Objetivos Curriculares

INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN

El instrumento diseñado por Lucy M. Guglielmino (1977, Guglielmino y Guglielmino, 1998) fue, desde su aparición (y sigue siendo), el más socorrido por los estudiosos del tema, de modo que es el instrumento recomendado para evaluar el perfil de autodirección de los estudiantes. La escala SDLRS diseñada por Guglielmino, el inventario OCLI (Oddi Continuing Learning Inventory: inventario de aprendizaje continuo de Oddi) desarrollado por Oddi en 1984, la EPS (Educational Participation Scale: escala de participación en la educación) y por último, el SDLPS (Self-Directed Learning Perception Scale: escala de percepción de aprendizaje autodirigido).

La escala SDLRS fue diseñada para evaluar el grado en que los individuos se autoperciben como poseedores de habilidades y actitudes que ha menudo se asocian con el aprendizaje autodirigido.

La escala es de tipo Likert de cinco puntos, compuesta por 41 reactivos al principio, pero de 1977 a la actualidad ha aumentado a 58 reactivos. Guglielmino, encontró ocho factores que pueden estar relacionados con la tendencia hacia el aprendizaje autodirigido.

1. Apertura hacia las oportunidades de aprendizaje.

2. El autoconcepto como aprendiz independiente y eficaz.

3. Iniciativa e independencia en el aprendizaje.

4. Aceptación de la responsabilidad por aprender.

5. Gusto por el aprendizaje.

6. Creatividad.

7. Orientación hacia el futuro.

8. Habilidad para utilizar habilidades básicas de estudio y resolución de problemas.

La validez y la confiabilidad de esta escala han sido cuestionadas según reportan Merriam yCaffarella (1999) y Brockett y Hiemstra (1991); el mismo Brockett (1985), menciona que la escala no es adecuada para adultos con poca educación. De acuerdo con Brockett y Hiemstra (1991), el instrumento tiene un alto grado de confiabilidad, pero esto no garantiza su validez.

Finestone (1984) encontró que la validez de la SDLRS se basaba en el tipo de trabajo desempeñado por los participantes y no en las diferencias significativas de las puntuaciones de la escala de acuerdo con el nivel de educación formal.

Se puede argumentar que la escala SDLRS es apropiada para adultos en general, basados en la literatura sobre la participación en educación continua y en proyectos de aprendizaje, en la que se señala que los adultos con mayor educación formal se inclinan más a la educación continua, a proyectos de aprendizaje y a actitudes positivas hacia el aprendizaje (Brockett, 1985).

Field (1990) recomienda la no utilización del instrumento, ya que, en sus propias palabras, “no es una medida de disponibilidad hacia el aprendizaje autodirigido”.

Como una alternativa más para la medición del aprendizaje autodirigido, Oddi (1984) crea el OCLI. Utilizando un marco de referencia proveniente de las características de personalidad de individuos cuyas conductas hacia el aprendizaje denotan iniciativa y persistencia a través del tiempo y de diferentes manifestaciones, identificó tres grupos que ella sume son las dimensiones esenciales de la personalidad en los aprendices permanentemente autodirigidos.

a) Proactivo vs. Reactivo. Muestran la habilidad para iniciar y mantenerse aprendiendo sin la necesidad de un forzador externo.

b) Apertura cognitiva vs. Defensa. Tienen apertura para nuevas ideas, habilidad para adaptarse al cambio y tolerancia para la ambigüedad, en oposición con la rigidez, el miedo al fracaso y el evitar nuevas ideas y actividades.

c) Compromiso para aprender vs. Apatía o aversión por el aprendizaje. Disfrutan aprender por su propia cuenta, mientras que por otro lado hay personas que tienen muy poco interés en aprender.

Una alternativa más de medición que evalúa la persistencia del adulto para involucrarse en actividades educativas es la de Boshier (1973), con su denominado modelo congruente (Congruency Model). Este modelo se basa en la concepción de que la participación y la persistencia del adulto en actividades educativas están determinadas por la manera como las personas se autoperciben y por la relación que esto guarda con el ambiente educativo.

En su libro The Inquiring Mind, Boshier diseñó un heurístico para describir las motivaciones de los estudiantes, para lo cual identifica siete factores:

1. El mejoramiento de la comunicación (COM)

2. El

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