Modelos de aprendizaje en el sistema educativo mexicano.

ISPAME

Instituto Superior Para la Actualización Magisterial y Ejecutiva

Maestría en psicología con visión humanista.

Semestre 1°[pic 1]

Módulo III: Modelos de aprendizaje en el sistema educativo mexicano.

“Proyecto porfirista”

Fecha de presentación: 10/02/2015

INTRODUCCIÓN

        La educación en la actualidad ha sido víctima de diversos cambios, con la finalidad de lograr impulsar el desarrollo de la nación.  Evidentemente ha habido infinidad de aportaciones en este ámbito, algunas con un mayor impacto y otras no con la misma suerte, pero de una u otra manera han marcado la trayectoria de la educación de hoy.

        Pablo Latapí en su obra Un siglo de educación en México I (1999) menciona cuatro proyectos destacables dentro del sistema educativo mexicano: Vasconcelista, Socialista, de Unidad Nacional, Técnico y Modernizador, los cuales explican características particulares en determinados periodos gubernamentales.  Además de estos, Ernesto Meneses Morales menciona en su obra Tendencias educativas oficiales en México (1986) dos más: proyecto independentista y el porfirista.

        A lo largo de este ensayo se abordara el proyecto porfirista, el cual destaco precisamente en el período de Porfirio Díaz y con Justo Sierra como representante principal en dicha obra.  

        Justo Sierra nació en Campeche.  De pequeño no se caracterizó por sobresalir en la escuela, pero más tarde destacaron sus cualidades de poeta junto con Francisco Sosa, por lo que fue enviado con uno de sus tíos a la ciudad de México en donde regularizo sus estudios primarios y secundarios.  Se graduó como abogado en 1871 y fue a partir de 1874 que comenzó su destacaba labor en el progreso de la educación, dándole cierta continuidad a la política educativa de Baranda y agregando su interés por las Bellas Artes.  Sin duda su aportación más sobresaliente fue la de transformar la instrucción en educación, con un sentido más liberal y moral que a continuación se abarcara con mayor detalle. (Solana Fernando, Cardiel Reyes Raú, Bolaños Martínez Raúl, 1981)

DESARROLLO

        Según la clasificación que proporciona Ernesto Meneses Morales (1986) es posible identificar el proyecto porfirista como un momento importante y significativo en la toma de decisiones sobre educación, ya que desde los inicios del período de Porfirio Díaz, la materia educativa estaba a su cargo.  Para el año de 1900 la dictadura estaba empezando a sufrir cierta decadencia y con ello surgían ideas nuevas y sobresalientas para apoyar algunas dependencias, en donde destaca la ardua labor en el campo de la educación de Justo Sierra, con una visión más liberal.

Antes de adentrarse en la ideología de Justo Sierra es necesario mostrar un pequeño panorama de la situación política del país en ese tiempo.  En 1900 Luis Álvarez Barret (Solana Fernando, Cardiel Reyes Raúl & Bolaños Martínez Raúl, 1981) hace mención de los quebrantos de salud que presentaba el dictador Díaz y la esperanza para dos figuras relevantes en el gabinete presidencial: Limantour, ministro de Hacienda y Baranda, de justicia e Instrucción Pública.  Evidentemente ambos bandos buscaban el apoyo del dictador, pero después de un desliz político de Baranda, éste se vio obligado a renunciar, pasando Justino Fernández a tomar las riendas de la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, quien designara como subsecretario encargado de la Instrucción Pública a Justo Sierra.

        En el tiempo en el que Justino Fernández estuvo al frente de la Secretaría, se creó el Consejo Superior de Educación Pública con la finalidad de coordinar los establecimientos educativos y promover una educación nacional más práctica y comprensiva.  Dicho Consejo estaba integrado por los directores generales de instrucción primaria y de enseñanza normal, los directores de escuelas profesionales y especiales y veinte personas seleccionadas por el gobierno entre los maestros más competentes de los diversos servicios escolares (Álvarez Barret, 1900).  En la ceremonia de inauguración, es preciso destacar el discurso de Justo Sierra, en el cual remarcaba la importancia y la influencia que las opiniones de dicho Consejo tendrían para lograr una escuela nacional.

De esta manera, en 1905 se presentó la iniciativa para crear la Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes, dependencia a cargo Justo Sierra, quien, aunque solo tenía a su cargo los servicios del Distrito Federal, con sus ideas representaba una esperanza para el adelanto intelectual en cada uno de los estados del país transformando a los mexicanos en “hombres útiles” capaces de participar de manera activa dentro de su país.

Evidentemente Justo Sierra venía a representar un período de reformas significativas, característica dominante de la dictadura de Díaz.  Sierra diferenciaba la instrucción de la educación, asociando esta última más con una “nutrición” (Meneses, 1986), y la primera como un elemento de ésta junto con una considerable implicación de sentimientos y emociones, capaces de formar una cultura moral y un amor por la patria en los educandos.

Según el artículo 2° de la ley, Justo Sierra consideraba como característica esencial de la educación el hecho de que fuera nacional, lo cual pretendía desarrollar el amor a la patria de manera que cada persona pudiera contribuir al progreso de su país, incluso expresaba la necesidad de promover una educación integral, lo que para el significa el desenvolvimiento moral, físico, intelectual y estético de los seres humanos.  Evidentemente aquellas escuelas que no aceptaran dichos lineamientos y exponían principios anticonstitucionales serían castigadas por la ley.

Bajo la dirección de Sierra, la educación se caracterizó por buscar un sentido más liberal a través del uso de libros que pudieran desarrollarlo.  De la misma manera promovió la característica de laicidad en la enseñanza, que requería que los maestros mostraran una neutralidad en su quehacer diario.  Destaco también la importancia de que la educación pública fuera gratuita y así todos pudieran tener la posibilidad de acudir a las escuelas, aunque la característica que él considero más urgente para en junio de 1908 fue la de la obligatoriedad, ya que, aunque empezaban a multiplicarse los centros educativos, la población no estaba acudiendo a ellas, lo que obligo a tomar medidas como multas de quinientos pesos y arrestos de un mes con la finalidad de que en los hogares todos los niños estuvieran recibiendo educación.

...