equivalente al 0.5% del Producto Interno Bruto de México^[1], no obstante lo anterior, el National Drug Intelligence Center (NDIC) de los Estados Unidos de América indica un valor que oscila entre los 18 mil a 39 mil millones de dólares, equivalente a un valor entre el 1.6 y el 3.5% del P.I.B. de México. En la tabla 3 que se presenta a continuación se puede apreciar la ganancia que existe en el tráfico de la cocaína en sus diferentes etapas.

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